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VENUS ENTRÓ AL GRAN COMEDOR CON PASO LIGERO, NO SE DIRIGO A LA MESA DE LOS SLYTHERIN DONDE SUS AMIGOS YA LA ESPERABAN. NO. FUE HACIA LA MESA GRYFFINDOR, ESPECÍFICAMENTE HACIA DONDE HARRY Y HERMIONE ESTABAN SENTADOS.
Todos se soprendieron bastante de verla por allí, y no ocultaron su sorpresa ni un poco cuando estuvo cerca. Hermione se giró para dedicarle una sonrisa.
—Tienes huevos, Potter —fue lo primero que dijo la chica—. Puedo asegurarte que Umbridge tiene que estar planeando tu muerte.
—La gente se merece saber la verdad —dijo el chico un poco sonrojado por las palabras de Venus—, no he dicho nada que sea mentira.
—Eso lo se, Harry. Y más de la mayoría que estamos aquí también lo sabe —dijo Venus negando con la cabeza y sentándose junto a Hermione—. Pero la gente es feliz viviendo una mentira, y en el ministerio viven muy tranquilos en estos momentos como para ponerse a pensar en una guerra —Venus observó a Harry detenidamente—, has hecho mucho más de lo que crees contando lo que pasó esa noche.
—¿Enserio lo crees? —preguntó el muchacho.
—Has hecho que la gente se dé cuenta que no solo eres un muchacho que quiere llamar la atención, Harry —aseguró Venus comiéndose una uva—, mi tío me ha enviado una carta esta mañana, está frenético. Me ha pedido que no me acerque a ti.
—¿Por eso estás aquí? —cuestionó Hermione.
—En parte, no me gusta que me digan que hacer. Por otro lado me apetecía hablar con vosotros. No he visto a Ron en todo el fin de semana —confesó la ojimiel. Se giró encarnando al chico—. Habló enserio Harry, si mi tío me ha enviado esa carta es porque algo gordo ha pasado. Has despertado a la bestia.
Harry todavía se sorprendía por la actitud de Venus. Hablaba tan abiertamente del tema de Voldemort y los mortifagos como si estuviera hablando del tiempo.
—Liz me dijo que tuviste unos días románticos —dijo Hermione con una pequeña sonrisa, intentando cambiar de tema al ver la incomodidad de Harry.
—Solo estuve con Draco —dije Venus rodando los ojos.
—No me imagino a Malfoy siendo romántico.
—Es muy cariñoso cuando quiere —aseguró Venus—, aunque solo lo demuestra con las personas de confianza.
—Ah, se me olvidó preguntártelo —comentó Hermione de repente con una sonrisa en los labios tras echar un vistazo a la mesa de Ravenclaw—, ¿cómo te fue la cita con Cho? ¿Por qué volviste tan pronto?
—¿Tuviste una cita con Chang? —preguntó Venus divertida, cuando Harry asintió Venus no pudo evitar soltar una carcajada—. Te creía mejor que eso Harry, hay chicas Gryffindor que no están nada mal.
