Estoy muy nerviosa. De verdad voy a hacer esto, por primera vez en mucho tiempo siento la adrenalina de experimentar algo nuevo. Estoy cansada de la rutina y de no esperar nada del futuro, sé que si al menos gano este torneo tendré un triunfo del que podré alardear. Nadie va a arrebatarme esa sensación. Stella y los chicos piensan igual, y aunque no nos conocemos muy bien, somos capaces de coordinarnos como equipo. La primera partida que jugamos fue rara, pero después de eso nos comunicábamos por el chat de voz, planeábamos jugadas y aunque la situación era algo tensa, de una u otra forma logramos entendernos.
Victor, Adam y Eric son personas misteriosas, pero son buenos jugando. No importa si no les agradamos del todo, necesito un equipo para lograr lo que busco.
—Estoy nerviosa—dice Stella a mi lado. Estamos todos en una salita oscura con luces neones, esperando nuestro turno—. ¿Crees que podremos? No entrenamos lo suficiente.
—¡Todo es mentalidad! —la sacudo de los hombros—. Puedes ganar partidas que creías perdidas así como puedes perder partidas que en tu cabeza ya estaban ganadas. Y la vida funciona así también.
—Pero...
—Tú puedes—le digo, mirándola fijamente. Necesito que crea en sí misma si quiero lograrlo—. Confía en eso.
—Tengo miedo—agacha la mirada.
Yo también.
—Lo sé—le sonrío—. Pero no dejes que eso te aleje de tu sueño.
Stella duda pero al final me mira con ojos brillantes y asiente. Puede sentir lo mismo que yo, las ganas de demostrar nuestras habilidades y ganar reconocimiento. Ella quería participar en un torneo desde hace tiempo y esta es nuestra oportunidad. Ambas nos tomamos de las manos y nos miramos con emoción. ¡Sí! ¡Vamos a lograrlo! ¡Vamos a entrar, cueste lo que cueste!
—Son taaaaan tiernas—se burla Victor al lado nuestro.
—El compañerismo de las mujeres es digno objeto de estudio —dice Eric, acomodándose las gafas—. Es como el por qué siempre van al baño juntas. ¿Acaso el ambiente en el que crecen las hace tener estos comportamientos extraños?
—No, solo que los hombres son fríos y sin corazón—me burlo, pero al recordar algo no digo más. Alan no fue precisamente frío el sábado. ¿Por qué pienso en eso? ¿Por qué me gusta recordarlo?
—Oye, bájale la espuma a tu chocolate—se queja Adam, echando su largo cabello negro hacia atrás—. No te hemos hecho nada.
Es verdad, ¿qué estoy haciendo? No debo pelear con ellos, si empezamos mal no llegaremos muy lejos.
—Lo siento, estoy irritable—me quejo—. Y nerviosa también. ¿Ustedes no tienen miedo?
Adam y Eric dicen que si, mientras que Victor asegura que no con una sonrisa arrogante. Ruedo los ojos, será mejor que los ignore. Devuelvo mi vista al frente, pero algo llama mi atención. Es Daniel, abriéndose paso entre la gente, como si buscara a alguien. ¿Qué estará haciendo aquí?
—¿Escuchaste que el equipo Phoenix está arrasando? — comenta alguien a mi lado—. Dicen que son buenísimos, en especial el chico que juega de jungla.
—Sí, fueron los primeros en clasificar. Espero que no nos toque contra ellos pronto.
—¡Valeria!
Salto en mi sitio. Lorena está frente a mí con una gran sonrisa. Salta sobre mí para darme un gran abrazo. ¿Qué hace aquí? Le conté sobre la fase de preselección pero no pensé que vendría hasta aquí.
—¡Lore! ¿Qué estás haciendo aquí? —la miro, gratamente sorprendida.
—¡Lorena! —Stella la saluda con emoción—. ¿Viniste a vernos?
—Ehhh sí, por supuesto—ríe con nerviosismo—. Hay un gran público allá adentro, pero quise venir para darles ánimos.
Algo huele mal aquí.
—¿Entonces vas a vernos jugar? —pregunto, algo dudosa.
—Claro—me pone una mano en el hombro—. Sé que no quise participar en esto, pero eso no significa que no te apoye.
Sonrío, conmovida. Es bueno que al menos esté aquí para darme ánimos, eso demuestra que es una buena amiga.
Nos llaman. Es nuestro turno. Estoy nerviosa, no sé si lo lograremos, pero tengo que confiar. Vamos a lograrlo, estoy segura. Lore me da un abrazo reconfortante y me desea buena suerte. Me estará viendo desde las gradas.
—Pase lo que pase, ya eres una ganadora para mí—me dice, sonriendo.
Le devuelvo el abrazo. Eso es muy dulce, pero quiero ser una ganadora de verdad.
Y así, empezamos la partida contra Atom, uno de los equipos que busca pasar la preselección. Cuando nuestros personajes aparecen en partida estoy nerviosa, me tiemblan los dedos y no sé que hacer. Pero escucho la voz de mis compañeros y recuerdo mi sueño, con eso es suficiente para que no me rinda. Así empezamos una intensa partida de media hora, pero finalmente nos alzamos en victoria.
Y mientras grito de felicidad, veo que Lorena, Daniel y Alan me están mirando desde las gradas. Pero mis ojos se quedan pegados en Alan, en su sonrisa y en el hecho de que vino a verme.
—¡Lo hicimos! —grita Stella, emocionada.
—Bien hecho—sonríe Eric—. ¡Pasamos a la fase oficial!
—Bueno, ahora tendremos que entrenar duro—dice Victor—. Cosas mas duras nos esperan.
—Oye, al menos muestra algo de emoción—le digo.
—Por cierto, ¿con qué nombre nos registraste? —le pregunta Adam a Victor.
Palidezco. ¿Él escogió el nombre del equipo? Espero que no haya sido algo muy horrible.
—Los novatos —dice.
¿Los novatos? Me mareo, tiene que ser una broma. Este hombre sin duda quiere que perdamos. Si llegamos a ganar va a ser muy irónico.
Me despido de ellos y también de Stella, no antes de cuadrar nuestro próximo entrenamiento. Salgo corriendo hasta donde están Lore y Daniel. Busco a Alan con la mirada pero veo con decepción que no está cerca. ¿Se habrá ido? Pensé que había venido a verme.
—¡Lo lograste! —grita Lore, emocionada.
—Sí...
—¿Qué pasa? —pregunta Daniel—. Deberías estar feliz.
—Esto... —no se como decirlo. ¿Debería decirlo? — ¿Alan estaba por aquí? No, tal vez lo imaginé.
Lore y Daniel se miran el uno al otro, como si compartieran un secreto. ¿Qué sucede?
—No imaginaste nada —dice una voz desde atrás. Me agarra en un abrazo apretado y por dentro estoy saltando de alegría. No debería emocionarme tanto por él. ¿Qué me está pasando? —. Felicidades, pastelito.
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Askdjalskjdl que tiernooooo. Pero un momento, ¿Alan realmente fue a verla?
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Valeria por el premio
Short StoryCuando su mejor amiga consigue pareja, Valeria comienza a sentirse mal porque se da cuenta de que su trabajo y su videojuego favorito son todo lo que le da sentido a su vida. Sin embargo un día una oportunidad de oro aparece frente a sus ojos, cuand...