CAPÍTULO 33

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Sentía una fuerte presión en mi brazo, Jungkook no dejaba que avanzara.
Su rostro se notaba molesto que hasta daba miedo, miraba con temor sus ojos que expresaban un enojo.

-No volverás a alejarte de mí Hilly- volvió a repitir, sin pensarlo asentí un poco incómoda mi brazo ya empezaba a doler, con cuidado alejé su mano de mí.

El ambiente se sentía incómodo por la escena pasada, daba mil vueltas en la frase que ha dicho y no entendía su molestia, observaba mis zapatos era ridículo pero no sabía para donde mirar.

Mis agujetas se encontraban revueltas, creo que Jungkook se había percatado de eso pues se inclinó hasta llegar a mis zapatos y amarrar las agujetas.

-Gracias- susurré, la voz no me salía por lo incómoda y nerviosa que estaba.

No escuché una respuesta de su parte, me dejo confundida ya que se levantó y caminó lejos de mí, por inercia lo seguí quería saber que haría o a donde iba.

El seguirlo me recordó la vez que lo espié, la primera vez fallé y terminé por perderlo, la segunda vez descubrí a donde iba y no se que pasará esta vez, tal vez podría escuchar su voz.

Me encantaría saber como suena, esperaba a que no se molestara aún más por estar siguiendolo.

Jungkook daba pasos grandes a comparación de los míos, tenía que correr, el iba muy rápido pareciera que no quería que lo alcanzara o eso pensé.

-Date prisa Hilly- escuché un grito a lo lejos, corrí hasta llegar atrás de él estábamos frente al salón de música, el mismo que estaba lejos de los demás salones.

La puerta se abrió de un empujón de parte de Jungkook, entré y de nuevo miré todos los instrumentos, montones de mesas en una esquina y las ventanas con polvo.

-Siéntate aquí- ordenó Jeon dejando un banco frente a mi, hice caso y tomé asiento, el estar sentada hacía que Jungkook se mirara más alto.

Tenía que voltear hacía arriba para ver su rostro, al momento que hice eso Jungkook tomó ambas mejillas, las acariciaba y yo disfrutaba de ellas.

Sin soltar mis mejillas acarició mi nariz con la suya, la distancia entre nosotros era mínima, no se que tramaba el chico pero me encantaba.

Estaba quedando loca por como tocaba mis labios, nunca había imaginado un beso con él pero ahora lo deseaba como nunca, quería besarlo.

Sentía su respiración en mis labios, un leve cosquilleo atravesaba mi estómago y no podía despegar mi mirada de sus lindos ojos.

Nos acercabamos lentamente, ahora sí me sentía como en una novela, no lo pensé más y me lancé a él, estampando mis labios con los suyos.......

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