CAPÍTULO 30

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Ya era de día y estaba dispuesta a salir de está habitación, jamás me gusto la idea de estar inmovilizada o encerrada por tanto tiempo y un día entero fue suficiente castigo.

Bajo a desayunar y veo a Mikhail sentado en el lugar de su padre. Paso de largo y me siento en mi lugar habitual.

-¿Cómo sigues?

-Mejor, gracias por preguntar 

-No puedo creer que te hayas caído de un caballo, la perfecta Chiara Martinelli, con tal humillación 

-No fue mi culpa, el caballo sufrió un accidente 

-Claro, es que es más fácil culpar a un caballo que reconocer tu falta de habilidad 

Lo miro de mala manera y el sonríe burlesco.

-¿Cuando dejarás de comportarte como un imbécil?

Un estruendo resuena por toda la habitación que me hace dar un brinco por el susto, causado por el golpe en seco que le dio con el puño Mikhail a la mesa.

-Te voy a enseñar a respetar a tu futuro esposo -me dice como si una serpiente estuviera escupiendo veneno 

-Tu no me vas a enseñar absolutamente nada Mikhail, eres un imbécil que no merece ni una sola pizca de respeto de mi parte  

-No te conviene conocerme enojado 

-No, al que no le conviene conocer a alguien enojado es a ti, porque creerme que es lo último que quieres hacer, verme enojada 

-Vas a respetarme por las buenas o por las malas 

-Ni una ni otra, no voy a ceder a ti jamás

-Estas bajo mi techo, MI REINO Y YO SOY EL FUTURO REY DE AFGANISTÁN 

-Y YO LA REINA, NO VAS A PASAR SOBRE MI 

-ESTAS EN MIS TIERRAS MI PODER ES SUPERIOR AL TUYO 

Me levanto de la mesa furiosa, a mi nadie me grita. Mikhail se levanta también echando lumbre por los ojos. Pero si los suyos eran una flama los míos eran llamas.

-VETE A TU CUARTO 

-TU NO ME DAS ORDENES 

-A TU CUARTO CHIARA 

-NO MUEVO NI UN SOLO DEDO SI NO QUIERO, AQUÍ EL QUE TIENE QUE APRENDER A RESPETARME ERES TU 

-¿Qué son esos gritos? -entra Melissa molesta -Esto es un castillo decente, ¿qué falta de respeto es esto?

Mi respiración era irregular y llena de rabia.

-Vete de aquí Melissa 

-No, hasta que dejen de gritarse como dos locos, las cosas se hablan dialogando 

-Tu hermano no sabe lo que es eso

Se acerca y me toma de la muñeca que tengo lastimada y a pesar de que un dolor se desprende por todo mi cuerpo no me intimido ni suplico que me suelte, nadie me ve hundida, nadie.

-A tu cuarto -me dice con su rostro cerca del mio 

-No me mandas Mikhail, no tienes poder sobre mi 

-Voy a hacerte la mujer más obediente, te voy a domar 

-No soy un animal al que puedas mandar a tu antojo, no eres nadie Mikhail, tus padres te están dando una oportunidad y estas desperdiciandola, van a saber lo imbécil que eres y que su amado reino corre peligro en tus manos 

-Este es mi reino, tu serás la reina que obedece al rey y punto 

-No vas a ser Rey jamás 

-Suéltela -la voz de Gian suena a mis espaldas 

Entre DinastíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora