Estaba en la sala de juntas con Gian mientras estábamos tratando de formar un acuerdo con respecto a la construcción de la nueva escuela para los niños del pueblo.
-Sus majestades -dice el embajador entrando mientras hace una reverencia
-Dime que traes buenas noticias
-Los soldados verdes fosforecente fueron eliminados por completo, así como sus instalaciones, también el reino de Angola y Nepal fueron eliminados al ser complices
-¿Complices? Pero si ellos tenían primogénitos
-La sed de poder nos hace cometer locuras, en fin, las tropas que mandó en apoyo regresan mañana por la mañana
-De acuerdo, gracias por la información
El embajador se va y miro a Gian.
-Al menos ya no corremos riesgo de una sexta guerra mundial
-Menos mal, porque de verdad que después de todo lo que hemos pasado, por fin tenemos tranquilidad
Le doy un beso y escucho las puertas abrirse, así que me separo.
Veo a Antonella con una gran sonrisa.
-Creo que quieren ver esto
Gian y yo nos levantamos de los sillones y seguimos a Antonella.
Nos paramos en la puerta de la sala de descanso y casi muero de ternura por lo que mis ojos estaban apreciando.
Mi papá estaba en cuatro patas fingiendo ser un caballo, mientras mi hija estaba sobre su espalda. Mi hijo estaba con mi ahijado luchando con espadas de espuma.
-Aquí va una princesa a terminar con ustedes -dice mi abuelo mientras gatea a toda prisa tratando de alcanzar a los niños, mientras mi hija no paraba de reír de la felicidad
Gian me abraza por atrás y recargo mi cabeza en su pecho.
-MADRINA -grita de felicidad mi ahijado, hijo de Fiorella
-MAMÁ -grita mi pequeño
Los cargo a ambos y mi padre se levanta del piso con mi hija en brazos.
-No sabía que estaban aquí -dice sin borrar la sonrisa de su rostro
-Bueno, no quería interrumpir tan bello momento
-PA... PA... -balbucea mi hija mientras le tiende los brazos a Gian
-Venga mi pequeña princesa -Gian la alza y mi niña comienza a reír a carcajadas
-¿Vamos a comer? -les pregunto y todos asienten con la cabeza
Nos sentamos a la mesa. Veo a mi ahijado llamado Luka, un niño rubio de ojos verdes con pecas en su nariz. Fiorella se llevó a la tumba el secreto de quien era el padre, así que optamos por decirle al pequeño que su madre murió pero que tanto Gian como yo y su abuelo lo queriamos mucho y siempre nos tendría.
Mi pequeño Leandro, era un año más pequeño que Luka, acababa de cumplir los 4 años y era nuestro primogénito, heredero al trono del reino de Italia.
Mi pequeña princesa Nicoletta tenía 1 año y era la consentida del abuelo. Aunque lo negara. Ella al igual que su hermano tenían el cabello oscuro casi negro y ojos azules con verde como su papá.
Gian y yo reinabamos bastante bien, congeniabamos a la perfección y nuestro amor era nutrido día a día. No hubo un solo día en el que me arrepintiera de ser su esposa.
Mi padre tenía menor fuerza en los músculos, pero el siemple hecho de tener a sus nietos le daba la fuerza suficiente para ponerse a jugar como un niño pequeño.
Terminamos de comer y decidimos ir a cabalgar un rato. Mi papá montaba con Luka. Gian con mi pequeña Nicoletta. Y yo con mi príncipe Leandro.
-Mamá, alla está la tía Alba
Levanto la vista y efectivamente, venía el carruaje de la ahora reina de Grecia y España. Vamos a su encuentro y todos juntos vamos de regreso al castillo.
Alba baja del carruaje con sus gemelos de la edad de Luka. Sus nombres eran Cadmo y Cibran. Alba y Admes habían llegado a un acuerdo en donde sus dos primogénitos iban a ser reyes, uno de España y otro de Grecia.
-CADMO, CIBRAN -grita Luka feliz de verlos
-LUKA, LEANDRO -gritan y los cuatro entran corriendo al castillo para ir a jugar
-Esos diablillos tienen más energía que nada -dice Alba
-Ya lo creo
Me da un abrazo
-¿Viene Aswad?
-Con restraso seguramente
Veo el carruaje de Egipto a toda velocidad. Alba y yo lo esperamos de brazos cruzados.
-Ya llegue -dice bajando con una sonrisa
-Tarde -le decimos Alba y yo al mismo tiempo
-Les recuerdo que mi reino queda más lejos
-Por eso hay que venirse con tiempo -dice Alba mientras lo abraza
-¿Cómo está Alizee? -le pregunto
-Bien, pero se quedó en el reino
Aswad y Alizee ya estaban casados y tenían a una pequeña de la edad de Nicoletta. Eran reyes de Francia ya qué los padres de Alizee murieron de enfermedad. Sin embargo, los reyes de Egipto seguían liderando su reino.
La hija de Aswad, estaba dormida en los brazos de su nana, que ayudaba bastante con el cuidado de la niña.
Todos entramos al castillo, para platicar y ponernos al corriente de todo lo que pasaba en nuestros reinos. Habíamos formado grandes alianzas entre nuestros reinos y siempre nos apoyabamos mutuamente.
Después de un rato todos estábamos jugando con nuestros hijos. Cuando un soldado me informa que el embajador está aquí y quiere verme.
Lo hago pasar a la sala donde todos estamos. Él al entrar hace una reverencia y me mira.
-Puede hablar, son de mi absoluta confianza
-Me han informado de una noticia que nadie esperaba
Gian entrelaza su mano con la mía.
-¿De qué se trata?
-El Instituto Real está terminando con su renovación, y dentro de muy poco podrá mandar a su primogénito el príncipe Leandro a que comience su educación como príncipe para convertirse en el futuro Rey de Italia
Me quedo congelada. No sabía que el Instituto Real estaba volviendo a ser lo que era. Y por alguna extraña razón no quería mandar a Leandro, sé que la educación del Instituto Real es la mejor formación para los primogénitos, ellos me ayudaron a formarme y a convertirme en lo que soy ahora, pero no me quería separar de mi hijo. De cierta forma me da miedo que pase por todo el sufrimiento que yo pase.
Veo a Alba y esta igual de pasmada que yo. Sus hijos también irán y perderá a ambos.
Aswad también está desconcertado, su hija tiene solo 1 año pero solo le quedarían 4 años con ella, antes de enviarla al Instituto.
-Con su permiso -dice el embajador y se va
Miro a Gian y sé que ve la preocupación en mis ojos.
-Todo va a estar bien mi amor -me acaricia
-No quiero que se vaya
-Tiene que hacerlo, ellos lo van a formar y van a hacer de Leandro un futuro Rey digno y justo
-¿Y si le pasa algo malo?
-Nada malo le va a ocurrir, está vez todos los reinos estarán al pendiente
Veo a mi hijo y se que va a llegar lejos, recuerdo cuando me apartaron del lado de mis padres.
Ahora yo soy la que tengo que dejar ir a mi hijo para que crezca y se convierta en el futuro Rey de Italia.
"FIN"
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Entre Dinastías
Historical FictionPara el año 3000 ya se habían sufrido 5 guerras mundiales, en donde tener la paz entre todos era la única supervivencia después de haber pasado por tanta violencia. Pero no solo las guerras terminaron con el mundo que se conocía, las catástrofes y...