Valeria por el premio

Segundo encuentro

« Toc toc».

—¿Alan? — «Toc toc»— ¿Estás ahí? Me pediste que pasara por ti. ¿O ya te fuiste? No me dijiste como te fue con la sorpresa para tu madre.

Silencio.

—Hmm... ¿tal vez ya se fue? —su voz suena desilusionada. Luego suspira.

« Toc toc».

« Toc toc».

« Toc toc».

Silencio.

Los pasos se alejan por fin.

—¡Bienvenidos al segundo torneo!—grita el anunciador, saliendo al escenario—. ¡Wow! ¡Esto se pone cada vez mas intenso! Recuerden no descuidarse, a cualquier paso podrían irse al agujero.

—Uuuuuhhhh —vocea el público.

—¡Recuerden darlo todo! Nota par a el equipo de Phoenix: el jugador que les falta debe llegar en media hora o deben encontrar un reemplazo. ¡Así que muévanse!

—¿Cómo? ¿Falta un jugador? —pregunto, cerrando la cortina.

—Es Phoenix, ¿no? El equipo que estaba aplastando a todos en el primer encuentro —dice Stella, animada—. Esto es una ventaja para nosotros.

—¿Lo es? No nos toca contra ellos—dice Adam.

Lore llega corriendo mientras mira hacia los alrededores. Cuando me ve, su cara parece de alivio. ¡Vino a apoyarme!

—Valeria, ¿has visto a Alan?

—¿A Alan? No lo sé... —pregunto, incómoda por el hecho de recordar que se vino sin mí. Me dolió, quería verlo y saber como le había ido con su madre—. Debe estar por ahí.

Se separa de mí y se cruza de brazos. Se pone pensativa pero también luce algo triste. No entiendo su reacción, ¿qué pasa?

— ¿Qué pasa?

—Nada—bate la cabeza de un lado a otro—. ¿Es posible que Alan no haya venido?

—Lo dudo mucho... —digo, pero hasta yo me lo estoy planteando—. Quiero decir, este torneo significa mucho para él. ¿Por qué lo haría?

¿Será posible? No, eso no puede ser, él estaba muy emocionado por el torneo. Es cierto que no me abrió la puerta, pero eso no quiere decir que esté en casa. Quiero decir, ¿qué razones tendría para faltar? Mas aún, ¿qué razones tendría para venirse hasta aquí sin avisarme? Fue él quien me dijo que pasara por su apartamento antes de venir aquí.

—Alan quiere renunciar al torneo—comenta Lore—. Pero solo está dolido, y Daniel está seguro de que está cometiendo un error. Me pidió que viniera a preguntarte si lo habías visto. Tal vez haría el esfuerzo y vendría, pero después de lo que pasó...

Abro los ojos a más no poder. Eso no es posible, hasta hace poco estaba convenido de ganar. ¿Dolido? ¿Por qué dolido? No entiendo nada.

—¿Qué? —No puedo creerlo—. ¿Pero por qué tomó una decisión así tan de repente?

—¿No lo sabes? —pregunta, entrecerrando los ojos hacia mí.

—¿Saber qué?

—Valeria... la madre de Alan murió esta tarde.

🎮

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Wow, ni yo me esperaba esto. Pero a un amigo se le murió el papá la semana pasada, y fue como muy impactante porque fue de un momento para otro. ¿Pero entonces donde está Alan?