Empecé a planear la mejor estrategia del mundo. Para vencer a Alan tenía que ganarle en el torneo y en la vida real. ¿Así que era un experto jugando con las mujeres? En fin, parece que se le da muy bien jugar con cualquier cosa en general. Pero mi repentino interés en mejorar nuestras estrategias para ganar el próximo encuentro dejó sorprendidos a mis compañeros. Victor no dejaba de preguntar qué me pasaba y si estaba tramando algo malo, se nota que aun no confía en mí. De hecho, parece bastante desconfiado hacia todo el mundo, en general, aunque con sus amigos se nota un poquito menos.
Pero no dejo de recordar lo que vi. No sé por que me causa este frío que me destruye por dentro. Ya sabía la clase de persona que es él. Ni siquiera sé por qué me deprimo. ¿Tal vez porque en el fondo había empezado a encariñarme con él? Extraño verlo, pero he evitado salir del apartamento los últimos días para no tener que enfrentarlo, por suerte no me lo he encontrado cuando me voy a trabajar, ya que me he estado yendo mas temprano y regresando mas tarde. Siento que si lo miro a la cara voy a recordar eso de nuevo.
Soy un juego. Un juguete. No puedo querer a una persona que solo me considera un pasatiempo.
Pero hoy ya tengo que salir al supermercado a comprar algunas cosas. Mi nevera comienza a vaciarse y debo recolectar provisiones. Sobre todo porque ya se me acabaron los Doritos. Agarro el pomo de la puerta para salir, pero me detengo al escuchar su voz. Está hablando con alguien.
—Ya te dije que no tengo ganas.
De inmediato despierta mi curiosidad. Pero no, no debo escucharlo, es un cretino y entre más rápido me olvide de él mejor será. Pero no me puedo mover. Los latidos se aceleran poco a poco, como si fuera un metrónomo que va aumentando de velocidad. Podría abrir la puerta... y verlo.
—Porque no—continúa él. ¿Estará hablando por teléfono?—. No tengo que darte explicaciones a ti. Es solo diversión. No... ¿y qué si hay otra? Solo déjame tranquilo.
El frío me invade y ya no siento mis dedos agarrando el pomo de la puerta. Pero la impresión se convierte en rabia. Era una mujer. La trataba como a mí. ¿Es eso? ¿Las mujeres solo son un juego para él? ¿Qué clase de persona es él? Si está buscando entretenerse de esa forma que no cuente conmigo.
Ni siquiera sé por qué me estoy escondiendo para no verlo. ¡Vivo aquí también! Abro la puerta de forma estruendosa. ¡Puedo salir y entrar cuando se me dé la gana!
No lo mires, no lo mires...
Pero lo miro. Está ahí, con el celular en la mano y una expresión curiosa en mi dirección. Por un momento mi pecho se llena de alegría al verlo, pero ese sentimiento es reemplazado rápidamente con la rabia y la decepción. Solo soy un juego. Una diversión. Decido ignorarlo mientras dejo mi apartamento cerrado.
—Hola—me saluda, y por alguna razón suena algo nervioso.
Estoy a punto de ignorarlo, pero caigo en cuenta de que si lo hago le daré poder sobre mí. No, no le demostraré que me domina o que siento algo por él.
—Hola—lo saludo. Ahí, ten el frío de mi indiferencia.
Alan baja la mirada hacia la bolsa de compras vacía que llevo en la mano.
—¿Vas a comprar algo?
Por favor, vete y déjame sola.
—Sí.
—¿Quieres que te acompañe?
¡¿Qué?! Debo haber oído mal. Seguro es uno de sus trucos para meterme en su cama. Me trago la rabia todo lo que puedo.
—Estoy perfectamente, gracias—farfullo.
Evito mirarlo hasta que llego al ascensor. Cuando estoy dentro es como si hubiera estado conteniendo el aire todo el tiempo. Suelto una enorme bocanada y respiro. ¡¿Acompañarme?! ¡¿Por qué haría eso?! ¡Solo soy un entretenimiento para él! ¡¿Por qué querría hacer algo así?!
—¿Qué te pasa? ¿Tienes problemas de respiración?
¡Mierda!
—Y fuera de eso eres bastante asustadiza—se ríe.
—¡¿Qué haces aquí?!
—Pues es el ascensor. ¿Qué no ves?
No. ¡No lo vi entrar! ¡¿En qué momento...?!
—Sabes, cuando una mujer dice que está perfectamente es porque no está perfectamente —dice, cruzándose de brazos—. ¿Podrías decirme que te pasa?
—¿A ti qué te importa? —pregunto, ofuscada. ¡Déjame tranquila! Contigo cerca no puedo pensar bien.
—Si que estás molesta —se burla, pero luego su sonrisa se borra. La forma tan intensa en que me mira podría derretir a cualquiera. Entonces me habla con un tono de voz grave y pausado—. Creí que nos estábamos llevando bien. ¿Te hice algo?
Trago grueso mientras trato de no recordar de nuevo las palabras que le dijo a sus amigos. ¿Cómo espera que me lleve bien con él si no me verá como un igual? ¿Como una persona? Me duele mucho, de verdad pensé que en el fondo era una persona buena, o que al menos me consideraba. Pero no es así. Si caigo mucho en su red, me destruirá sin sentir remordimiento. Pero él no puede saber que lo estuve espiando.
—¿Por qué lo dices? —pregunto, desviando la mirada.
—Casi no me has mirado a los ojos—su mano toma mi mejilla y me acerca a él. Su tacto quema sobre mi piel—. ¿No te agrado? Porque tú si me agradas.
Niego con la cabeza, dolida. No es verdad, yo no le agrado, solo soy algo de lo qué burlarse. Me duele mucho, más de lo que creí.
—¿Pastelito?
—N-No me llames así...—murmuro.
—No puedo evitarlo—sonríe. Su pulgar pasa por mi mejilla y cierro los ojos con fuerza. ¿Por qué se me acelera el corazón? Duele mucho—. Tus mejillas se ponen rosaditas cuando estás sonrojada, como un pastelito.
Me separo de él. Necesito poner distancia. ¿Por qué está haciendo esto? Acabo de oír como despachaba a una chica por teléfono. ¿Así va a tratarme cuando se aburra de mí?
—Solo creo que no es correcta la forma en como tratas a las mujeres —digo, incómoda.
—¿Ah sí? —su tono de voz suena burlón—. ¿Y cómo las trato, según tu?
—Como si fueran un juego.
Se queda callado por un momento, pero luego siento como sonríe. Solo quiero que las puertas se abran. Me arden los ojos. Quiero salir de aquí.
Alan me quita la bolsa de mercado de las manos.
—¿Qué haces?
—Te acompañaré. Estoy aburrido y no tengo nada más que hacer.
Agacho la mirada, colérica. Solo viene conmigo porque está aburrido, no porque le importe. Tengo que deshacerme de él.
🎮
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🤔 ¿Pero por qué a Valeria le molesta tanto? ¿Tal vez siente algo por él? ¿Pero qué pasa con Alan?
¡Buenas noches, gente! Está a punto de acabar el día, ¡pero les traigo este capítulo a tiempo! 🤗
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Valeria por el premio
Short StoryCuando su mejor amiga consigue pareja, Valeria comienza a sentirse mal porque se da cuenta de que su trabajo y su videojuego favorito son todo lo que le da sentido a su vida. Sin embargo un día una oportunidad de oro aparece frente a sus ojos, cuand...