Trabajo En Equipo

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—Hey Sís, esas chicas, ¿Cómo las conociste? —pregunta Ruby ya cuando ambas se encuentran en el taxi camino a casa.

—Con Weiss fue cuestión de un trabajo, después te cuento más a detalle y con Blake... — la rubia duda un momento —Es... Complicado Ruby... — termina diciendo.

—¿Cómo así que complicado? — Yang puede confiar en su hermana y de echo estaría bien la opinión de alguien más.

—Después te cuento ¿Vale? — la mayor mira con disimulo al conductor y Ruby asiente —Pero por favor, si Adam te pregunta ni se te ocurra mencionarla ¿Ok? — aunque la menor no entiende a qué va tanto misterio no es el lugar y momento para hacer preguntas, había estado todo un año fuera entonces se ha perdido de muchas cosas.

El auto las deja a unas cuadras de la casa así que tienen que caminar durante 10 minutos. Cuando entran solo está Adam aunque claro, no demorarían en llegar los demás.

—¡Ruby! — exclama el chico acercándose y chocando los puños a modo de saludo —Wow veo que el entrenamiento dio sus frutos — comenta notando por debajo de la capa los músculos de la menor.

—Bueno, que puedo decir, hacen muy bien su trabajo — dice sonriendo, Yang saluda a Adam con un movimiento de cabeza, las discusiones los han separado, no mucho pero se nota en algunos gestos.

—Ya vengo Rubs, ¡Tengo un regalo para ti! — dice la rubia ahora entusiasmada y desapareciendo por la puerta de su habitación.

—Ruby... — la chica gira su cabeza hacia su compañero, el tono había cambiado —¿Cómo te pareció la mansión Schnee? — pregunta totalmente serio.

—Eh... Pues... ¿Bonita? — responde la joven nerviosa, el cambio de tema y actitud tomándola por sorpresa.

—¿Y sus integrantes? — las palabras de Yang llegan a su cabeza, no puede decir nada de Blake.

—Bueno, solo conocí a Weiss, es un poco demasiado seria — contesta recordando a la peli blanca, la había mirado con cara de pocos amigos.

—¿Y había alguien más? —las sospechan de Adam no se habían reducido, en cambio habían crecido y si Yang dice que no hay nada con la heredera, cabe la posibilidad de que haya otra persona.

—Oh bueno... Me contaron que la hermana de Weiss estaba en la oficina pero no pude conocerla— tuvo que hacer una pausa al inicio, la persona que que le había dicho eso había sido Blake.

—No te pierdes de mucho, créeme — dice el peli rojo cambiando de actitud a una más agradable —¿Pero le podrías hacer un favor a tu querido líder? —pregunta pasándose la mano por el cabello, Ruby asiente insegura —Quiero que analices la relación entre la Schnee y tu hermana, ¿Puedes hacer eso? —

—Si, claro — la peli corta hace uso de la cara de poker que le habían enseñado y  forma una sonrisa casual.

—¡¡Lo tengo!! — Yang aparece nuevamente con las manos detrás de la espalda y Ruby deja de cruzar los dedos —No sé si este regalo sea de cumpleaños o por tu regreso, como sea, te quedo debiendo uno — la rubia saca las manos y en ellas hay un paquete rectangular envuelto en papel regalo.

—OMG ¡¿QUÉ ES?! — Ruby salta de la emoción y le arrebata el paquete a su hermana, en menos de un segundo ya lo ha destapado y dejado a la vista un celular con la última tecnología —¡¡GRACIAS!!— salta sobre la más alta y la abraza amenazando con sacarle el aire.

—Ya no tenemos que estar más tiempo desconectadas — dice la rubia alborotándole el cabello.

Pasados unos minutos y el resto del clan comienza a llegar, cuando ya están todos reunidos en la sala miran el plano de la siguiente casa, las noticias de los asesinatos frecuentes a alarmado a la comunidad y aunque se han mejorado las medidas de seguridad, no es algo que no puedan manejar. El resto de la tarde se ocupa en el viaje, el trabajo es en otra ciudad, cuando llega la hora todos se colocan sus ropas negras, excepto Ruby porque no hay modo de separarla de su capa.

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora