El Amor

422 37 98
                                    

—¡Buenos días! — Yang entra en la mansión y mientras Ruby salta como es acostumbrado sobre la heredera, toma a Blake y le da un cariñoso beso en los labios, la fauno se sorprende y sonroja — Te prometí que todo sería diferente y que demostraría como me siento — sonríe ante la avergonzada expresión de su compañera y besa su frente.

Se da la vuelta sintiendo como el calor sube a su cara, lo había echo, se tiene que contener para no saltar de felicidad en el lugar.

Se acomodan y comienzan a hablar, la que menos interviene es Yang, tiene que encontrar una forma de conversar con Weiss a solas, no puede dejar que Blake las escuche... Pasa la mañana y después de almorzar el teléfono de la ojiplateada suena, es un recordatorio.

—Chicas, tengo que dejarlas... Vuelvo en... ¿Una hora? — Blake y Weiss miran a su compañera confundida mientras que la rubia no dice nada.

—¿A dónde vas? — pregunta la heredera curiosa y extrañada.

—A donde me lleve el viento, ¿Por qué? ¿Acaso no quieres que me aparte de ti? — la cara de la ojiazul se torna roja.

—¡N...! ¡No! ¡¡Claro que no!! — exclama frustrada y apartando la mirada.

—ay :'( — Ruby hace una cara triste que solo provoca más venguenza en su compañera —¡Yo si te extrañaré! — y tras decir eso utiliza su semblanza para despedirse de un beso en la mejilla y salir por la puerta rápidamente.

—¿Estás segura de que no eres bipolar? Además, parece que tu cara le hace competencia a la capa de Rubs— comenta Yang sonriendo divertida.

—¡¡Cállate!! — las risas invaden la mansión mientras cierta pelicorta camina a paso lento al lugar de encuentro, una cabaña que colmillo blanco posee en el bosque.

Mientras avanza puede sentir como lentamente la realidad parece alejarse de ella, Rubén toma el control lentamente, sabe que cuando vuelva estará en un lugar totalmente diferente, sin recuerdos de cómo llegó allí, pero al menos tendría a su alter para explicarle.

Su espalda se endereza y una sonrisa confiada adorna su cara justo cuando la chica de ojos y cabello azul oscuro se hace visible.

—¡Llegaste Ruby! — comenta entusiasmada antes de ser interrumpida por un salvaje beso que se va profundizando mientras caminan hacia el interior, hacia la habitación.

...

Voy a bañarme — Rubén se levanta de la cama y estira sin importarle su cuerpo desnudo.

—¿Ya te vas? — pregunta la joven de ojos azules cubriéndose con la sábana.

Si claro, ¿Qué esperabas? — la chica aparta la mirada decepcionada —Traje comida, la dejé en el refrigerador por si quieres... No fue mi idea claro — lo último lo dice para si misma antes de tomar sus ropas y caminar hacia el baño.

Se enjabona y se lava el pelo, piensa en la chica con la que acababa de acostarse e involuntariamente a su cabeza llega la imagen de Weiss, se detiene sintiendo las gotas resbalar por su cuerpo.

Posee todos los recuerdos de Ruby, siempre está consciente cuando habla con la heredera, cuando la molesta, nota sus sonrojos y su nerviosismo. No hay duda de que es especial y es porque está atada a los pensamientos de Ruby que sabe lo que siente por ella, aún cuando la misma Rose parece no hacerlo.

Si me hubieran preguntado, hubiera dicho que nunca te enamorarías... Perdiste a todos los que amabas, solo quedó tu hermana... Y aún así... Eres tan valiente como para entregarle el corazón a otra persona — se enjuaga dejando que el agua caiga en su cara  —Aunque no lo sepas, eres afortunada  de poder sentir... Es lo que te hace humana... A veces... Deseo poder hacerlo también...

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora