Estaba terminando de preparar el almuerzo para darme una ducha y dormir la siesta, ese día no tenía clases, pero Marie si, así que le guardaba comida para cuando volviera.
Salí de la ducha y estaba atando mi bata de baño cuando escuché el timbre de casa. Extrañada caminé en silenció y pregunté quién era, Andrés murmuró yo desde afuera. Abrí con el ceño fruncido y él me miró de arriba a abajo.
—¿Qué haces aquí? —Pregunté desconcertada mientras me hacia a un lado para que entrara.
—Salí de clases y sabía que tú estarías aquí, perdón si te incomodé —carraspeó nervioso desviando la mirada.
—¿Comiste? —Pregunté tapándome más con la bata. Él negó con la cabeza y me fui a la cocina para servirle comida.
Le puse el plato en la mesa y le dije que me iría a vestir mientras él comía, me agradeció mientras me encerraba en la habitación.
A pesar de que afuera hacia frío, dentro tenía encendida la calefacción por lo que me puse un short y un suéter, salí peinándome el cabello y ya él había terminado de comer.
Iba a retirar su plato cuando me tomó de las manos y me sentó en sus piernas.
—Deja, ya yo lo recojo —susurró en mi oído metiendo su cabeza en mi cuello— hueles rico.
—Me acabo de bañar, ha de ser eso —traté de bromear para sacar un poco los nervios de mi cuerpo.
Me levanté de sus piernas y él fue a lavar su plato, me fui al cuarto a buscar mi teléfono, pero cuando iba a salir, él estaba entrando haciéndonos tropezar, me tomó del brazo y me arrastró con él hasta la cama.
Nos acostamos en silencio, él recostado en mi pecho, mientras le hacia cariño en el pelo.
Levantó la mirada y se me quedó mirando.
—Por favor, dame un beso —Pidió en un susurro.
Suspiré y cerré los ojos.
A pesar de que lo había rechazado varias veces, no habíamos hablado del tema, por lo que creí necesario poner los puntos claros.
—Tienes novia Andrés, por más que nuestra atracción sea física y yo no esté buscando una relación seria, no significa que quiera ser la otra —dije seria, mirándolo a los ojos.
—¿Quieres ser el todo de alguien? —Me miró abatido.
—No, no quiero ser el todo de alguien, pero tampoco me voy a rebajar a amante —traté de sonar contundente, pero él cerró los ojos y se mordió el labio.
—Un solo beso —pidió.
—No, respeta a tu novia, alguien la tiene que respetar, si no lo haces tú, lo voy a hacer yo —lo alejé de mi y vi la decepción en su mirada.
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Entrelazados ✔
RomanceCarol, solo iba persiguiendo sus sueños, siendo tan liberal y sin intensiones a ataduras, nada podía anclarla en un lugar, le gustaba volar libre como el viento. Andrés, cansado de la vida, sin animos de continuar por el mismo rumbo, se ve envuelto...