V E I N T I S I E T E

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Si arriba hay un dios, tengan por seguro, que el muy canijo estaba conspirando a favor de Andrés

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Si arriba hay un dios, tengan por seguro, que el muy canijo estaba conspirando a favor de Andrés. 

Esa semana que él se fue, me mandaron de suplente de encargada a otra sucursal, luego de eso, hubo una reunión, donde decidieron que hacía un buen trabajo, y me dejaron de encargada en otra sucursal.

No me quejé, la nueva sucursal me quedaba también lejos, pero al menos podía ir caminando y ahorrar pasaje, así como también me aumentarían el sueldo. 

Separaron todo mi equipo y quedé lejos de Aldo, también en horarios distintos, yo en el día, él en la noche, por lo que no nos veíamos, hablábamos de vez en cuando, pero nada serio.

Si Aldo, era la preocupación de Andrés, pues el universo había conspirado para que no lo fuese más.

Andrés y yo, comenzamos a hablar mucho por teléfono, más de lo que hacíamos antes, por eso ya sabía que no estaba con Aldo, que tenía una nueva sucursal y que ganaría más.

Estaba por entrar a mi turno, así que me estaba cambiando en el baño, mientras los chicos acomodaban todo afuera.

Andrés: Mándame una foto 😏

Carol: Jaja, buen intento, pero no 😆

Andrés: Dale

Andrés: Extraño ver tu carita, una sola.

Carol: Foto

Andrés: Eres tan hermosa 😍

Me estaba riendo como tonta, me veía horrible, eso ni estaba a discusión, mis ojeras estaban grandísimas y estaba mucho más delgada, cosa que se reflejaba también en mi cara.

Pero a él le seguía pareciendo bonita, quizá no, quizá sí había notado mi muy mala cara, pero al menos tenía la amabilidad de no decirlo; metí mi teléfono en el bolsillo de mi delantal y me agaché para ponerme los zapatos.

Error.

Cerré los ojos con fuerza un segundo ante el plop que escuché, rezando porque ese no fuese mi teléfono. Pero cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue mi teléfono, en el desagüe del baño. 

Me quería morir.

Con todo el asco que podía albergar en mí, tomé el teléfono y lo desarme.

Salí casi llorando del baño y los chicos intentaron ayudarme, pero no hubo caso, el teléfono no prendió más.

RIP Pablo.

Sí, mi teléfono tenía nombre y murió ese día.

Sí, mi teléfono tenía nombre y murió ese día

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