En las siguientes semanas, Lance se dedicó únicamente a dirigir los trabajos bajo el templo y se convirtió casi en un fantasma que rara vez aparecía por el campamento. En un principio, los trabajadores se toparon con un muro de cemento construido con las rocas del volcán Vesubio, lo cual hizo casi imposible la perforación. Se decía que el cemento resultante de las rocas cercanas al volcán era el más fuerte del mundo y aquello resultó ser cierto, ya que la primera empresa de abrir la cámara secreta resultó ser más difícil de lo esperado. El túnel subterráneo que partía de ella había sido rellenado completamente con cemento del volcán y demoler aquella mole de roca artificial fue una empresa colosal, mucho más difícil de lo que cualquiera hubiera podido imaginar. Fue a base de fuerza y perseverancia que lograron arrancar aquel tapón de concreto pedazo a pedazo y por fin llegaron, luego de diez metros de profundidad y muchos días de trabajo, a una zona en la que el túnel había sido rellenado únicamente con tierra y paja, por lo que la excavación se volvió más fácil y por consiguiente más veloz. Fue en ese punto cuando descubrieron una empinada escalera en espiral que descendía a lo profundo y, peldaño a peldaño, comenzaron la extracción del material para acercarse al corazón del monte.
Mientras Lance dedicaba la mayor parte de sus días a supervisar la excavación. Athan y Nivia, se dedicaron a vigilar a Haydee en todo momento y juntos analizaron sus movimientos y hasta sus gestos. Llenos de preocupación por la naturaleza de su invitada, se preguntaban si era buena idea mantenerla a su lado y ambos coincidían en que no.
Aquella mañana, Nivia buscó al griego y lo encontró sentado en la tercera tranca de una cerca mirando a cinco soldados hispanos que charlaban de forma sospechosa muy cerca de la puerta oeste del campamento. Al ver el gesto analítico del tenía el griego, el mago lanzó esta pregunta, interrumpiendo el trance en el que parecía estar sumido su amigo.
— ¿Estás buscando una presa desde ese corral?
— Puede ser — respondió el arquero sin quitar la vista de los soldados —. Las tensiones en este lugar van en aumento y temo que en cualquier momento tengamos una batalla. Los españoles no olvidan la muerte de su amigo Rodrigo. Creo que están esperando el momento oportuno para darle una lección a Haydee y ella lo sabe, pero no les teme.
— Los Assasiyin que conozco no le temerían ni a una armada completa.
— Así es, pero ella no recuerda quien es.
El mago se recargó en las trancas también y buscó con la vista a la guerrera sin tener éxito. El campamento no era grande, apenas una hectárea y estaba compuesto por una veintena de tiendas y una empalizada ligera, de modo que parados en aquel corral podían apreciar el panorama completo.
— Lo lleva guardado en el corazón — habló por fin Nivia —. No está acostumbrada a sentir miedo y no lo va a sentir ahora. Me atrevo a pensar que en el momento en que tenga una espada en la mano recordara perfectamente cómo usarla — el mago hizo una pausa nuevamente y mirando al amigo añadió —. Por eso que he venido, tenemos que tomar una decisión respecto a ella y Lance no lo va hacer.
— Pienso lo mismo, pero no veo muchas opciones.
— Podemos resolver esto con un veneno, uno que no le cause dolor, solo se dormirá y no despertará.
Athan no se asombró con aquella propuesta ya que el mismo lo había pensado, sin embargo tampoco se mostró de acuerdo y negando con la cabeza explico el por qué.
— No podemos hacerle eso a Lance y yo mismo no podría perdonármelo. Ella es diferente a los demás cazadores de almas que conozco pues creo que ella es la única que tiene un alma.
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El Imperio sagrado III: Los malditos
FantasyTERCER LIBRO (ULTIMO DE TRES) Antes de llegar al final del primer milenio después de Cristo, existió un imperio surgido del esplendor del oscurantismo que se proclamó defensor del cristianismo y en nombre Dios cometió todo tipo de atrocidades en co...