Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yohan y Eunwoo estaban de un lado a otro, estaban cayendo en una histeria colectiva. Junho se había llevado su auto y Yohan no tenía en qué moverse, tanto que se había pegado a "sus suegros". Moonbin solo los veía moverse de un lado a otro y rodaba los ojos.
—No creo que flores sea un buen regalo. Necesito algo más. —Mencionó Eunwoo.
—Sí, pero tampoco algo muy grande, las flores estaban bien. —Se quejó Kim. —¿Podría no regalarle algo tan costoso y llamativo? No quiero que mi regalo sea ignorado.
—Bueno, Yohan, los regalos de los novios no son tan importantes como el de los padres. —Eunwoo se quejó, estaba jugando, pero de repente se sentía celoso de Yohan y aprovecha su poder de "padre" para molestar.
Hoy era la gran noche. Hoy era la obra de Junho, él se había ido a hacer un ensayo general, pero los demás seguían en la incertidumbre de qué usar, qué llevarle o simplemente estaban ocupados haciendo otras cosas. Por ahora los tres hombres estaban dando vueltas por todas las florerías que veían.
—Creo que me gustan esas. —Eunwoo caminó por un largo pasillo abandonando a su "yerno" y a su novio.
Yohan se quedó a un lado de Moonbin, Moonbin conocía a Eunwoo y lo veía histérico cuando se trataba de Junho, siempre trataba de ser un buen padre que ahora estaba preocupado por nada, no es como si Junnie lo fuera a dejar de querer si no le regalaba algo. Yohan se veía igual, pero podía entenderlo.
—¿Qué planeabas darle? —mencionó Moonbin a Yohan.
—Rosas rosas. —No rojas para que se sintiera abrumado, si no rosadas para demostrarle a Junho la belleza que poseía y la gratitud que Yohan siempre le iba a tener. —Pero si Eunwoo le da algo mucho mejor siento que estaré fallando como novio. ¡No me puedo quedar atrás! Quiero estar a la altura de lo que Junho merece.
Moonbin soltó una ligera risita, palmeó la espalda de Yohan y le sonrió. De algo podía estar seguro y podía compartir su sabiduría con alguien a quien Junho quería.
—Nunca dudes de ti. —Moonbin fue claro. —Un mánager o un guardaespaldas. ¿Qué posibilidad habría que un Cha se fijara en nosotros? —Sonrió. —Nosotros tenemos un papel importante, puedes pensar que sería mejor que camináramos adelante para mostrarles el camino, o a la par para disfrutar el paisaje, pero nos toca estar detrás de ellos y no necesariamente debe ser malo, porque al estar atrás puedes protegerlos, ser la sombra que los perseguirá y resguardará de quien quiera que los quiera atacar.
—Suena demasiado poético. —Yohan suspiró.
Nunca había pensado realmente en todo lo que significaba salir con un Cha, Moonbin tendría más experiencia, pues ellos estaban luchando para cuidarlos, no solo de los fans, de las críticas, incluso de Doyeon y de su gente. Tanto como Eunwoo y Junho merecían una pareja que los amara sobre todas las cosas y se quedara ante todas las adversidades. Merecían un amor bonito.
