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LA REUNIÓN ESTABA A PUNTO DE ACABAR.
No era nada que no hubieran escuchado en aquel mes durante tantas ocasiones, chivatazos sin sentido sobre como escaparía Harry Potter cuando el detector del Ministerio dejará de ser efecto en él.
Era increíble que Harry Potter, El Niño que Vivió, estuviera a punto de convertirse en mayor de edad. Era increíble que Venus estuviera a tan solo una semana de ser una adulta, tan solo un día antes que El Elegido.
Venus estaba distraída, sin poner una pizca de atención a la charla que tenía presente ante sus narices. Pero a pesar de ello, las palabras de su tío resonaban en su mente como recordatorio continua: mente en blanco.
No podía permitirse que el Señor Oscuro penetrara en sus pensamientos. Seria su ruina.
A diferencia de ella, Draco estaba tenso, y rígido como una tabla. Le sudaban las manos lo suficiente para tener que estar pasándoselas por el pantalón cada cinco minutos. Sentía que la corbata le apretaba demasiado el cuello, y casi no podía respirar.
Pero era normal, ¿cómo actuaríais vosotros si el lugar que considerabais vuestro hogar, tu lugar seguro, dónde prácticamente has crecido, se hubiera convertido en un Cuartel General? Un lugar donde se torturaba, mataba, engañaba, y miles de actos despréciales más.
Aquel ya no era su hogar, y la mano de Venus sobre su rodilla se lo hacía recordar.
Ese vacío de haber perdido la Mansión Malfoy era reconfortado con el pensamiento de que Venus ahora era su hogar.
Habían estado discutiendo largo y tendido sobre la misión para capturar a Potter, Venus sabía que en cuanto terminaran podrían marcharse y eso era lo que más deseaba.
Se sentía irritada, especialmente al tener a su madre y a Bellatrix Lestrange sentadas en frente. Ambas se regocijaban entre susurros y murmullos cada vez que el Señor Oscuro hablaba. Parecían dos colegiadas que estaban contándose algún chisme.
—Bella, Narcissa —llamó el mago en un momento de silencio—, he escuchado que vuestra sobrina, la hija de Andromeda, se ha casado —aquello capto la atención de Venus que alzó la mirada de los dedos de Draco con los cuales había estado jugueteado desde hacía unos minutos— con un licántropo.
Las risas llenas de mofas no tardaron en rodear el salón, lo que causo que la irritación que Venus sentía aumentara.
—Esa asquerosa traidora no es nuestra sobrina —habló con asco Bellatrix.
Venus apretó los dientes mordiéndose la lengua para impedir abrir la boca.
—Creo que nuestra joven Venus no piensa igual que tú —la rubia se tensó cuando todas las miradas recayeron en ella, pero su semblante continuó siendo neutro—. Estuviste viviendo con ella un par de meses, sino recuerdo mal.
