Capítulo 22

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Después de ese día Alan comenzó a evitarme. Cada que me veía salía corriendo, ya sea apresurándose para subirse al ascensor o a su apartamento. Ahora me pregunto si la cagué tratando de alentarlo cuando estaba triste por lo de su madre. Lore dice que no debo preocuparme mucho por ello, que ya sabían como era Alan y que no debía prestarle mucha importancia. Pero entre mas me preocupaba, mas crecían sus sospechas sobre mis sentimientos por él.

Comencé a temer que estuviera en lo correcto.

Pero es algo cruel juzgar a Alan de esa forma, sobre todo después de lo que dijo Daniel.

—¡¿A qué vino eso?! —pregunto, ofuscada—. ¡Solo estábamos viendo una película!

—Valeria... —trata de excusarse él.

—No, sé que eres mi jefe y el novio de mi amiga, pero no tienes por qué meterte en mi vida personal—lo señalo con el dedo. ¿Podrá considerarse esto irrespeto a la autoridad? ¡Me vale! —¡Y tú, Lore! ¡No deberías estar de acuerdo con él!

—Y no lo estoy —se cruza de brazos, mirando a su novio con desdeño—, pero en parte tiene razón. Así como en parte tienes razón tú.

Suspiro con pesadez. Eso no dice mucho.

—Valeria, sé que no debería meterme, pero conozco a Alan—me asegura Daniel , mirándome fijamente—. Como si no me hubiera quedado mal varias veces.

—¿Por qué dices eso?

—Alan es solo un hombre que se negó a crecer—suspira.

—¿De qué hablas? —me pongo las manos en la cintura—. A mi me parece bastante maduro.

—¿Te ha dicho en qué trabaja? ¿Qué hace con su vida además de jugar y coquetear con mujeres? ¿Sabes si tiene alguna aspiración en la vida? —comienza a preguntar. No tengo respuesta para ninguna de esas cosas—. Es un gran amigo, pero no confío en él.

Es verdad que no sé en qué trabaja, pero alguna vez me dijo que tenía experiencia en productos de limpieza y esas cosas cuando estábamos limpiando mi apartamento. ¿Acaso eso significa...?

—Daniel... —Lore lo mira con consternación—. ¿No has pensado en darle trabajo?

—Él nunca me lo ha pedido—se encoge de hombros—. Además no le gustaría.

Es posible que Alan tenga un trabajo humilde, o que no trabaje en lo absoluto. Pero si no trabajara no tendría con qué vivir. ¿Qué sucede?

—Deberías considerarlo—le dice Lore.

—Alguna vez lo intenté, pero solo se rio y me dijo que no sería un esclavo mas del socialismo. O algo así.

Wow.

—¿Alan trabaja? —me atrevo a preguntar.

Daniel no dice nada por unos cuantos segundos.

—Creo que es mejor que nos vayamos, amor—le dice a Lore. Le extiende la mano.

Lorena me mira con duda, como si no supiera si tomar la mano de su amado o quedarse conmigo. Pero con una mirada le indico que debería irse. Me gustaría intentar hablar con Alan de nuevo. Sé que dije que lo dejaría solo, pero al menos podría intentar tocar la puerta.

Pero luego de que se fueron me dirigí a su apartamento. Esta vez si se aseguró de asegurar la puerta.


—Muy bien, si Alan tuviera un trabajo humilde, ¿cuál es el problema con eso? —pregunto mientras voy con Lore y con Stella a almorzar.

—No sabía que tuvieras un flechazo por el jungla de Phoenix—dice Stella, caminando con las manos detrás de ella.

Valeria por el premioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora