CAPÍTULO 44

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Entro a la enorme sala de juntas con la cabeza en alto.

Estaban todos los influyentes y con altos cargos en el reino de Italia, a la cabeza de la mesa estaba mi padre con una seriedad inquebrantable.

Tomo asiento al otro lado de la mesa justo al frente del Rey Baldassare.

-Princesa Chiara supongo que está enterada de la ley que los reinos están tratando de implementar -dice un consejero

-Si, mi padre me lo informó

-¿Y que piensa al respecto? -pregunta el embajador

-Que es absurdo, todos los aquí presentes son concientes de que una mujer puede asumir el cargo de reina sin un hombre a su lado

-Por favor princesa solo tiene 17 años

-Si estoy consciente de eso, pero me preparé por 12 años en el Instituto Real para ser una líder, me prepararon para convertirme en una reina, no en una esposa que pasa a segundo plano porque un simple hombre tiene mayor poder -los miro con determinación -Ningún futuro rey va a amar tanto a mi reino como yo, nadie va a cuidar al reino como yo, soy su futura reina y no voy a dejar que nadie vaya a pasar por encima de mi -veo que surge el sentimiento de orgullo en la mirada de mi padre -Si alguna vez agacho la cabeza será para mirarme los zapatos, no porque alguien se crea mejor que yo, no voy a ser sometida por nadie, soy su futura reina y todos lo saben

Se miran unos a otros

-Soy perfectamente capaz de cumplir cualquier cosa que hace mi padre como Rey, después de esta reunión me esperan para los juicios, si ustedes quieren ponerme a prueba están en su derecho, pero voy a demostrarles de que estoy echa, porque no solo hablo por hablar, hablo porque lo voy a cumplir y porque conozco mis capacidades -me levanto de mi asiento -Así que mi pregunta para ustedes caballeros no es ¿Quién va a dejarme ser su reina? -hago una breve pausa y les dedico una mirada a cada uno -La pregunta es ¿Quién de ustedes va a detenerme para convertirme en la futura reina de Italia?

Todos se miran y espero que alguien proteste, que tenga el valor de pornerme a prueba, para que se trague sus inseguridades y que de verdad crea en mi.

-La princesa acaba de hacer una pregunta -dice el Rey Baldassare al ver el silencio que se esparcia por toda la sala

-No necesita un hombre que la gobierne, es perfectamente capaz de llevar las riendas -dice el señor De Luca con determinación y cierto aire de admiración

-No dudamos de usted princesa -dice el embajador -Siempre ha demostrado el carácter de su padre y es una gran líder, tiene mis respetos y fidelidad hacia sus decisiones

-La idea de asumir esa ley me pareció patética -dice uno de los condejeros de mi padre -Y usted lo hace ver aún más patético, una mujer tan fuerte y decidida como usted no necesita a ningún hombre que cargue con el poder de la corona que está destinado hacia usted princesa Chiara, futura reina de Italia

-Levante la mano quien este a favor de que la princesa Chiara Marinelli asuma a futuro la corona del reino de Italia, como la máxima autoridad -dice el Rey

Todos levantan la mano, incluido mi padre. Y por fin vi ese brillo en sus ojos al mirarme y no pude sentirme mejor en toda mi vida.

Por fin sabía de lo que era capaz.

-Debo de aclarar -dice mi padre -Que si llegas a comprometerte tu serás quien decida el poder que tendrá tu futuro esposo, no podrá ser superior al tuyo jamás

-Estoy de acuerdo en eso

-Bien, la reunión a terminado, pueden retirarse caballeros

Todos los hombres al salir me daban una reverencia y después salían.

-No puedo creer la determinación con la que te dirigiste a ellos, fue más de lo que pensé, convenciste a todos con un simple discurso, tenía mis dudas de como lo manejarías y no puedo decirte nada más que lo orgulloso que me haces sentir

-Gracias papá

Me abraza y correspondo su abrazo.

-Estás convertida en toda una mujer y tu madre al igual que yo, estamos sumamente orgullosos de que seas tu la que vaya a liderar al reino de Italia en nuestra ausencia

Me da un beso en la frente y me da una sonrisa amplia y sincera

-Ahora ve a encargarte de esos juicios, tengo que mandar un par de cartas

-Claro que si

Salgo de la sala y me encuentro con Aswad

-¿Y bien?

-Seré la reina de Italia

-Si -celebra feliz mientras me abraza y gira conmigo en brazos

-Voy a ser reina Aswad, sin necesidad de tener a un Rey a mi lado

-Chiara, solo podrás casarte si es por amor, no por deber, no por obligación, sino porque así lo quieres

-Estoy tan feliz

-Lo sé y tengo malas noticias

-¿Qué pasa?

-Tengo que irme al reino de Egipto, mis padres me enviaron una carta informándome lo de la supuesta ley y me temo que hay reinos que han aceptado

-¿Es enserio?

-Si y al parecer hay ciertas princesas que apuestan por mi

-¿Alizee está entre ellas?

-No me dieron detalles, pero tengo que partir hoy mismo

-Claro que si, llévate mi carruaje, te voy a estar eternamente agradecida por confiar en mi, incluso cuando ni yo misma lo hacía

Me da un beso en la frente

-Tengo fe en ti Chiara, y acabas de demostrar de que estas echa -me da una mirada nostálgica -Mi pequeña niña ya creció

Me da un último abrazo, se va a despedir de mi padre y después parte del castillo hacia su reino.

-Hija los juicios están por empezar -me dice mi padre -Hazme el honor de sentarte en mi trono y se lo más justa que puedas

-Lo haré

Camino hasta el trono y me siento en el.

-Como toda una reina -me dice Gian entrando a la sala y colocandose a mi lado derecho manteniendose de pie

El trono de mi madre había sido retirado, ya que no había nadie quien lo ocupara y solo era un recordatorio de todo lo que habíamos perdido.

-Bien, empecemos con esto que tengo otras actividades pendientes

-Como ordene su majestad

Hace una señal a los guardias y se abren las puertas. Entrando el primer prisiomero encadenado.

Entre DinastíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora