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COMO HACIA SEMANAS, VENUS Y RON SE ENCONTRABAN EN ESA CLASE DEL SÉPTIMO PISO. HABÍAN TERMINADO DE HACER UNA POCIÓN QUE A RON LE HABÍA RESULTADO BASTANTE SENCILLA.
Se habían alejado del caldero donde la poción estaba reposando, se suponía que en unas horas sabrían si la habían hecho a la corrección. Estaban sentados en el suelo apoyados en la pared mientras charlaban y comían unos dulces que Ron había traído.
—No me puedo creer que te cayeras de la escoba —se burló Venus.
—Hacia viento, y mis hermanos son unos tramposos —dijo el chico rodando los ojos—. Me lanzaron hasta sus bates.
—¿Y qué dijo tu madre?
—Que le encantaba vernos hacer cosas juntos.
Venus soltó una carcajada, solo Molly Weasley diría algo así cuando uno de sus hijos tiene un ojo morado.
—Me encantaría conocer a tu madre, tiene pinta de ser una persona maravillosa —comentó Venus sonriendo.
—Mi madre es la mejor, hacer unos jerséis increíbles —dijo Ron.
—Eso suena genial.
—¿Cómo es tu mamá? —las palabras de Ron salieron solas, y enseguida se arrepintió al ver lo incómoda que se puso la chica.
—Ella es complicada —dijo Venus tras unos segundos—. Nunca tuvimos una relación muy estrecha. Creo que no le gustan mucho los niños.
—Pues ha tenido dos.
—A papá siempre le gustó la idea de tener una gran familia, o al menos eso decía tío Felix —comentó Venus encogiéndose de hombros.
—Mi hermano Charlie me ha hablado un montón sobre tu tío.
—Tío Felix es genial —aseguró Venus—. Sabe de todo, tal vez te lo podría presentar cuando regresemos a Londres.
—Estaría bastante bien.
Ambos se mantuvieron en silencio.
—No sabía que eras amiga de Neville —el tono de Ron fue un poco receloso. El pelirrojo había tardado casi tres años en conseguir que la chica le prestara atención, y ahora llegaba Neville y con solo una pelea ya hablaban.
—En realidad no somos amigos —dijo Venus quedamente—. Podríamos decir que somos conocidos, nos hemos encontrado en San Mungo un par de veces —Ron alzó las cejas sorprendido, y Venus supo que llegó la hora de contarle a Ron sobre su madre—. Cuando detuvieron a mi madre, decidieron que estaba tan mal de la cabeza que lo que hizo fue causado por su demencia. Ha estado bajo miles de encantamientos adormecedores y tomando pociones a diario.
