Carol, solo iba persiguiendo sus sueños, siendo tan liberal y sin intensiones a ataduras, nada podía anclarla en un lugar, le gustaba volar libre como el viento.
Andrés, cansado de la vida, sin animos de continuar por el mismo rumbo, se ve envuelto...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de largas semanas de ardua búsqueda había conseguido trabajo y no podía estar más feliz y tranquila por ello, iba de vuelta a casa sintiendo que por fin las cosas empezaban a mejorar para mi. Había llevado a Winnie conmigo para no dejarla sola tanto tiempo, ya que no sabia que tanto me tardaria.
Cuando llegué a casa, me sorprendí de encontrar a Andrés acostado en mi cama, lo miré extrañada y me acosté a un lado de él.
—¿Dónde estabas? —Preguntó dejando un beso en mi mejilla.
—Conseguí trabajo —anuncié mirándolo feliz.
Él alzó las cejas sorprendido y me abrazó fuerte mientras me felicitaba.
Me reí por su emoción y me senté en la cama para sacarme los zapatos.
—En una heladería, me llamaran para avisarme en que sucursal me toca y cuando empiezo —informé recostandome en su pecho— no es tanto la paga, pero sí lo suficiente para salir del apuro —hice una mueca con mis labios.
—Todo se va a mejorar, me alegro mucho por ti mana —murmuró acariciando mi mejilla.
Lo miré agradecida y seguimos hablando de la facultad y los parciales que quería rendir.
Ustedes se preguntaran, ¿son novios estos dos? Y la respuesta es no, luego de que él terminara con Nora, mi vida se volvió un desastre, por lo que no habíamos hablado acerca de nosotros, no porque él no quisiera, sino porque yo esquivaba esa conversación.
—Nora me buscó para hablar —soltó mirando a la bebé.
Lo miré expectante a que siguiera hablando, pero él suspiró y se acostó sobre mis piernas.
—Estoy harto de volver cada vez que ella así lo decide, ni siquiera me pidió disculpas por todo el show que me hizo, una amiga de ella le dijo que me vio con alguien fuera de mi edificio y decidió terminar conmigo sin siquiera preguntarme nada, ahora está arrepentida y quiere volver —habló con los ojos cerrados, con la voz atormenta— hablamos, pero le dije que esta vez no hay vuelta atrás, que si ella lo decidió yo lo iba a respetar, lloró mucho y me dolió verla así, pero no quiero volver a lo mismo, estamos bien tres días y peleamos dos semanas, ¿estoy mal por no querer eso? —Preguntó mirándome a los ojos, se veía la culpa en sus bonitos ojos cafés y yo no sabia que decirle.
—Si la quieres y crees que vale la pena luchar por su relación y que aún se puede rescatar algo, entonces vuelve con ella, sino entonces no le hagas perder el tiempo y mantente alejado para que puedan sanar, ambos —le dije de manera suave, rogando en mis adentros que tomara la decisión correcta.
—No quiero volver con ella, quiero estar contigo —acarició mi mejilla.
Sus palabras fueron suficientes para que mi corazón saltara de mi pecho.
