Entre Dinastías

CAPÍTULO 50

La música volvió a sonar después de la cena y casi todos se pasaron a bailar. 

Así que en la mesa solo quedamos Alizee, Aswad y yo, pero poco después se nos unió Alba.

-¿Qué tiene esa bebida? -le digo -Me siento rara 

-Alcohol

-Imposible, no se siente como alcohol

-Lo se, es fantástico -dice Alba -La primera vez que lo provee cometí muchas locuras

¿QUÉ?

-No hace efecto al instante -dice con una sonrisa -Pero con más de dos no hay vuelta atrás

-¿Qué se supone que empezaré a hacer?

-Dejas de preocuparte por las cosas, te expresas con mucha sinceridad, aunque trates de evitarlo, las palabras fluyen por si solas, te sientes feliz y juguetona, también puede que reacciones al revés

-¿Como que al revés? -pregunta Aswad

-Te pones a llorar y dramatizar, o te pones furioso y comienzas a querer destruir todo

Veo a mi alrededor. Todos habíamos bebido y me temo que no fueron dos o tres. Fueron bastantes las que había tomado. 

-Solo relájense y dejen que esa maravillosa bebida haga el resto

Me levanto y me tambaleo un poco. Pero al levantar la mirada veo a Aswad y a Alizee besándose.
Literalmente me descuide un solo segundo por el mareo y ellos están ahí besándose como si les fuera la vida en ellos.

Mañana estarán avergonzados, y yo podré molestarlo mucho.

Comienzo a caminar pero Alba me toma del brazo.

-Deja de hacerte la ciega

-¿De que hablas?

-Tienes a semejante bombón cuidándote, preocupándose por ti y tu ni lo volteas a ver

-¿De qué hablas?

-Gian está enamorado Chiara, ¿no te das cuenta de como te mira?

-Ahora resulta que todos saben descifrar las miradas, por favor, él no se fijaría en mi

-¿Por qué no? -me dice Alba riendo

-No lo se

Y me suelto a reír a carcajadas. Estaba comenzando a tener los efectos de esa dichosa bebida.

No podía parar de reír. Y no me importaba en lo más mínimo.

Veo a dos hombres a lo lejos golpeándose brutalmente. Su reacción era negativa, suerte que la mía al parecer era positiva. 

-¿Me permites a mi esposa? -me dice Admes con una sonrisa

-Claro

Ambos se van tomados de la mano brincando como si fueran dos pequeños niños. Y yo me siento tan feliz que quiero correr detrás de ellos y decirles lo hermosos que son juntos.

-¿Chiara?

Me giro y veo a Gian

-Hola Gian -le sonrío abiertamente

-¿Estás bien?

-Muy bien, estoy feliz y relajada

Me mira extrañado

-¿Esa es tu mirada para seducirme? -le digo mientras acaricio su rostro

-¿De que hablas? -de verdad que estaba confundido