EN PAUSA ⏸
Se encontraba ahí frente a él. Erguida, de pie y con porte digno como demandaba su estricta preparación para este momento.
Avanzó hasta él para acabar con su vida pero, simplemente no pudo.
Él respiró pesadamente, evidenciando un poco s...
Aun perdida en mis miserables pensamientos surgió en mí una idea que me embargó de una ilusión impropia de mi persona, pero ilusión al fin. Esta vez si que levanté mi rostro con rapidez, buscando la cerúlea mirada del celestial, éste me miró con un deje de culpabilidad al haber extinguido con tanta facilidad la comodidad que nos había acompañado desde que había tomado su mano en su habitación; me permití sonreírle conciliadora a lo que él suspiro con más tranquilidad.
—Entonces—carraspeó con una floja sonrisa bailando en sus comisuras, —¿Te gustarían más panecillos?
La suave tonada en su voz me hizo sonreír con más ganas, alentada a pedirle lo que bailaba en mi cabeza con tanta insistencia.
—No—negué lentamente, acomodando mis pensamientos antes de exteriorizar lo que planeaba pedir al ángel que me observaba con curiosidad—Pero me gustaría pedirte algo, si no es molestia.
En el momento en que las palabras salen de mi boca no puedo evitar recordar cuando estando en mi cuartel él me pidió algo parecido, en su caso sólo necesitaba agua, pero esperaba que aquellos gestos le orillaran a cumplir con lo que iba a pedirle. Pude ver como su rostro se transformaba en una mueca contrariada, luchando con sus decisiones.
¿Darle o no, algo a la princesa del infierno?
Después de eternos segundos por fin le vi suspirar con resignación. Esta vez parecía que iba a ceder.
—¿De qué se trata? —preguntó cauteloso, no pude evitar sonreírle pues aquella pregunta era un pequeño paso para lograr que accediera.
Jugueteé con mis dedos con algo de nerviosismo mientras atrapaba mi labio inferior entre mis dientes con la excitación aflorando en cada gesto. Después de suspirar y acomodar mis ideas, por fin decidí abrir la boca: —¿Podrías llevarme a conocer tu reino?
Mi pregunta pareció desquiciada ante la reacción que tomó el celestial; hizo su silla hacía atrás como si alguna fuerza invisible le hubiera golpeado mientras me miraba con sus grandes ojos azules llenos de incredulidad, empezó a negar con la cabeza cuando extendí mi mano para alcanzar la suya, atrapándola antes de que decidiera alejarse aún más de mí, de mi idea—Por favor, Caliel. Solo quiero conocer algo diferente, saber un poco más de los tuyos, de mi naturaleza—rogué mientras le miraba rozando la desesperación. Sentí a mis ojos rosarse con lagrimas contenidas pues el gesto de su rostro era un no rotundo. —Por favor
Una lagrima traicionera escapó de mi ojo, no sé porque estaba llorando siquiera. Pero hasta el momento nunca había deseado nada más algo de lo que deseaba que Caliel me diera su beneplácito y ayuda para conocer el otro lado de mi existencia. Tal vez, solo tal vez podría encontrar allí algo más para hacer de mi existencia que sólo destrucción. Quería creer en lo que había dicho Lecabel sobre mí, puede que si conociera el otro reino podría encontrar un punto medio entre el caos que estaba destinada a provocar.
—No puedo angelito, acabarían contigo una vez pusieras un pie en el cielo, y le prometí a mi hermano mantenerte con vida, —inconscientemente di un paso hacia atrás soltando su mano, sintiendo como la esperanza de conocer algo diferente se extinguía ante la resolución del ángel de mantenerme lejos, muy lejos de su mundo. No pude contener que algunas lagrimas más escaparan de mis ojos provocando una mirada lastimera en el rubio, —pero—mencionó mientras acogía mi mano él esta vez. — Puedo llevarte a un punto intermedio, donde estarías segura.
Le miré de nuevo con la dicha embargando mi cuerpo.
—¿Lo dices en serio?
No podía evitar preguntarlo, sentía verdadera emoción y no podría soportar que fuera una jugarreta del celestial. Sin embargo, y contra todo pronóstico, asintió.
—Claro que sí—dijo— Pero con una condición. ¿Está bien? —No pude más que asentir una y otra vez. Dispuesta a casi cualquier cosa. —Bien. Si te llevó ahí, me darás algo a cambio.
No pude no sentir un dejo de desconfianza ante aquello, por lo que esta vez sí que le miré detenidamente. Su rostro no me dejaba entrever nada malo ni fuera de lugar, al contrario, tenía un gesto rozando lo pacificador.
—¿Qué quieres a cambio?
Su sonrisa pareció extenderse, en su mirada podía apreciarse un brillo sigiloso, misterioso. Solo se encogió de hombros.
—Te lo diré cuando volvamos y tú lo cumplirás entonces, así que¿Tenemos un trato? —Extendió su mano hasta mí, esperando que la tomara. No pude evitar sentir recelo, sin embargo, la tomé firmemente. —¿Prometes cumplir, verdad princesa?
Mi corazón se detuvo por un segundo. Una promesa es mi más sagrada ley, de no cumplir tendría consecuencias fatalistas y no saber qué es lo que tendría que hacer pareció despertar temor en mí, aunque decidí obviarlo y sin darle mas vueltas al asunto firmé mi sentencia en una simple frase.
—Lo prometo
¿Qué tal el capítulo de hoy? Sé que es corto pero es por un motivo interesante... Espero que les haya gustado. Cómo pudieron ver al principio decía: primera parte, ya que este capítulo se dividirá en 3.
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En fin, muchas gracias por leer y darle la oportunidad a esta escritora novata. No olviden votar y comentar. Sigan disfrutando del ángel del infierno. OPTOFOBIA 😘😉