cursed; Kakashi Hatake [editando]

Capítulo 66; "News"

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Sacaría toda la información necesaria de esta chica y después se desharía de su presencia, ya no sería útil para Obito.

— Entonces, tu objetivo es Nashiro Tayori, la hija de Shiroku. —comentó la rubia mientras miraba al Uchiha con algo de curiosidad— ¿planeas asesinarla?

¿Asesinarla?

Probablemente sería a la única persona que pensaría más de una vez si podría acabar con su vida.

— Eso no es de tu incumbencia. Solo muéstrame lo que tengo que hacer para manipularla. —le indicó el usuario del Sharingan a la Tayori, provocando que esta se sintiera algo intrigada, ¿por qué quería  controlar a esa mujer?

— Puedo ayudarte a matarla si así lo deseas también. —aquello provocó que la mirada de Obito se hiciera profunda, oscureciendo aún más sus ojos.

— ¿Qué dijiste? —preguntó en un tono apenas audible el Uchiha.

— Dije que puedo asesinarla si tu gust... —las palabras de la ojiverde quedaron suspendidas en el aire cuando la palma de la mano cubierta por el cuero de su guante golpeó la mejilla de la Tayori, desconcertadola de inmediato.

— Repite lo mismo y no te dará tiempo de volver a respirar. —le vio con desprecio de la cabeza hasta los pies. Hanan llevó su mano hacia la zona recién golpeada.

¿Qué significaba Nashiro para este hombre?

Sabía que no tenía que meterse con ella, al menos ante su presencia. ¿En qué se había metido?

***

— ¡Esta es la última vez que juego contigo, Shikamaru! Es tan injusto, dejo de prestar atención un momento y tus caballos están interceptando a mis torres. —se quejó Nashiro mirando molesta al de coleta. El ojimiel sonrió de lado y se encogió de hombros, despreocupado.

— Estás muy distraída, Nashiro-san. —objetó el azabache, pensando el siguiente moviemnto de fichas sobre el tablero.

— ¿Qué dices? No muevas una ficha más, ¡me rindo! No dejaré que me humilles más, ¡está es la cuarta ronda y resulta ser el mismo cuello de botella! —se cruzó de brazos la albina, mientras inflaba una de sus mejillas.

— Rendirte solo hará que te humilles más. —opinó Shikamaru con una pequeña sonrisa en su rostro.

— Que importa, mejor juguemos otra cosa.

— ¿Damas chinas? —ofreció el Nara, mirando atentamente a la mayor, quien dejó ir un suspiro, sintiendo un leve mareo abrumarla, incluso sintió que perdía el equilibro aunque estuviese sentada. Tuvo que agarrar fuertemente la pequeña mesa en la que se encontraban jugando— Nashiro, ¿te encuentras bien? —cuestionó Shikamaru notoriamente preocupado.

La Tayori entrecerró sus ojos, intentando de reponerse. Asintió con su cabeza lentamente. Hacía cerca de un mes o poco más que no se sentía de esa forma y la última vez había sido por una maldita resaca, un día después de la partida de Hisoka.

— Si... Solo fue un mareo. No es nada...

— ¿Quieres un vaso de agua? —le invitó el azabache sin borrar la angustia en su tono de voz.

— Por favor, quizás necesite algo refrescante. —accede Nashiro un tanto apenada. Sin pensarlo mucho, Shikamaru se levantó del piso de madera donde se encontraban sentados, dispuesto a brindarle lo que él mismo le había ofrecido.