Regalo

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*letras en cursiva harán referencia a flashbacks/acontecimientos pasados*

現在”

Una sonrisa se ilustró en su rostro al abrir sus ojos y encontrarse con el dormido rostro del peligris. Sintió mariposas revolotear en el interior de su estómago y sus mejillas arder. Estaba por amanecer, podía escuchar a las aves anunciarlo desde las afueras. Nashiro se iba acercar a depositarle un dulce beso en la punta de su nariz al Hatake, pero sus acción es interrumpida por un golpe seco que se escuchó en la puerta principal del apartamento, como si alguien hubiera pisado fuertemente la madera del piso. Apartó su atención de Kakashi y sin hacer ruido se levantó de la cama, sintiendo bajo sus pies lo gélido que se encontraba el suelo de la habitación. Se agachó para tomar su kimono y ponérselo como una simple bata, se lo cerró como pudo, porque tampoco iba a elaborarse un moño con aquella extensa tela.

Las maderas del piso rechinaron cuando dio el primer paso fuera de la recamara, su ceño de frunció al percibir un extraña tensión en el ambiente, sintió miedo y no sabía el porqué. Su piel se erizó y los latidos de su corazón se aceleraron, se sentía observada. Volteó hacía todos los rincones del apartamento y no había nada sospechoso.

Tenía que ser su imaginación.

Justo cuando su mano se iba a envolver alrededor del pomo de la puerta, pudo escuchar las pisadas de alguien desde el otro lado de la cancela.

Vamos, tampoco se encontraba en una película de terror como para temer y enfrentar lo que sea que se encontrara del otro lado. Sin más, tomo la perilla y la giró sin titubear, para abrir algo brusca la puerta. Pestañeó un par de veces al no notar nada, incluso, asomó su cabeza y no había nadie. Dispuesta a cerrar la puerta, por impulso llevó su visión al suelo. Su entrecejo se arrugó y soltando la manija, se agachó a inspeccionar el girasol que se encontraba colocado en la madera del piso. Debajo de la flor se encontraba una pequeña tarjeta. Tomó ambas cosas y cerró la puerta de un portazo.

«¿Esto era obra de alguna admiradora de Kakashi?»

Intrigada y caminando sin despegar su vista de lo que recién había recogido, reposó la flor sobre la encimera de la cocina y sujetó con un ligero temblor la carta.

Nashiro;

“Cada vez más cerca.
Puedo olerte.
Escucho el bombeo de tu corazón.
Tan solo unos días más.”

                   U.O.

¿Se supone que eso era alguna clase de poema romántico o algo por el estilo? Era malísimo. Lo único que pensó fue en lo perturbador que eso había sido, incluso sintió un escalofrío recorrerla.

— ¿Qué haces despierta? —escuchó la voz del peligris a sus espaldas, quien lucía adormilado y tan solo traía puesta su ropa interior. Había muy poca iluminación, pues eran cerca de las cinco de la mañana, básicamente lo que iluminaba gracias a las ventanas del apartamento era la tenue luz de la luna y el alumbrado público.

— Alguien dejó esto —la albina le mostró la carta y después señaló la flor—me da la impresión de que la letra fue copiada con algún jutsu.

Kakashi algo aturdido se acercó hacia la ojiverde y tomó la carta que sostenía entre sus manos. Sus ojos leyeron lo que estaba escrito en aquel papel, fue inevitable para él no sentirse extraño por la sensación que le provocaban aquellas palabras. ¿Y si se trataba de algún depredador sexual esperando a acecharla en cualquier momento? No... Todo esto le resultaba muy extraño, sabía que la flor favorita de la albina eran los girasoles, pues Minato solía compararla con unos.

cursed; Kakashi Hatake [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora