Capítulo 4

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Lore no está sorprendida porque ya sabía de la existencia de Alan. Pero los demás, ¡los demás! ya he quedado mal enfrente de todos, e incluso siento que todo el restaurante me está mirando aunque realmente no sea así. Hasta él se está dando cuenta de lo que dijo, porque de repente se ve muy incómodo. No soy especial, así trata a todas las mujeres. No es como si no lo hubiera visto coquetear con otras por ahí. A mi me puede decir pastelito, a otra terroncito, a otra florecita, y así se la pasaría. ¡¿Acaso le gusta etiquetar a las mujeres con motes idiotas?!

¡Ni siquiera sabe mi nombre!

—Valeria. ¡Mi nombre es Valeria! —le grito —¡No pastelito!

No se iba a quedar en paz hasta que se lo dijera. 

Ahora sí que me están mirando raro. A pesar de la incomodidad, el cretino sonríe y usa su cara de seductor. El que mas me está mirando es Daniel, en el fondo quiere explicaciones. Pero también mira a su amigo, como si en el fondo estuviera burlándose de él.

—¡Te lo tenías muy escondido, bro! —lo codea su amigo sentado en la mesa—. Hasta ahí llegó tu juramento de nunca caer por una mujer.

—No es así—rueda los ojos—. Es solo un juego.

Ignoro la pequeña punzada que siento en el fondo del pecho. Claro que es solo un juego, ya lo sabía.

Nos sentamos. Trato de no sentirme incómoda pero es imposible. Él no me mira, sino que trata de concentrar su atención en sus amigos y en Lore, incluso bromea con ella pero la mira con algo de hostilidad. Lore solo le sonríe de vuelta. Dudo que se haya dado cuenta de que no le cae bien a Alan, aunque es como si me estuviera perdiendo de algo.

La jalo de la manga. Ella me mira mientras Daniel habla con sus amigos.

—¡¿Por qué no me lo dijiste?! —le grito susurrando.

—No lo sabía—me responde—. Sino lo habría reconocido. Sabes que me encontré con él antes y ya lo distinguía.

—Debí saberlo—me tapo la cara con tragedia—. Salgamos de aquí Lore, voy a perder la cordura.

Mi amiga me mira con cara de circunstancias, como diciéndome "sabes que no podemos irnos así como así porque sería descortés". A pesar de eso se pone de pie y toma mi mano.

—Discúlpennos, tenemos que ir al baño. Ya saben, cosas de mujeres que tienen que ir al baño juntas —se ríe.

Daniel la mira con sospecha como diciendo "ese cuento no me lo trago", pero lo que mas me mata es sentir la mirada de Alan sobre mí después de estarme ignorando toda la noche. El aire es asfixiante, estar en el mismo espacio que él se siente asfixiante. Este encuentro tan raro no debió haber sucedido.

—Wow, tranquila —me abanica la cara cuando hemos llegado al baño—. Nunca te había visto así, Valeria.

—Es que me pone de los nervios...—suspiro— No es nada.

—Ajá... —sonríe con malicia —. ¿No será que él te atrae?

¿Qué él me qué? ¿Acaso se ha vuelto loca? No puedo ni estar cerca de él, por si no se ha dado cuenta. Además yo no le importo, ¡ni siquiera sabía mi nombre! Bueno, yo no se lo había querido decir, ¡pero igual no sabía mi nombre! ¿No se supone que si yo le interesaba debía haber averiguado mi nombre en algún lado? Auxilio, ya estoy divagando.

—Estás loca—farfullo—. No vuelvas a sugerir algo así.

—¿Por qué no? —pregunta con inocencia.

—¡Porque es un jugador!

—¿Un jugador?

—Alguien que solo ve a las mujeres como un juego y que no le interesa una relación seria. Tu misma lo escuchaste decir que soy un juego.

—Creo que estás exagerando—me mira con sospecha.

—No, no lo estoy. Además... —me aprieta el pecho cuando lo veo— no voy a caer por alguien que es obvio que me destruiría.

Es la verdad. Alan es atractivo y se nota que muchas mujeres caen por él, pero a la misma vez si está soltero es por una razón. No quiero pensar en ello, no quiero que me atraiga. Entre más rápido descarte esa posibilidad, será mas fácil mantener la cordura. Además no quiero que la historia de Esteban se vuelva a repetir. Son demasiadas similitudes como para volver a caer en el mismo error.

—Lo siento, Lore—agacho la mirada—. Arruiné la noche.

—Hey, no arruinaste nada—sonríe, poniéndome una mano en el hombro—. ¿Quieres que vayamos a tu apartamento y tengamos una noche de chicas?

Sorbo por la nariz. Estoy estresada últimamente  y creo que Lore lo intuye.

—No, tengo que poder con esto—la miro con decisión—. No tengo razones para irme.

En teoría no, el hecho de que él este aquí no debería afectarme. Quiero decir, por donde sea que se mire sigue siendo una realidad que él no me ha hecho nada. Sin embargo no entiendo por qué sus desprecios me producen un pequeño dolor aunque ni siquiera somos amigos.

—Bien. Pero estoy aquí, ¿sabes? —dice, poniéndome un brazo sobre los hombros.

—Lo sé—sonrío—. Gracias Lore.

Ambas salimos del baño tratando de disimular lo mayor posible. Respiro profundo y comienzo a conversar con ellos, haciéndome notar. No me importa si tengo que opacar a Alan o hablar sobre él para hacerme oír. Esta es mi noche de relax y él no me la va a arruinar. Además Diego resulta ser super agradable. Incluso me pregunta sobre mi trabajo en Astaron y parece realmente interesado. Él si es una persona amable.

En un ataque de rebeldía los convenzo de ir a un bar cercano y comienzo a beber. Los demás me miran con sorpresa, pero luego se piden cervezas para ellos también. Y así, una noche estresante se convierte en una alegre y divertida. Al diablo que Alan me ignore, al diablo que mis compañeros de trabajo no me aprecien. Ni siquiera me interesa la soledad de mi apartamento. No tengo que preocuparme por eso ahora.

—¡Wow, tranquila! —dice Diego riendo mientras pido algo mas fuerte. Quiero perder la cabeza—. ¿Acaso vas a gastarte todo tu salario esta noche?

—¡¿Qué importa?! ¡Para eso me pagan!

—¡Salud por eso! —se ríe. Chocamos nuestros vasos mientras Alan nos mira con cara de mustia.

¿Y ahora qué bicho le picó a ese?

Solo hay un problema. Lore y yo no tenemos tanta resistencia al alcohol como pensábamos. La noche se va volviendo borrosa a medida que avanza, hasta que en algún punto termino recostada contra mi silla. Escucho los susurros de Daniel.

—No puedes beber más, Lorena.

—Pero está rico...

Se ríe.

—Es la primera vez que escucho a alguien decir que la cerveza está rica—sonríe—. Vamos, pidamos un taxi y vayamos al apartamento. Creo que yo también estoy algo borracho.

En algún punto se ponen de pie y comienzan a caminar, hasta que salen del lugar. Creo que nunca había sentido un nudo tan grande en la garganta. Se fueron. Se olvidaron de mí. Trato de seguirlos, pero estoy tan ebria que no puedo levantarme. Envidio a Lore porque no está sola, y siento que al irme a ventas tomé la peor decisión de mi vida. Hasta se olvidó de mí por irse con Daniel.

Desde el principio de la noche, yo solo estaba sobrando.

🎮

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#ExperienciaPropia

No, que me abandonen en un bar no :v -aunque casi lo hace el cabrón-. Me refiero a estar sobrando en una salida con amigos, y mas cuando es una ida a tomar.

¡Gracias por pasar por aquí! Ahora solo queda esperar a que a Valeria no la asalten de camino a su apartamento xD


Valeria por el premioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora