CAPÍTULO 16

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Bajo las escaleras con toda tranquilidad, esa chica ahora iba a pensarsela antes de hablarme siquiera.

-Chiara -la voz furiosa de mi padre hace que me quede congelada cuando faltaban dos escalones por llegar a la planta baja del castillo 

-¿Si? -me obligo a hablar normal aunque los nervios que me suergen por el enojo de mi padre, sean graves y llegué a golpearme 

Aunque sinceramente jamás creería que llegará a tanto. Jamás. 

-¿Es verdad que llamaste a tu hermana princesa bastarda?

¿Enserio fue a acusarme con mi padre?, Como si tuviera 5 años, ni siquiera yo a los 5 años hubiera hecho eso. 

-Si, lo hice 

-Desobedeciste mis ordenes, fue tu rey el que te lo ordeno, estás en mi casa, en mi reino y me sirves a mi, que no se te olvide eso 

Eso fue un golpe directo al corazón.

-Ahora vas a ir a disculparte con ella 

-No lo haré, dije la verdad 

-AHORA VAS A IR A DISCULPARTE CON ELLA, LE ROGARAS SU PERDÓN, ES UNA ORDEN 

-No puedes obligarme, soy tu hija 

-NO AGOTES MI PACIENCIA CHIARA, VE Y OBEDECE 

Las lagrimas en mis ojos amenazaban con salir, pero no le daría el gusto al rey y mucho menos a esa bastarda boca floja.

Caminé erguida hasta la sala, donde estaban Alba, mi madre y la bastarda limpiando sus lágrimas con un pañuelo. 

-Fiorella 

-Princesa Fiorella -me rectifica mi padre 

Me clavo las uñas en las palmas de las manos y me trago mi orgullo.

-Princesa Fiorella 

Ella me mira, fingiendo una mirada de niña asustada. 

-Te ruego que me perdones, no fue mi intención llamarte de esa manera 

Sorbe su nariz y me da una sonrisa tímida. 

Aprieto más las manos para contenerme las ganas de saltarle encima.

-No te preocupes hermanita... perdón, princesa Chiara 

-Puedes llamarla hermanita, no hay problema, ¿o si Chiara? -me dice mi padre 

-No, ninguno

-Acepto tus disculpas hermanita, podemos ir a montar mañana, ¿qué te parece?

-Muy bien, tengo tantas ganas de pasar tiempo contigo 

-Perfecto, iré a buscar mi traje de montar -sale brincando de la sala, pero regresa para darle un beso en la mejilla al rey y él le devuelve el beso 

Esa fue otra apuñalada en el corazón, el ver la mirada que le dedicaba , como si fuera lo mejor de su vida. 

Al verme a mi solo se veía el reflejo de un rey enojado por desobedecerlo.

-¿Podrías explicarte que fue eso Baldassare? -le dice mi madre furiosa 

-Tu hija, que al parecer no sabe acatar una orden directa de su rey 

-No volverá a pasar Rey de Italia 

Me retiro de esa habitación. Alba corre detrás de mi y antes de salir al jardín me gira y me sugeta las manos.

-Deja de apretarlas -me dice mientras abre mis manos 

-Están bien 

-Apretaste muy fuerte, ¿qué fue todo eso? -me mira -Tu de sumisa, rogando un perdón, mira que creí que moriría antes de verte sometida a ti 

-La ama 

-¿De qué hablas?

-Mi padre ama a esa bastarda, la prefiere sobre mi, la pone sobre mi, si ella se lo pidiera no dudaría ponerme de tapete para que me pisoteara 

-Chiara estas siendo muy extremista 

-No lo soy, ¿no vez como la mira y como me ve a mi?

-Si -susurra con lastima 

-Le quiero saltar encima y matarla con mis propias manos 

-Y lo harías, pero debes de contenerte 

-Ya lo se, por eso empuño las manos, para concentrar el coraje en eso y poder fingir 

Alba me da un abrazo y después se despega.

-¿Quieres que me quede más tiempo?

-Eso sería injusto, necesitas reencontrarte con tus padres, no puedo quitarte eso

-Has hecho demasiado por mi y si puedo pagarte de esta manera

-No, tienes que ir a tu reino, estoy segura de que te ira mucho mejor a ti que a mi, espero una carta con todos los detalles 

-Por supuesto, dos por semana son seguras 

-Perfecto 

-Por cierto, esta noche mandan una carroza por mi 

-Te voy a extrañar mucho 

-Y yo a ti -me vuelve a abrazar -Se lo que necesitas 

-¿Qué?

-Tirar flechas y cuchillos, justamente Gian fue a buscarte y le dije que yo misma te llevaría 

-Gracias 

Vamos al campo en donde veo unos blancos montados y una carpa con una mesa con instrumentos sobre la mesa.

Veo a Gian que al verme me da una sonrisa.

-¿Cómo va todo?

-De mal en peor -le digo sin ánimos

-Aquí esta tu armamento 

Tomo el arco y una flecha.

-Te lo agradezco 

Me pongo en posición y la lanzo, acierta en el blanco. Alba me pasa otra y la lanzó, otra vez acierta. Otra flecha, otra, otra y otra. Hasta que las 20 flechas están enterradas en el centro del blanco, unas sobre otras muy juntas.

Voy al otro blanco y Alba comienza a darme los cuchillos mientras los lanzo acertando al blanco. 10 cuchillos después y me detengo. Suspirando.

-Vaya que jamás conocí a alguien con una puntería tan buena -me dice Gian 

Miro por la ventana y veo a Fiorella la bastarda con la cara pálida y realmente sorprendida.

Sonrío orgullosa y le doy la espalda, al menos sabia que tenerme de enemiga no era tan buena idea.

-Gian 

-¿Si?

-¿Sabes algo que deba de saber sobre Fiorella?

-No es hábil para nada, odia la lectura, solo se que sabe montar porque el rey le enseñó personalmente...

Otro granito de odio. 

-Continúa 

-Es la consentida de tu padre, la consiente mucho, le compro un caballo pura sangre por capricho, tiene un estudio donde solo pinta garabatos pero para el rey son obras de arte 

-¿Eso es todo?

-Duerme hasta muy tarde en mi opinión, pero no hay nadie que pueda negarselo 

-¿Cómo se lleva con mi madre?

-Tu madre la odia, pero finge que no 

-Comienzo a ver quien es el más sensato de mis padres 

-No estés celosa Chiara, esa chica no te llega ni a los talones 

-Eso es lo que me molesta, soy mejor que ella en todo y aun así no tengo ni la mitad del cariño que mi padre siente por ella

-Amiga no te agobies con eso, seguramente el sabe lo que vales 

-Y si no lo sabe, lo sabrá, tu eres una líder no un cordero que sigue a los demás -me dice Gian con una sonrisa 

-Gracias a ambos por sus palabras, me ayudan a controlarme y mantenerme serena 

Entre DinastíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora