cursed; Kakashi Hatake [editando]

Capítulo 13; "Clan Tayori"

*letras en cursiva harán referencia a flashbacks/acontecimientos pasados*

Desperté atada de las manos y con un paño en mi boca, impidiendo que alguna palabra saliera por mis labios. Preocupada miré mi entorno, pero todo era completamente oscuro. ¿Acaso también tenía obstruida mi vista? Sentía mi corazón en la garganta, la respiración agitada no servía de nada, pues sentía que en cualquier momento perdería la conciencia.

Inesperadamente alguien quitó aquel pedazo de tela que obstruía mi visión al igual que la mordaza de mi boca. Mis piernas temblaron al no saber lo que estaba por avesinarse.

— Dentro de unas horas, podremos soltarte las manos. —me indica una mujer con el mismo tono de cabello que el mío.

— ¿Qué es lo que quieren? ¿Dónde está mi escuadrón? —interrogué con un ligero temblor en mi voz, mientras un gemido de dolor salía por mis labios cuando sentí un tremendo dolor en las muñecas de mis manos. Estas estaban sangrando y como estaban atadas a la altura de mi cabeza, la sangre escurría por todo mi brazo.

— Estas devuelta a tu Clan, Nashiro. Por fin podremos tener a los descendientes directos del Clan. —fruncí el ceño por confusión pura. ¿Descendientes directos? ¿Qué tanto estaba diciendo esta mujer? — los hombres que te acompañaban, ellos están en las mazmorras. No te preocupes por esos niños, pronto morirán.

— ¡Les hacen daño y te juro que termino con sus vidas! —amenacé con ira en mis palabras.

— Inténtalo, es imposible. —me muestra una jeringa con un líquido que desconocía— con este suero te hemos neutralizado, intenta hacer cualquier justsu y será completamente inútil. —mi labio inferior tembló.

— ¿C-Cómo..?

— ¿Cómo es que logramos neutralizarte? Es sencillo... —la mujer comenzó a buscar algo en una bandeja que se encontraba en el lugar, que por cierto este tenía la pinta de ser como cualquier habitación de un hospital, nada más que debido a la circunstancias yo me encontraba en una posición realmente incomoda —obtuvimos un poco de tu ADN e hicimos una infusión de una que otra hierba para poder anular tu Kekkei genkai al igual que el efecto de cualquier invocación que pudieras ejecutar... Es una de tantas técnicas de nuestro Clan.—me sonríe y pasa una fina tela por mis brazos para limpiar la sangre.

— No encuentro una razón lógica para que nos tengan secuestrados. —gruñí.

— Realmente eres tú quien nos importa... Esto no es tan sencillo, queremos restablecer el Clan Tayori, Nashiro, y tu eres la única descendiente directa de Shiroku, por lo tanto si tienes un descendiente con alguien de nuestro clan recuperaríamos el linaje del Clan Tayori. —la mujer acarició mi cabello y después se fijó en los cascabeles que colgaban de por un mechón.

Le miré inevitablemente aterrorizada.

— No voy a permitirlo.

— No tienes de otra. Además, estás en la mejor etapa para ser madre, de hecho me sorprende que aún no hayas tenido ningún hijo.

Troné los labios.

— ¡Cierra la boca! —escupí agriamente.

La mujer pasó su finos dedos por mi rostro.

— Se nota que no sabes nada de tu propio Clan, es una vergüenza. Éramos de los más fuertes, con abundancia en la fertilidad y riquezas, no había aldea que no nos respetará, hasta que... El poder, la ambición y la envidia, invadió a cada una de las aldeas que nos rodeaban. La aldea entre las hojas, la de las rocas, la de la arena, la de las nubes... Las que te venga a la mente, quisieron robar nuestros secretos y el poder de nuestros jutsus. Unimos fuerzas con La aldea escondida de las nubes, tanto así que tu padre fue elegido como el Tercer Raikage de la aldea, quien peleó contra Konoha en sus años de juventud. Fue ahí donde conoció a tu madre, su romance fue tan cliché tanto que la frase del odio al amor solo hay un paso, fue suya. Ahora, Nashiro. Muéstrame el Sello del Dragón que tu padre te puso antes de su muerte.