Estímulo

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"刺激"

Nashiro Tayori

Mis dedos acariciaron suavemente el rostro dormido de Kakashi. Era reconfortante estar a su lado, por un momento dejé atrás mis agobios y me dediqué a simplemente concentrarme en él aunque se encontrara dormitando. Las facciones de su rostro estaban relajadas por completo y su desnudo pecho subía y bajaba lentamente. Recargué mi cabeza sobre su pecho y con mi dedo índice comencé a trasar círculos invisibles sobre la desnudez de su piel, contemplando una que otra cicatriz que adornaba su pecho.

El se removió y yo me quedé quieta en lo que estaba haciendo.

-No puedo creer que te hayas despertado antes que yo -escuché su voz adormilada, haciendo que pausadamente me separara de él e hicieramos contacto visual.

- Estaba analizandote -contesté con simpleza.

Una de sus finas cejas se arquea y me ve curioso.

- ¿Debo estar dormido para que me prestes atención a detalle? -su pregunta hizo que una sonrisa se formara en mi rostro. Negué repetidamente con mi cabeza e inesperadamente me senté con cuidado sobre su vientre, reposando mis rodillas a un costado de él. Su rostro lució algo desorientado por mi repentina acción. Coloqué las palmas de mis manos sobre sus dos pectorales para no perder el equilibrio.

- Solo te quería cerca -me incliné hacia él, aproximando mi rostro al suyo, provocando que nuestras narices se rozarana suavemente. Kakashi tomó un mechón de mi cabellera entre sus dedos, acariciando los cabellos con sutileza, mientras que su otra mano se deslizó lentamente por mi espalda. Su tacto tan cálido y delicado me hizo estremecer contra su cuerpo, nuestros labios se rozaron escasamente, provocando una corriente eléctrica desde mi columna vertebral. Aún no lo había besado y fuera lo que se estaba prendiendo dentro de mi hacía querer más. Sin poderme contener más uní nuestros labios en un beso lento, pero intenso. Una de mis manos se deslizó de su mejilla hasta su cabellera. Nuestros labios se movían de manera sincronizada, saboreando sin prisa elguna el uno del otro.

Narrador Omnisciente

El peligris abrazó a la albina y se sentó con ella en brazos sin dejar de besarla en ningún momento. El cuerpo de ambos shinobis comenzaba a reaccionar ante estímulos y debido a la intensidad del beso. Un suspiro escapó por los finos labios de Nashiro cuando Kakashi rompió aquel beso, llevando sus labios a la mandíbula y cuello de la albina, depositando besos húmedos sobre la suave piel de la joven. Se podía decir que ambos estaban gozando de cada uno dentro de una burbuja de lujuria existente sólo para el dúo. Las manos de Kakashi se deslizaron por los muslos de Nashiro, colandose debajo de la fina tela del camisón que la joven estaba usando como pijama, quien por impulso y ansiedad movió sus caderas contra las del peligris. Estaban ardiendo en una plena y templada mañana. Kakashi nuevamente subió sus besos, con la intención de volver a capturar los labios de Nashiro entre los suyos, mientras sus manos se deslizaba por la blanda y cremosa piel de la cintura de la ojiverde. El Jounin se prendió aún más cuando sus dedos no se encontraron con ningún sujetador, para su sorpresa se encontró con los respingados y acolchonados pechos de Nashiro, quien al momento de sentir la yema del pulgar de Kakashi tocar su pezón, dejó ir un ronco gemido de satisfacción contra los labios del peliplata.

Knock-knock

Si no habían escuchado mal, alguien había llamado a la puerta, sin embargo poco les importó e ignoraron aquel ruido contra la madera de la puerta.

Knock-knock...

Nuevamente el mismo sonido de los nudillos de alguien contra la puerta. Kakashi dejó de besar a Nashiro de mala gana, dejó ir un gruñido y lentamente sus manos perdieron posesión en el delicado cuerpo de la Tayori. Algo aturdida se separó del peligris, sentándose a un lado de él, con los pensamientos en otro lado. Su compañero buscó la máscara que cubría su rostro para salir y probablemnte reventarle la cara a quien sea que se le haya ocurrido interrumpír su momento con Nashiro y eso no era lo peor de todo, tenían un gran problema entre sus piernas y realmente no sabía que haría para disimular aquello, incluso era algo doloroso. Sin decir una palabra y tras ajustar su máscara en su rostro, se levantó de la cama y a regañadientes se dirigió hacia la puerta de la habitación.
Una vez hubo abierto la puerta se encontró con Yomuro, quien estaba recargado en el marco de esta con una pequeña sonrisa en su rostro.

cursed; Kakashi Hatake [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora