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❝TRES HERMANOS SALIERON A PASEAR UN DÍA: EL PRIMERO SE SALVÓ, EL SEGUNDO HUYÓ, Y EL TERCERO PLANEÓ SU VENGANZA ❞
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antes de nada quería dedicar este capítulo a todas esas personitas que, a pesar de lo que he tardado en actualizar, siguen leyendo la novela y deseando a que suba un nuevo capítulo.
A todas vosotros que dejáis un voto, un comentario o un simple "actualiza pronto", en serio os llevo en mi corazón. No sabéis lo que significa para una escritora saber que el contenido que sube le gusta aunque solo sea a una pequeña parte de los lectores, es simplemente maravilloso.
muchas gracias por estar aquí siempre 🖤
A PESAR DE TODO EL CAOS QUE HABÍA A SU ALREDEDOR, VENUS NO PODÍA DESPERTAR, ERA COMO SI ALGO TIRARA DE ELLA HACIA ATRAS.
Hacia una oscuridad profunda que la zambullía en la más pura calma.
¿Iba a morir así de fácil? ¿Después de todas las dificultades por las que había tenido que pasar?
No quería sonar egocéntrica ni nada por el estilo, pero había sobrevivido a un maldito acantilado de 50 metros de altura.
Había gente que se había matado por menos.
Joder, incluso la que antes llamaba madre casi consiguió asesinarla cuando tenía ocho años.
Morir por una tonta espada le parecía muy patético.
Y, sin embargo, aunque se sentía caer en un etéreo infinito, las sensaciones eran diferentes a las anteriores en las que la Muerte casi toma su mano.
Era un sentimiento nuevo, casi embriagador, como cuando tomas alcohol por primera vez, o aprendes a volar en escoba sin caerte.
Era extraño pero agradable.
"Pero entonces, si no estaba muriendo, ¿qué estaba ocurriendo con ella?". Pensó de inmediato la menor.
Las voces que gritaban su nombre comenzaron a distorsionarse, alejándose de ella y dejándola en aquel extraño lugar. Deseo poder alzar la mano y tranquilizar a Remus, pero algo o alguien seguía tirando de ella.
No podía frenar, e incluso parecía que caía a más velocidad.
Ahogo un grito cuando frenó en seco, estaba suspendida en el aire con los brazos estirados.
Había algo en ella que estaba luchando por salir, por separarse de su alma. Había algo que anteriormente había conformado una importante parte de su ser pero que ahora era solo una fracción desconocida.
