— ¿Qué estás haciendo acá?— Yang había saltado la reja y salido de la propiedad para acercarse a la chica, aquella por quien comenzó todo eso, su cuerpo tenso y preparado.
— Las noticias corren rápido— la ojiazul se encoje de hombros comenzando a caminar con naturalidad — El colmillo blanco se ha acabado— dice con una sonrisa en un boca — Un líder muerto, la otra retirada y los soldados... Supongo que ya sabrás que hacer con ellos—
— Eso no responde mi pregunta — la rubia aprieta los puños, que la chica de Raven esté allí no puede significar nada bueno.
— ¿No es obvio? Vine a terminar lo que tú no pudiste — la pelicorta sonríe cuando la ojimorada corre hasta ella y la empuja contra un árbol.
— Más te vale alejarte de ella o te mato aquí mismo— los ojos de la más alta relucen rojos por unos segundos pero la chica no se ve intimidada.
— Pues hazlo entonces, ¿Pero enserio te vas a enfrentar a tu madre y los cazadores? Estás sola ahora — Yang pasa saliva colocando su brazo en la garganta de la contraria — ¿O crees que tú y tu hermanita podrán hacerle frente a la red de asesinos más grande en el mundo?—
— Blake no dirá nada, déjenla en paz— la ojiazul rueda los ojos y se zafa del agarre con brusquedad.
— Raven no quiso ensuciarse las manos con una pequeña familia, además era tú territorio y no se iba a arriesgar— la intrusa mira la ventana en donde la fauno del gato descansa, la luz se había apagado hace poco— Pero las cosas han cambiado y tú más que nadie sabes lo que es capaz de hacer ella para conseguir lo que quiere o aún mejor, para que no la delaten—
Yang gruñe y apunta a la ojiazul pero su cuerpo da pequeños temblores que no pasan desapercibidos, la más baja se carcajea.
— Aún así... Raven está dispuesta a hacer un trato — el comentario llama la atención de la más robusta quien baja el brazo insegura — Está en tus manos el futuro de esa chica, si enserio quieres salvarla te espero acá en la noche— y así, apenas decirlo, la pelicorta se da la vuelta corriendo en dirección contraria y desapareciendo entre los arbustos.
Yang se queda allí parada varios minutos, se había librado de su primer enemigo, pero Adam era nada comparado con lo que se le viene encima. Gruñe y golpea el tronco de un árbol, Blake aún no está segura por lo que no ha cumplido su promesa de protegerla y no se detendrá hasta hacerlo.
Se gira enfocándose en lo que era su objetivo, vuelve a saltar la reja y trepa por la pared hasta llegar a la ventana de la habitación de cierta pelinegra, para su suerte está sin seguro y no tiene que abrirla a la fuerza. Se desliza por el marco y en el interior Blake descansa encogida entre las cobijas.
La rubia camina hasta la cama, su plan era hablar, intentar arreglarlo, pero que su compañera esté durmiendo complica las cosas, no quiere despertarla; en cambio se queda mirándola fijamente, el rostro está relajado pero nota cierta tensión en el cuerpo.
— Blake... — se acerca intentando hacer el menor ruido con sus pisadas, algo no muy difícil teniendo en cuenta todas las misiones en las que ha participado— Entiendo que me odies... Yo lo hago también...— susurra sentándose en el borde del colchón, la pelinegra se remueve casi causándole un infarto a la mayor pero se gira aún con los ojos cerrados — Pero te prometo que aunque no me dejes estar a tu lado voy a protegerte a toda costa...—
Dicho eso suspira y acerca su mano a la cara para acariciarla con la mayor delicadeza que puede, su pecho duele, no ha dejarlo de hacerlo desde ese día que tanto desearía no existiera. Una lágrima cae involuntariamente por su cara, no se molesta en secarla solo se levanta y se dirige hasta la salida, puede ver varias sombras moviéndose por si solas, supone que están siendo afectadas por las emociones de la menor.
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Un Error Puede Cambiar Muchas Vidas
FanfictionYang Xiao Long, nuestra protagonista. Un pasado difícil esconde tras su espalda, y un juramento con ella misma le llevó a tomar el camino de una asesina. Miembro y segunda líder de la organización "Colmillo blanco", hace justicia con sus propias man...