Vous Dessiner

CAPÍTULO 20

Llegue empapada al apartamento, mi uniforme estilaba agua cayendo en todo el piso.

-¡Hilly! Enfermarás, quitate rápido ese uniforme- gritó mamá histérica, era fácil de enfermarme y difícil para recuperarme.

Dejé a un lado mi mochila y quite cada prenda del uniforme hasta quedar en ropa interior, mamá se acercó con una toalla para poder secarme.

El abrigo de Jungkook había quedado empapado así que tendría que lavar todo el uniforme junto con el sueter.

Tallaba la tela en mi cuerpo secando cada parte, recordando el ridículo que hice con Jungkook, maldita sea no lo podré ver igual sin tener vergüenza o sin sonrojarme, en estos momentos me maldecia por ser tan idiota.

Después de terminar de secarme caminé hasta la lavandería poniendo a lavar todo mi uniforme lleno de lodo y el abrigo.

Comía un poco de arroz y pescado que había preparado, aún pensaba en la ridiculez y lo inmaduro de la situación pasada, pero el recuerdo y la curiosidad hacía que un pequeño pulso en mi mano diera entender que debía tomar un lápiz y una hoja.

Terminé de comer el último bocado de arroz para buscar el cuadernillo en mi habitación y un lápiz en el cajón.

Cerraba mis ojos volviéndome a imaginar a Jungkook frente al micrófono ¿Cómo sonará su voz? No me había preguntado eso, la curiosadad aumentó al recordar eso.

Poco a poco fui trazando al chico peli negro, empezando por su silueta y su lindas manos, disfrutaba cada línea dibujada era magnífica, unía todas las piezas formando a Jeon junto a un micrófono.

Sin darme cuenta había terminado el lápiz de tanto borrar y sacar punta, había valido la pena, pues mis ojos se iluminaban al ver tal dibujo frente a mí, era una gran satisfacción ver cada detalle en su cara tanto como sus hoyuelos y el lunar bajo sus pequeños labios.

Esa tarde me la pasé admirando aquélla imágen, soltando leves suspiros y acariciando las orejas de Winki, me volvía loca recordar sus labios cuáles estuvieron cerca de los míos, el aroma de su abrigo aún estaban en mis fosas nasales.

Todo me quedaba más claro -Hilly estás loca- decía para mi misma, con coraje cerré el cuaderno y levantándome de mi lugar bruscamente, necesitaba olvidar por un momento al chico.

Ya era de noche así que para sacarlo de mi mente decidí dormir abrazando a Winki el pequeño conejo que me salva con su ternura......