¿Reencuentro?

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Volvieron a tomarse de las manos mientras seguían caminando, sin embargo aunque el clima era bueno comenzaba a aumentar la temperatura.

¿Está haciendo calor o es mi impresión? — pregunta el alter mirando el cielo, no puede percibir muy bien el clima, además tiene poca sudoración, pero es consciente que para los demás no es así.

— Le preguntas a la persona equivocada — la heredera le pasa su otra mano la cual estaba tibia — Bueno, teniendo en cuenta que siempre parezco un témpano, si, está caluroso — 

Qué te parece si... — la peli-corta mira alrededor fijándose en un chico sentado en una banca comiendo un helado — Compramos algo refrescante — propone señalando el carro de helados a un lado del parque.

— Me gusta la idea — Rubén la deja sentada en la sombra y le pregunta el sabor para ir a pedirlos.

Buenas tardes, me da dos helados por favor — el que atendía era un chico de cabello y ojos azules.

— Por supuesto ¿Qué sabores?— mientras los hace la oji-plateada voltea a mirar a su acompañante y le sonríe alegre — Bien sería 10 Lien — iba a sacar el dinero para pagarle, pero no encuentra su billetera. Claro, no había ido a su habitación antes de salir.

Bravo... — murmura enojada con si misma, iba a devolverlos cuando a su lado alguien pone dos billetes.

— Me hice una idea — Weiss sonríe divertida mientras la contraria aparta la mirada, lo más parecido a un puchero que haría en público.

— Vaya, parece que el destino está de mi lado — el chico observa a la heredera con una sonrisa que según él sería conquistadora.

— Si... ¿Me das los helados? —  pide la Schnee algo incómoda.

— Por supuesto, pero este va de parte de la casa — 

— No es necesario, enserio — contradice casi suplicando a que se detenga.

— ¿Bromeas? Estoy reemplazando a mi amigo, cosa que nunca hago y me encuentro con un ángel como tu, soy muy afortunado — Rubén observa la conversación con aparente calma, por dentro quiere quitarle el freno al auto y que se vaya calle abajo — Como sea, soy Neptune, y puedes llamarme, enserio llámame — con una amplia sonrisa saca de uno de sus bolsillos un papelito y anota su número para pasárselo.

Si, yo me encargaré de eso — la de capa roja toma el objeto y lo mira, tenía el número y un corazón al final.

— Bueno, no esperaba que fueras tu la interesada, no eres tanto mi tipo pero puedo hacer una excepción — ambas chicas ruedan los ojos, Rubén le pasa su helado a su novia quien se dirige hacia las bancas — Hmmm, chica difícil, bueno ¿Me puedes pasar su número? Nos harías un favor a ambos — la paciencia de la joven se estaba acabando.

Mira, estamos en una cita y si no te callas tendrás una conmigo, pero no suelo ser amigable — lo mira con seriedad logrando intimidarlo.

—  Entiendo, entiendo — él levanta sus manos a son de paz ý suspira resignado — No es mi culpa, cómo podría saberlo —

Siempre puedes preguntar antes de comenzar a coquetear — está siendo hipócrita , lo sabe perfectamente pero es de Weiss de quien hablan. Neptune toma el dinero y se gira para darle el cambio.

— No me malinterpretes, si viene un chico y una chica se puede suponer que están en una relación — le entrega el dinero — Dos chicas en cambio, pueden tomarse de las manos, abrazarse y seguirán pareciendo amigas, incluso si se besan puede ser para reforzar la amistad — el alter lo escucha atentamente, así que era eso.

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora