Un Error Puede Cambiar Muchas Vidas

Llegada

— ¡¿QUÉ?!— el grito llena toda la casa y la rubia se levanta como un rayo.

—  Como escuchaste, hace poco cumplió la mayoría de edad y por ende ha terminado— se le había olvidado por completo, su hermana había partido hace un año y no podía comunicarse con ella por ningún medio.

— ¡¿Cuándo llega?!— pregunta ahora con alegría desbordante.

— Mañana en la mañana, alrededor de las 10 estará aterrizando en el aeropuerto— el festejo de Yang se detiene y mira al compañero confundida.

— ¿El aeropuerto? ¿Sabes el peligro que representa que aterrice un helicóptero privado a la vista de toda esa gente?— lo último que quieren es llamar la atención.

— Créeme que lo he pensado pero ¿Tienes una mejor idea? — la rubia se queda pensativa un momento hasta que su cabeza se ilumina.

— De echo si...— Adam levanta una ceja pidiendo una explicación — Sé que tal vez no sea de tu agrado... pero los Schnee...—

— ¡¿QUÉ?!— apenas el chico escucha el nombre su semblante cambia de uno despreocupado a uno de enojo.

— Ellos tienen una plataforma de aterrizaje, el helicóptero de Ruby no es muy grande y seguro que a Weiss no le importaría prestárnoslo— Yang intenta excusarse pero el enojo en el líder solo va en aumento.

— ¡¿Se puede saber por qué en cada conversación que tenemos siempre está el apellido Schnee involucrado?!— exclama el chico avanzando con los puños apretados hacia su compañera.

— No sé de qué estás hablando... — murmura la chica apartando la mirada.

— ¡¡Vas diario a la mansión y no soy tan estúpido para creerme que es por las cuentas, ni buena eres para las matemáticas!! — Yang ignora el comentario ofensivo, no es lo importante en ese momento— Así que dime Xiao Long, ¡¿Qué relación estás manteniendo con la heredera?!— no detiene su avance sino hasta que están cara a cara, antes de recibir una respuesta vuelve a hablar — O tengo que recordarte lo que sucedió la primera vez que te enrrollas...—

Los ojos de la rubia cambia de color y lo empuja antes de que pueda terminar la oración, su cabello comenzando a lanzar llamas.

— ¡¡NI SE TE OCURRA HABLAR DE ELLA ADAM!!— exclama pasando saliva con fuerza, el recuerdo aún afectándole más de lo que hubiera pensado.

— ¡ENTONCES NO ME DES MOTIVOS PARA HACERLO!— ambos se miran con rabia en los ojos, saben que si intentan atacar no terminará en una escena bonita. Yang aprieta los puños y se obliga a calmar el fuego de su cuerpo.

— ¡¿No hay nada entre Weiss y yo entendido?!— dice tratando de volver sus ojos a la normalidad, algo bastante difícil porque el enojo aún no mengua.

— En ese caso dame una buena razón para que vayas todos los días a esa casa, y mas vale que sea buena, no queremos muertes innecesarias ¡¿Cierto?!— la rubia frunce el ceño, ella metió a la heredera en todo eso y necesita sacarla.

— Ya te he dicho que no soy un soldado al que puedas controlar todos sus pasos— esa excusa no funciona más de dos veces, necesita algo mejor — Lo del aeropuerto te lo digo pensando en el clan Adam—

—  Si ese es el caso no te importará que te acompañe a recibir a tu hermana ¡¿Verdad?!— es obvio a donde quiere ir, Yang está jugando con fuego y se puede quemar, pero se arriesgará.

— Dudo que Weiss quiera ver tu cara y tú no quieres ver la de ella, ¿O me equivoco? ¿Aún así quieres ir?— pregunta cruzando los dedos mentalmente.