CAPÍTULO 44

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Al entrar a la librería me inundó el olor a café y vainilla, disfrutaba tanto el silencio que reinaba en el lugar.

Con una reverencia saludé a las personas dentro del lugar y caminé hasta los estantes donde se encontraban los libros.

Busqué uno que llamara mi atención, leía las descripciones y observaba la imágen, después de unos 10 minutos encontré el indicado.

Con cuidado me dejé caer en los sofás del lugar para empezar a leer y disfrutarlo.

[·······]

Llevaba buen pedazo leído, me encantaba la trama una romántica y por lo que sé, un tragico final.

Solté un pequeño suspiró mientras dejaba el libro a un lado, por un momento cerré mis ojos sintiendo la serenidad a mi alrededor.

Después de tanto tiempo preocupada o enfadada, estaba felíz y en paz.

No quería irme de aquí, sentí un débil toque en mi hombro, un poco frustrada de que hayan interrumpido mi momento volteé a ver quien me molestaba.

Abrí mi boca un poco sorprendida pues por segunda vez Hoseok y yo nos encontrabamos en el mismo lugar.

Mi boca no podía pronunciar ninguna palabra, no se por que estaba en shock al verlo.

-Hilly que gusto verte por aquí- sonreí por aquéllas palabras, su emoción y entusiasmo se notaban fácilmente en sus ojos entre cerrados y una sonrisa que te hipnotiza.

-Lo mismo digo ¿Cuándo llegaron?- pregunté, el chico soltó un fuerte suspiro.

-Por la mañana, fue algo cansado- no necesitaba decírmelo, aunque su cara expresaba felicidad su rostro un poco palido demostraba lo débil que se encontraba.

-Hoseoki ¿Te sientes bien?- me preocupaba el aspecto en el que se encontraba.

Por segunda vez suspiró y nego, mi preocupación aumentó con mis dedos acaricie su rostro y él cerró sus ojos disfrutando mi tacto.

-¿Quieres contarme?- tal vez podría ayudarlo un poco, quería ser buena amiga.

-Después, sólo sigue haciendo eso, por favor- me acerqué un poco más, para alcanzar a acariciar su cabello.

Me aliviaba el hecho de que podía hacerlo sentir bien, hay veces que una compañía en silencio es lo mejor.

De un momento a otro Hoseok se recargaba en mi hombro, pasaba mi mano por su rostro, su respiración era lenta, aproveché para observar su rostro.

Tenía una peculiar y refinada nariz, unas lindas pestañas, sus mejillas eran una ternura.

La tarde se nos paso leyendo, terminé el libro pero al lado de Hoseok.

Estaban a punto de cerrar así que salimos de ahí, no decíamos nada, no era necesario hablar.

Nuestra compañía era todo para yo estar tranquila y el en paz.

Nos encontrábamos frente al edificio donde vivo, no avisé y abracé fuertemente a Hoseok, me hacía sentir relajada.

-Gracias- agradecía aún abrazando su torso, sentí un pequeño beso en mi frente, sus brazos rodeaban mis hombros, y palmeaban mi cabeza.

-Gracias a ti- respondió mientras pellizcaba mis mejillas, su respiración chocaba en mis labios provocando un cosquilleo en ellos.

Sentía esas "mariposas" en el estómago, se acercaba lentamente y yo no reaccionaba, paso lo que temía que pasara. Nuestros labios se unieron.......

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