Carol, solo iba persiguiendo sus sueños, siendo tan liberal y sin intensiones a ataduras, nada podía anclarla en un lugar, le gustaba volar libre como el viento.
Andrés, cansado de la vida, sin animos de continuar por el mismo rumbo, se ve envuelto...
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Estaba caminando por la misma calle una y otra vez, pero estaba perdida, no lograba ubicarme en el lugar.
Iba de vuelta a donde estaba para ver si me lograba orientar pero, seguía sin saber donde me encontraba.
Ya había retirado los papeles, había llegado bien al lugar, sin embargo, cuando salí no encontré el camino de regreso.
Patética, lo sé.
Saqué mi teléfono haciendo lo que no quería hacer.
Carol: Cuando salgo del ministerio que camino debo tomar? Derecha o izquierda?
Andrés: ¿?
Andrés: Donde estas?
Carol: NO LO SÉ!
Carol: Muy perdida.
Llamada entrante de Andrés.
Suspiré y atendí la llamada avergonzada.
—¿Dónde te metiste chama? —preguntó divertido apenas descolgué.
—Ya busque los papeles pero ahora no sé volver —Me quejé y senté en la vereda.
—Por eso te dije para acompañarte, pero eres terca —lo escuché reír y luego me dio indicaciones para volver.
—Ya me ubiqué, gracias —dije al encontrar la calle por la que había llegado.
—Avísame cuando estés en casa para ir a verte antes de que te vayas.
—Esta bien —acepté nerviosa y me despedí para guardar mi teléfono.
Caminé por la bendita calle que había perdido en un principio, llevaba una hora perdida, pero como no todo puede ser color de rosa, arrancó a llover.
Así es, señoras y señores.
Una gran tormenta eléctrica se desató mientras iba caminando a mi casa.
Traté de caminar bajo lluvia, pero era muy fuerte y me empañaba los vidrios de los lentes impidiendo ver. Me metía bajo techos para secar mi cara y lentes, cuando agarraba ánimo, seguía mi camino. Algo que hubiese hecho en 30min lo termine haciendo en una hora, por las pequeñas paradas que hacia para escurrir el agua.
Y sí, como la suerte se burlaba de mi, paró de llover una calle antes de llegar a mi casa.
—No te burles de mi clima —refunfuñé mirando el sol salir.
