vii. the punishment

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EL CASTIGO

VENUS TOCÓ CON CALMA LA PUERTA DEL DESPACHO DE SNAPE, Y ESPERÓ CON PACIENCIA A QUE ESTA SE ABRIERA O LE INDICARA QUE PODÍA PASAR

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VENUS TOCÓ CON CALMA LA PUERTA DEL DESPACHO DE SNAPE, Y ESPERÓ CON PACIENCIA A QUE ESTA SE ABRIERA O LE INDICARA QUE PODÍA PASAR. FUE LA SEGUNDA OPCIÓN, POR LO QUE VENUS EMPUJÓ SUAVEMENTE LA PUERTA. La cerró detrás de ella y se quedó apoyado en la madera observando a Snape.

—Padrino —Snape levantó la mirada al escuchar la voz de su ahijada—, lo saben.

Snape frunció el ceño, se suponía que Venus debía estar en clase de Artes Oscuras.

—¿Quién sabe? —preguntó soltando la pluma.

—El Ministerio —soltó desesperada—, ellos saben que Ares es un mortífago.

Dolió decirlo en voz alta, pero más dolió saber que ella tenía parte de la culpa. Puede que el Ministerio no lo supiera, y ella solo les había confirmado sus sospechas.

—¿Por qué no te sientas y me cuentas que ha pasado? —habló tranquilamente Snape.

Venus asintió sentándose enfrente de Snape, y comenzó a mover la pierna nerviosamente.

—Estábamos en clase de Artes Oscuras, la profesora comenzó a discutir con la gente, nadie estaba muy de acuerdo con el hecho de que no fuéramos a aprender hechizos defensivos, o por lo menos llevarlos a cabo —dijo observando a Snape que se limitaba a asentir con la cabeza—. Potter se metió en la pelea.

—No me sorprende —dijo bufando el profesor.

—Él comenzó a decir que Voldemort había vuelto que necesitábamos defendernos. Umbridge se enfadó y nos dijo que el Ministerio solo quería lo mejor para nosotros, que ella era nuestra amiga —Venus tragó incómoda—, yo me reí.

—¿Te reíste?

—Me reí.

—Has elegido un grandioso momento para destacar Vee —dijo echándose para atrás en su silla—. Bien, que más pasó.

—Le eché en cara que el Ministerio solo pretendía vigilarnos, y que ella estaba de lado del Señor Oscuro.

Y para sorpresa de Venus, Snape profirió una sonora carcajada.

—No hay duda de que Evan Rosier era tu padre, ambos tenéis el don de abrir la boca cuando menos os conviene —dijo tras parar de reírse, pocas veces podías ver a Snape con la guardia tan baja. Venus habría disfrutado de ese momento si las circunstancias hubieran sido otras—. Quedamos en que tendrías cuidado, jovencita.

—Lo sé, pero no pude evitarlo. Las palabras salieron solas. No sé qué ganan negándolo.

—La gente con miedo no puede ser controlada, otras prefieren vivir una mentira antes de asumir la realidad —contestó el hombre levantándose de su silla y rodeando la mesa. Se agachó quedando a la altura de Venus—. Eres una muchacha fuerte, Venus, no te dejes llevar por tus emociones.

DEMONS, draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora