Entrenamiento

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La primera en atacar es Yang, prometió no usar sus armas así que se impulsa con las piernas en lugar de sus disparos, sus objetivos reaccionan y comienza a correr igualmente.

— Muy bien Ruby, si vamos a ganar tenemos que... — mientras corren Weiss ingenia un plan para deshacerse de la rubia, sin embargo sus palabras quedan en el aire cuando la oji-plateada desaparece de su lado dejando pétalos rojos en su camino, cuando levanta la mirada ve a la chica detrás de su hermana lanzando un puño.

— Te conozco Rubs — la rubia sonríe cuando ve a su hermana usar su semblanza, salta hacia un lado esquivando un puño y patea hacia atrás golpeando el aire, la menor está nuevamente detrás suyo, pero la vuelve a ser esquivada.

— No sabes lo que aprendí durante ese año— dice la menor sonriendo de medio lado.

— Y tú no pareces recordar que no es combate uno a uno— Ruby se queda pensativa, el suficiente tiempo para que una sombra se acerque con rapidez y agarre su tobillo.

— ¡¡Hey!! — se queja intentando correr pero enredándose con la sustancia negra y cayendo de cara en el suelo.

— ¡Gracias! — exclama la rubia sonriendo a su compañera, la pelinegra asiente con ojos brillantes y sin moverse de su lugar, debajo de ella su sombra se mueve irregularmente.

— ¡Escúchame cuando te hablo! — Weiss aparece al lado de Ruby y un pico sale de su mano apuntando a la cara de Yang, la chica lo esquiva saltando hacia atrás y dándole una patada, fragmentos pequeños volando por todos lados — Gran error— los pequeños pedazos se detienen en el aire y apuntan a la rubia que comienza a correr mientras caen cerca a ella.

— Agh, yo puedo hacerlo no te preocupes — Ruby se levanta y todo su cuerpo se convierte en pétalos, se mueven y pronto quedan libre de la sombra que la agarraba — ¡ganaremos! —

— ¡Espera! — Weiss gruñe frustrada y todo el hielo lo apunta a la rubia; sabiendo que no puede correr para siempre, la más alta se concentra y cuando el hielo se acerca a su zona de riesgo una ola de calor derrite los pequeños pedazos, sus ojos cambiando de color.

Mientras tanto Ruby decide encargarse de Blake, la fauno no se mueve del lugar mientras las sombras toman vida propia y comienzan a atacar a la oji-plateada, al principio, entre más distancia hay, la sustancia negra es más escasa pero a medida que los metros se reducen más y más aparecen.

— Ya casi... — Ruby utiliza su semblanza para esquivar con rapidez y agilidad las sombras, una que va directo a su cuerpo la atraviesa cuando se desintegra en pétalos y vuelve a formarse ya fuera de su alcance — ¡¡Te tengo!! — la chica por fin llega a la pelinegra, lanza un puño directo a su cara pero se queja cuando golpea algo sólido, al frente solo tiene una masa negra que no deja ver a su anterior objetivo —Oh, oh...—

— ¡Ruby! — Weiss esquiva un golpe de Yang elevándose en el aire con una de su plataformas y observa como la oji-plateada es golpeada por una sombra mandándola volar. Como si estuviera patinando, alcanza a la chica y la agarra en el aire — ¡¿Qué demonios estás haciendo?! — pregunta a la chica quien abre los ojos lentamente.

— Puedo hacerlo... — murmura en respuesta intentando incorporarse, el tacto gélido de su compañera atraviesa su ropa y le causa escalofríos, algo de calor no le vendría mal.

— ¡Hey! ¡¡La pelea es acá abajo!! — un rayo de calor atraviesa la mitad de la fina placa de hielo y el dúo cae al suelo, uno de los chuzos sobresalientes del cuerpo de Weiss rompiéndose en el impacto y creciendo rápidamente.

— No, no puedes hacerlo si vas por tu cuenta, ¡Fue tú idea hacer equipos! Entonces ¡¿Por qué demonios no me escuchas?! — ambas comienzan a discutir y Yang se gira para mirar a Blake, ella se encoje de hombros.

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora