Acercamientos

239 30 6
                                    

— ¿Rubén? ¿Estás bien? Llevas media hora ahí — se escucha a Weiss llamar en una de las habitaciones, está frente a la puerta del baño. Ha pasado una semana y el dúo había estado durmiendo en cuartos diferentes, la oji-plateada siendo la de la idea.

Si princesa, ya salgo — se escucha como respuesta en el interior, la heredera duda y se acerca a la puerta llevando la mano a la perilla pero deteniéndose antes de hacer algo más, suspira y se da la vuelta dejando la habitación.

Mientras tanto al otro lado la peli-corta espera a que las pisadas dejen de escucharse, a su alrededor todo está destruido, las cortinas de la ducha hechas pedazos, los objetos rotos cuando impactaron contra las paredes. Rubén esta con el cabello desordenado, algunos mechones en el suelo, sus puños y dientes apretados; se acerca al espejo y toma el lavamanos con fuerza, se ve cansada, pero más que eso... Desesperada... 

¡¡Maldita sea!! — grita golpeando con su puño el vidrio y dejando que los fragmentos se claven en sus manos, no siente nada pero ve la sangre brotar de dichos lugares — Ruby... ¿Donde estás?— pregunta en tono bajo sin dejar de ver su reflejo distorsionado.

Cuando termina busca entre sus cosas hasta encontrar lo que necesita, sale de la habitación y mira a los lados ubicando a uno de los trabajadores, se acerca a él pasando por detrás toqueteando sus hombros y quedando a su lado.

Limpiarás la habitación 5, comprarás lo que necesites y no le vas a decir nada a nadie  ¿Entendido?— dice con un tono amenazante mientras le pasa varios billetes.

— S... Si señora — responde el sujeto nervioso, la joven solo sonríe de manera inocente.

Muy bien, ahora nos estamos entendiendo— le da una palmadita en la espalda antes de caminar y bajar las escaleras, la heredera está en la sala con el ordenador sobre sus piernas y un esfero que muerde preocupada — ¿Que te tiene tan tensa princesa?— cuestiona usando su semblanza para llegar a su lado y mirar la pantalla, pero esta se cierra antes de que pueda leer algo.

— ¿Por qué demoraste tanto? La comida se enfrió — explica la más baja mirando esos dos ojos plateados y perdiéndose en ellos por algunos segundos.

¿No tienes una rutina de belleza semanal? Me sorprende que como la mujer que eres no entiendas —  responde el alter dramáticamente fingiendo sorpresa.

— Si... Pero... — Weiss aparta la mirada, se siente incómoda aunque sabe que su compañera con sus comentarios despreocupados intenta crear el ambiente ideal, el que tenían antes de que todo sucediera; pero han pasado 8 días y no ha habido rastro de Ruby, sabe que no está bien — ¿Los guantes son nuevos?— pregunta notando la tela que cubre desde la muñeca hasta la mitad de cada dedo

Si, ¿Te gustan?— cuestiona mirándolos — Dan un toque de chica mala ¿No crees? Pero cambiando de tema, tengo unas cosas que hacer así que no me esperes despierta

— Habíamos quedado en que no ibas a salir— refuta la peliblanca frunciendo el ceño.

Ah si... ¿Pero qué esperabas? ¿Acaso vas a mantenerme encerrada? ¿Congelarme?— la heredera levanta una ceja — No respondas esa última, pero enserio, este lugar es muy grande pero la última vez que salí fue para arreglar el tema del WF, como sea, nos vemos — y sin decir más se retira dejando un camino de pétalos que desaparece por la puerta.

— Agh... — Weiss vuelve a abrir el portátil y mira el número en una esquina de la pantalla, saca el scroll y marca, en el segundo timbre una voz femenina contesta — ¿Hola?... Si, buenas tardes... Me preguntaba cuando estaría llegando... ¿Mañana?... ¿En la tarde?... Claro... Muchas gracias... — cuelga     

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora