Despierto con la energía recuperada, por primera vez en muchísimo tiempo, tuve una noche tranquila sin soñar absolutamente nada.
-Buenos días princesa, ¿cómo pasó la noche? -me dice Antonella
-De maravilla por suerte
-Me alegra escuchar eso, le traje este vestido, es mi primer diseño
Lo observo, es azul turquesa con un bordado precioso en color plata, era ampon y de tela fina y lisa.
-Es realmente hermoso, aprecio mucho tu esfuerzo
Me da una sonrisa.
-Gracias
Bianca llega y entra a preparar mi baño, mientras que Lia tiende la cama. Antonella busca los accesorios necesarios para el vestido.
Después de una hora estoy preparada. Hoy era la fiesta por la victoria y se reuniría mucha gente, tanto personas importantes como todos los soldados y sus respectivas familias.
Bajo por las escaleras y me encuentro con mi papá, vestido con un traje blanco y bordado dorado.
-Buenos días
-Buenos días papá -le doy un beso en la mejilla
-¿Vamos a desayunar?
-Por supuesto
Me tiende el brazo y yo lo tomo gustosa. Estabamos por entrar al comedor pero escuchamos a Fiorella y a Gian hablando. Mi padre para en seco y me hace una señal de que no diga nada, y simplemente asiento con la cabeza.
-Lástima que no estés muerto -le dice Fiorella
-No te voy a permitir que sigas diciendo que ese hijo es mio, jamás te tocaría
-Ya lo se, pero no me importa -dice riendo -Todos me creen a mi
-¿Quién es el verdadero padre?
-Tú
-Basta de juegos Fiorella, estas mintiendole al Rey, es tu padre, está confiando en ti
-No me importa, sé que cualquier cosa que diga me va a creer
Sentí el cuerpo de mi padre tensarse al escuchar eso.
-Se va a llevar una decepción al ver la clase de persona que eres
-Este hijo es tuyo y mejor ve aceptandolo
-Jamás, ese hijo no es ni será mio
-Escúchame bien imbécil, que no se te olvide cual es tu lugar aquí, eres un simple soldado, yo la princesa, tengo más poder que la misma Chiara, con mi padre comiendo de mi mano no hay duda de que si le pido que me suba al trono él acepte en segundos
-Estas loca, no le llegas a Chiara ni a los talones, eres muy poca cosa...
Y entonces escucho un quejido y después algo estrellarse. Entro a la habitación rápido y veo a Gian en el suelo.
Veo su estomago con un trinche enterrado en el, y en su cabeza sangre por la copa que le estrello.
-Gian mírame, por favor, vas a estar bien
-¿Chiara?
-Sh, no hables -lo miro asustada y pongo su cabeza sobre mis piernas - AYUDA, AUXILIO -comienzo a gritar
Dos soldados entran y llevan a Gian hasta la enfermeria casi inconsciente por el golpe tan fuerte en su cabeza. Me levanto y veo a Fiorella con furia.
-Eres una bastarda estúpida -le doy una bofetada
Veo a mi padre entrar
-Papi, Chiara acaba de darme una bofetada -le dice con voz chillona
-Y no es lo único que debió de haberte hecho
Ambas lo miramos
-Eres una mentirosa -le dice mi padre con decepción -Te creí, te dí mi confianza y la pisoteaste, toda tu vida traté de que no te faltara nada, te quice aún más que a Chiara, te entregué todo, y tú me pagas con esto
Fiorella estaba llorando.
-Traté de convertirte en una princesa, digna, respetuosa, sincera y solo te comportaste como una bastarda mentirosa, que se cree que es superior a todos -el tono de voz que utilizaba era hiriente y cada palabra calaba -Te enseñé valores, a quererte a ti misma y me pagas con un embarazo de quién sabe quién, diciendo que me tienes a mi en la palma de tu mano y que si quieres voy a sederte mi reino con solo pedirmelo
-Papi...
-Rey Baldassare para ti -le dice firme -No te boto a la calle porque se que no sabes hacer nada y esa criatura no tiene la culpa de tus errores, pero el castillo es lo bastante grande para que evites cruzarte en mi camino, a partir de ahora solo obtendrás de mi, comida y un techo para dormir, no más caprichos, no más lujos, si quieres algo te pones a trabajar para conseguirlo, acabas de matar todo el amor que sentía por ti
El llanto de Fiorella inundaba la habitación.
- Lárgate de mi vista
Fiorella se va corriendo. Veo lo debastado que está mi papá, después de todo la que acaba de traicionarlo y de decepcionarlo es la hija que creció desde los 4 años a su lado.
-Ve a ver como está Gian -me dice en susurro -Asegúrate de que está a salvo
-Con permiso -me retiro y voy corriendo hasta la enfermeria.
Veo al doctor vendando el abdomen de Gian. Y después comienza a limpiar su herida de la cabeza.
-¿Cómo está?
-Bueno por suerte no perforo ningún órgano, con los cuidados suficientes sanara, y el golpe en la cabeza no es tan profunda así que no necesitará puntos, lo cual son buenas noticias
-Excelente
Camino hasta la camilla y lo tomo de la mano, me mira y me sonríe.
-¿Escuchaste todo?
-Si y mi padre también
-¿De verdad?
-Prácticamente la acaba de dejar sin nada, solo con alimento y un techo
-Ella se lo buscó
-Solo me importa que tú estes bien y a salvo
- Que sentimental te pones -me dice acariciando mi mano con su pulgar
-No quiero que te pase nada malo, pero al parecer todos se empeñan en hacértelo
-Bueno espero poder tomarme un descanso -ambos reímos
-Si me permite un comentario princesa, con todo respeto -dice el doctor
-Claro
-Hacen muy buena pareja
-¿Cómo equipo de trabajo o sentimiental, doctor?
Me sonríe apenado. Miro a Gian y también lo ve con cierta burla.
-Yo...
-Tranquilo doctor, prometo no enojarme
-De ambas formas, con todo el respeto
-Gracias por su sinceridad
El doctor se va y nos deja solos.
-Hoy era tu fiesta de celebración
-Estoy perfectamente
-Claro, solo tienes una herida por un trinche y una ligera abertura en la cabeza, ¿qué importancia tiene? -ambos reímos
-A pesar del sarcasmo, de verdad me siento bien
-No lo se, tal vez podríamos estar aquí un rato
-¿Y si preguntan por nosotros?
-Bueno tienes mareos y yo no te dejaré parar hasta que estés bien
Me da un beso en el dorso de la mano.
-Que hice para merecer a tan bella princesa cuidándome personalmente
-Cautivarla y enamorarla
Me acerco y junto nuestros labios en un dulce y lento beso.
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Entre Dinastías
Historical FictionPara el año 3000 ya se habían sufrido 5 guerras mundiales, en donde tener la paz entre todos era la única supervivencia después de haber pasado por tanta violencia. Pero no solo las guerras terminaron con el mundo que se conocía, las catástrofes y...