CAPÍTULO 41

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-¿Qué insinuas?- lo miré con el Tulipán en la mano, quería saber por qué la flor.

-Um es para ti- Jungkook se notaba nervioso, rascaba su oreja y sonreía incómodo.

-¿En serio?- asentía rápidamente y con delicadeza tomé la flor, destellaba rojo, era hermosa.

-Se qué sonará muy ridículo pero.....- escuchaba atentamente lo que diría- Esta flor será el amor eterno que tendré hacía a ti Hilly- estaba sorprendida por aquélla frase, sentía las lágrimas venir.

No sabía como responder ante sus palabras. En corea el afecto en público era como una falta de respeto, en ese momento me importó una mierda.

Lo abracé como nunca, lágrimas traicioneras bajaron por mis mejillas, no eran de tristeza eran de felicidad, un sentimiento inexplicable.

Besé sus mejillas, no podía responder en palabras pero si con afecto.

Escuchaba su risa, una encantadora risa, música para mis oídos.

-Gracias Jungkookie, es hermosa, créeme tus palabras no son ridículas son maravillosas- acariciaba su mejillas y junté nuestras frentes.

Sentía su respiración en mís labios, miraba los suyos con deseo, necesitaba besarlos.

Fue así como me acerqué a él, sintiendo sus suaves labios por tercera vez, fue un beso largo pero tierno.

Ambos estábamos con las mejillas rositas, era raro estarnos besando obvio.

No podía dejar de pensar en sus palabras, me fueron tan especiales, rogaba para que no se terminara este día.

Entrelazamos nuestras manos para seguir recorriendo el lugar, ahora llevaba aquél Tulipán en la otra mano, es un tesoro para mí.

-Hilly ¿Podrías hablarme de los demás dibujos?- paré en seco al escuchar eso, no sabía explicarle que en su ausencia lo extrañé mucho.

Los recuerdos eran lo único que me acompañaron en esos días.

-La vez que desapareciste, fue un golpe un poco fuerte, te extrañé demasiado y fue como una pequeña distracción- ahora que lo pensaba si fue como una distracción, un pasatiempo.

Fueron días difíciles y él no estuvo conmigo.

-Lo siento, prometo no volver hacer eso- observé sus ojos y parecía que no mentían.

-¿Lo prometes?- pregunté de nuevo, quería confirmar.

-Lo prometo- suspiré y acepté esa promesa, confiaria en él.

Mis pies ya dolían de tanto caminar así que nos dejamos caer en el pasto del parque, tenía mi cabeza sobre el brazo de Jungkook.

Teníamos la vista en el cielo, había diferentes tonos azules, el sol ya se ocultaba y las nubes se miraban hermosas.

-¿Kookie?- hablé al escuchar unos leves ronquidos a mi lado, volteé a ver su rostro y darme cuenta que se había quedado dormido.

Reí al verlo tan relajado, tenía la boca entre abierta y respiraba lentamente.

Seguí recostada a su lado, hasta que el sol se oculto por completo......

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