cursed; Kakashi Hatake [editando]

El Lago

“その湖 “

Los ojos de Naruto, Hisoka y Sakura se abrieron ampliamente al realizar lo que repentinamente había ocurrido. El sensei de la Haruno y el Uzumaki frunció su ceño al notar la reacción de los adolescentes que tenía enfrente, poco después ese olor que lo volvía loco inundó sus fosas nasales y por impulso les dio la espalda para encontrarse con Nashiro quien estaba empapada. El kunai que sostenía entre sus manos, resbaló y cayó al césped, incrustadose en este mismo.

— Nashiro —musitó Kakashi con sorpresa en sus palabras. Los ojos aceitunados de la albina se dedicaron a buscarlo cuando elevó su mentón y dejó de ver el pasto. De inmediato hizo contacto visual y como si sus piernas se movieran solas, estas a un paso apresurado se encaminaron al peligris para que la Tayori apenas llegara hasta el, se refugiara en su pecho y este sin pensarlo la abrazara calidamente. Los tres adolescentes miraron enternecidos aquella escena e incluso un sonrojo se coloreó en las mejillas del heterocromático.

— Nashiro-san es tan genial —comentó el peliblanco con aires admiradores, sin borrar la sonrisa de oreja a oreja que se había esbozado en su rostro.

Sakura miró a aquella pareja con ilusión, soñando en que alguna vez pudiera estar de esa manera con Sasuke o... Miró al chico de un ojo verde a lado suyo. Bueno, quizás...

«¡Podemos conocernos!» se convenció la pelirosada con seguridad en sus palabras. No podía negar más lo apuesto que era, pero la rara que se sentía al verlo, le recordaba al físico de su sensei y eso la hacía sentír extraña, como si de alguna manera fantaseara con Kakashi en lugar de Hisoka, y eso desde luego no le agradaba en lo absoluto.

— ¿Debería interrumpir su momento empalagoso? Es mi tía y necesito mostrar lo preocupado que estuve por ella —acotó en un susurro Naruto sin despegar la vista de aquellos dos.

— ¡Naruto! —exclamó Sakura en un tono amenazante sin levantar mucho su voz.

— Le pregunté a Hisoka —aclaró el ojiazul, quien miró al peliblanco de reojo.

— No, creo que será mejor dejarlos solos, regresemos con Yomuro, Nikkita y el capitán Yamato para avisarles que no hay de que preocuparse. El chakra de Nashiro-san está un poco alterado. Lo mejor es no molestar —indicó el bicolor, preguntandose internamente lo que le había ocurrido a su madre para encontrarse en ese estado.

— Hisoka tiene razón —comentó Sakura con un ligero rubor en sus mejillas— es mejor irnos ahora mismo sin que lo noten.

— Hump... —achinó sus ojos Naruto—muy bien, muy bien, pero si tardan mucho en volver me haré cargo de que estén de vuelta.

— No lo permitiré... —Hisoka tomó bruscamente al rubio del cuello de su uniforme y lo arrastró con él — ni se te ocurra, mientras más tiempo pasen a solos mis padres, mejor. En una de esas puedo estar en camino, ¿entiendes? —los ojos disparejos del peliblanco miraron con detenimiento a Naruto, quien se zafó del agarre de su primo.

— Claro que lo entiendo'dattebayo —se cruza de brazos— pero miralos, ¡parecen que ni siquiera están respirando!

— ¡Dejalos en paz! En serio no me imagino cuantos momentos has arruinado por tus estúpidos celos de adolescente...

— ¡No estoy celoso! En realidad me alegra mucho.

— ¡Entonces deja de comportarte inmaduramente! Peligras mi llegada —le encara Hisoka con un puchero involuntario en sus labios.