V E I N T I C U A T R O

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Las desgracias no dejarían de pasar por más optimista que fuese en la vida, a veces solo debes agarrarte con fuerza de la baranda mientras termina la tempestad

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Las desgracias no dejarían de pasar por más optimista que fuese en la vida, a veces solo debes agarrarte con fuerza de la baranda mientras termina la tempestad.

Es por eso, que esa noche, saliendo de nuevo a las 3am, porque era mi semana nocturna, no creí que todo fuese mal.

No tenía dinero para el taxi de vuelta a casa, así que acordé con un compañero para que me dejara en una estación de servicio, para esperar hasta que pasaran los colectivos y volver a mi casa.

Cuando estábamos cerrando, encendí mi teléfono y me entró un mensaje de Marie, era una captura de un mensaje que le había mandado Nora, diciendo que recién lo había visto, no lo quise ni leer, era un testamento, pero supuse que era más de lo mismo, eres una perra. Así que molesta y cansada se lo reenvié a Andrés y le dije que alejara a su loca de mi, que no podía lidiar con ella en ese momento de mi vida, él me respondió al toque, diciéndome que no me preocupara, que él hablaría con ella.

Molesta, guardé mi teléfono y me subí a la moto de mi compañero, me dejó en la gasolinera y me despedí agradeciéndole, saludé a los policías y me senté en una mesa cerca del enchufe y conecté mi teléfono. 

En casa me habían cortado la luz, por que el inquilino anterior debía un año de expensas, así que hasta que él no pagara, no me devolverian el servicio, por lo que aprovechaba de cargar en cualquier lugar. 

Me estiré en el asiento, cansada, con mis extremidades doliendo, con mi estomago rugiendo; mis padres no me había podido mandar más dinero, aún seguían pagando los gastos funerarios de mi abuelo y debía sobrevivir hasta que me pagaran, solo me pagarían dos semanas, pero me daría hasta fin de mes, o eso esperaba.

Supuestamente solo debía esperar una hora allí, ya que según Flor, los colectivos empezaban el servicio a las 4am, traté de entretenerme con el teléfono, mantenerme despierta, cuando dieron las cuatro, salí caminando apresurada hasta la parada, no quedaba muy lejos, pero era una zona peligrosa.

Pasó un chico en una moto al otro lado de la calle y se me quedó mirando, alerta lo seguí con la mirada y cuando dio la vuelta, comencé a correr hacia la parada, pensando que no me alcanzaría con su moto, pero cuando estiró un brazo hacia mi mochila, me crucé frente a él haciéndole perder el equilibrio, los dos caímos al pavimento, él se tardó más en levantar su moto y yo aproveché para correr de vuelta hacia la gasolinera, donde curiosamente habían dos policías, su mirada me dio tanto miedo que estuve a punto de hacerme pis en los pantalones, no era solo una mirada de que iba por mi mochila, fue una mirada de que iba por todo, el repaso de sus ojos sobre mi cuerpo que hicieron temblar y no de buena manera, el chico se me pegó atrás, así que viendo sus intenciones, doble en una calle contramano cuando iba saliendo un auto y me escondí tras un árbol. 

Con el corazón latiendo desbocado, me aseguré de que no volviera, pero me tuve que quedar allí porque él pasó tres veces frente a mí, buscándome.

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