Vous Dessiner

CAPÍTULO 24

En la carta decía a Jungkook que lo quería ver en el gimnasio de la escuela después de clases y ahí me encontraba, en las gradas esperando al chico columpiando mis piernas, acababa de llegar así que estaba ansiosa.

Eran muy pocas personas las que se encontraban aquí, así que no tendría problemas de hablar con confianza, Yon quería quedarse pero yo me negué y dejé que se fuera, no sabía cuanto tardaría hablando con él.

Los minutos pasaban lentos, sólo llevaba 5 minutos aquí y pensé que era más de media hora lo que había pasado, mordía mis labios nerviosamente mientras buscaba al chico por algún lado del gimnasio.

No aparecía por ningún lado, pasaron 20 minutos y nadie se encontraba en el gimnasio, según todos los alumnos ya habían salido de clases, pensé y dije -Tal vez se ha restrasado- no quería desanimarme pero los minutos y segundos pasaban, y el no llegaba.

Y así fue como me quedé esperando al chico por más de una hora con la esperanza de que llegara en cualquier momento, pasaron 2 horas hasta llegar a 3 y no había ni un alma por aquí.

-Señorita es hora de cerrar- el maestro de deportes se encontraba en el mismo lugar, sacándome de aquí, aún no podía asimilar lo que acababa de pasar.

Asentí para después salir de ahí, con el corazón destrozado, quería permanecer positiva pero me era imposible sí el chico me a rechazado de la peor forma que pueda existir.

Hubiera preferido un "Hilly no te correspondo" "No me gustas" pero tuvo que ser así, ni siquiera llegar a verlo, sentía las lagrimas venir, me había humillado horrible, jamás me imaginé pasar por esto.

Salí del instituto para caminar hasta mi apartamento, no pensaba buscarlo por el instituto yo sabía que no estaba dispuesto hablar conmigo, mientras me dirigía hasta ahí, mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas, no aguanté más y llore como nunca, decidí desahogarme, no era bueno guardarse los sentimientos.

En todo el camino lloré, sentía un gran dolor en mi pecho y mi garganta estaba seca, estaba hecha pedazos, las personas a mi alrededor me miraban como si fuera un fenómeno, los entiendo, me imagino lo tonta que me veo al ir caminando y llorando por el chico que me dejo plantada.

Antes de llegar seque mi cara y talle mis ojos tratando de verme genial, no quería que mi madre se diera cuenta lo mal que estaba, prefería estar sola en estos momentos además no quería cuestionamientos.

Salí del elevador con la mejor cara que puedo dar, al estar frente de la puerta toqué débilmente la madera hasta escuchar como abrían, dejándome ver a una Yon sonriente.

-¿Qué haces aquí?- pregunté confundida.

-Estoy esperándote, quiero saber como te fue- al recordar eso traté de no llorar y mantenerme tranquila, la arrastré hasta mi habitación pero antes saludé a mamá.

Al cerrar la puerta me dejé caer, lloraba de nuevo, sentí unos brazos rodearme, no me resistí y lloré en los brazos de Yon.

-¿Qué ha pasado?- cuestionó mientras acariciaba mi cabello.

-Yon, él nunca llego...- hablé con mi voz entrecortada- Me dejó esperando como una tonta- recordar eso hacía que me diera coraje conmigo misma por ser tan genuina, también me sentia muy triste y lloré todo lo que resto de la tarde, agradecía que Yon no me dejaba sola.

Ella fue mi único consuelo.....