Tras su muerte, el abuelo Lee dejó su herencia para uno de sus cuatro nietos mayores. El único requisito es que tendrán que dejar la casa de los padres e irse a vivir a la mansión del anciano por un año, y claro, tendrá que fingir estar en una relac...
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Realmente odió a la madre de Hangyul. Seungyoun estaba harto de oírla. Los padres de Hangyul y Eunsang comían separados, no sabía bien por qué no se habían divorciado si el señor EunHae engañaba a su esposa, pero podía asegurar que había muchos millones y mucho estatus social involucrado.
La cena se había basado en "¿Seungwoo cómo va?", "¿Por qué crees que él va a heredar la compañía?" "Seungwoo esto, Seungwoo aquello". Seungyoun había tenido ganas de decirle a la señora que se callara, que Seungwoo no era tan maravilloso como creía y que Hangyul era más increíble, pero se reprimió por el asco en la mirada de la señora Irene.
El señor EunHae por su parte, era horrible, le hizo comentarios un poco sexistas a Hangyul, era obvio que no le gustaba que su hijo "un machito" como debería ser, fuera catalogado por gay y también se notaba el enojo en la mirada cuando veía a Cho.
Fue una cena terrible.
Así que estuvo muy agradecido cuando se acabó, se despidieron con mucho entusiasmo y salieron de esa casa de locos. Cho ya tenía un plan infalible para esa noche.
—¿Vamos al hotel? —preguntó Hangyul mientras subía al asiento del copiloto del auto que Seungyoun se había adueñado.
—Aún no, me gustaría llevarte a otro lugar. —Mencionó Cho. —Quiero mostrarte un poco de mí. ¿Te gustaría?
La mirada de Hangyul se llenó de un brillo especial. Le gustaba que le prestaran atención, que lo miraran, que se dirigieran a él como un ser independiente.
—Sí.
Seungyoun condujo, condujo por muchas horas. Incluso por un camino de terracería que llevaba a otra ciudad. Hangyul no tenía miedo, podría acompañar a Seungyoun a donde fuera, porque de verdad estaba enamorado de él.
Llegaron a unas instalaciones abandonadas de lo que parecía ser el antiguo autódromo. Habían construido uno nuevo y mejor cerca del aeropuerto y éste había quedado olvidado.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —preguntó Lee.
—Observa. —Seungyoun rodeó el estacionamiento del lugar hasta bajar por una rampa y estacionar su auto. Había más autos allí abajo, así que Lee descartó la idea de que estuviera abandonado. Guardó silencio y siguió a Seungyoun.
Cuando bajaron del coche subieron unas enormes escaleras. Allí había unas cuantas personas arreglando autos y con herramientas en manos.
—Vaya, vaya, al parecer "Dioz" regresó. —Uno de los hombres que estaban allí mencionó eso. Los demás levantaron la mirada intrigados por el apodo.
La mayoría de los ojos se posaron en Seungyoun.
—¡Dioz! —exclamaron bastantes y se acercaron, se veían felices. —¿Dónde estabas? ¿Vas a competir el próximo mes?
