CAPÍTULO 36

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Ya había pasado una semana desde la muerte de mis dos madres. Justo ahora estaba en la capilla donde fue enterrada. 

Mi corazón no dejaba de doler, pero comenzaba a acostumbrarme al dolor de la perdida de las personas que amaba. 

-¿Princesa Chiara? 

-Adelante señor Messina -le digo al padre de Gian 

-¿Cómo se encuentra el día de hoy?

-Logré salir de mi cuarto así que ya es ventaja 

Camina hasta donde estoy y se sienta a mi lado.

-Fue una gran mujer -dice mirando la tumba -Una gran Reina sabia y justa 

-¿Cómo está Gian?

-Ya despertó y ya comenzaron a cicatrizar sus heridas 

-Lo siento Messina 

-¿Qué?

-Puse en peligro la vida de tu hijo, le dieron un castigo que era para mi -suspiro -Era yo quien no cedía a los caprichos del príncipe Mikhail no él 

-No es su culpa princesa, él demostró la fidelidad que le tiene a su futura reina, estoy orgulloso de él 

-Deberías, porque es un hombre increíble, dispuesto a todo lo que le ordenara

-Y lo seguirá asiendo 

-¿Te molestaría que fuera a visitarlo?

-No deja de preguntar por usted 

-Gracias Messina 

-Gracias a usted por mandar salvar a mi hijo antes que a usted, jamás tendré como pagárselo 

-Salíamos todos o ninguno

Me levanto y voy hasta la enfermería, veo la camilla en la que está recostado Gian boca abajo, su espalda estaba cubierta con una enorme gasa.

-Hola Gian 

Abre sus bonitos ojos y me sonríe 

-Hola princesa Chiara 

-No hay nadie, dime Chiara 

-¿Cómo estás?

-Bien 

-No me mientas, tus ojos tienen unas grandes ojeras y tu semblante está triste 

Trata de pararse 

-Te vas a lastimar, por favor acuéstate -le digo alarmada

-Quiero sentarme

-Déjame ayudarte entonces -le ayudo a sentarse en la orilla de la camilla con los pies colgando de esta 

-Siéntate a mi lado -palmea la camilla 

Me siento y lo miro.

-¿Qué es lo que te tiene sin dormir?

-Tú, la muerte de mi madre y la de Ricci 

-Lamento tanto no haber estado al pendiente de la correspondencia...

-No, no te culpes por favor, ninguno de los dos tiene la culpa de la monstruosidad que tiene el nombre de Mikhail 

-Juro que quiero matarlo con mis propias manos 

-Pagará, eso te lo aseguro

-Cuando me capturaron estaba regresando de la casa del hombre al que decapitaron

-¿Cómo era su familia?

-Muy humilde y sencilla, sus dos hijos menores eran gemelos y tenían 1 año, el otro 2 y medio, su esposa era una mujer joven todo lo contrario a la madre que era una anciana que apenas y podía ponerse de pie

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