Llego el ascensor y entramos juntos.
-Mola tu nombre, es diferente me dijo
-Si me lo dicen mucho dije finalmente antes de ponerme rojisima.
Ahí se quedó la conversación.
No sabía que decir más así que subí el volumen de mi teléfono nuevo y me puse a escuchar mas alto a Selena antes de llegar al colegio.
Hoy iba a ir a probarme vestidos para comunión para elegir el mío. Mi tía quería que me pusiera el de mi prima, pero si os digo la verdad no me gustaba mucho.UNA SEMANA DESPUÉS
Mi vestido es muy clásico, no tiene muchos detalles solo tiene un lazo en la espalda y lo demás liso.
Alba se fue ayer y mama me obligó a despedirme de ella.
-Seguramente me eches de menos aunque no lo quieras admitir me dijo
-No creo pero si quieres creer eso adelante tu es lo único que se me ocurrió decir
-Ah y una cosa, no intentes nada con Chris no estas a su altura, adiós.
Me quede callada y no dije nada más, no sabia que decirle porque no tengo ni idea de lo que siento por Chris.
Después de eso cogió su maleta y se subió al coche con cara de pocos amigos, no os imaginabais lo que le estaba diciendo en la mente a esa señora.
Se fueron y yo ya estaba feliz por perderla de vista un buen rato, pero conociendo a mi madre ese buen rato iban a hacer unos pocos meses antes de ir a ver a su mejor amiga.
Me fui a dormir antes de que me diera algo.
Es hoy, hoy era mi ansiada comunión, como era común mi madre se había levantado muchísimo más antes que yo para preparar los últimos preparativos que quedaban.
Llegados al restaurante comimos un menú bastante bueno, vinieron toda la familia y me encantó estar todos juntos.
Me dieron un montón de regalos y recuerdos de hoy, como por ejemplo un montón de fotos.
Estuve jugando y saltando con todos mis primos en castillos inchables y comiendo un montón de trozos de tartas.
Pasó el día y me fui muy pronto a la cama con Camila a mi lado siempre.
Desperté con una mañana bastante triste, no sabía a que se debía pero tenía la intuición de que algo iba mal. Las mañanas generalmente eran cálidas no frías como esta. Bajé a desayunar como normalmente hago y vi caras de preocupación en los rostros de mis padres y de mi hermana. Empece a preocuparme mucho y nos sé como mi madre se dio cuenta de ello y me lo dijo.
Mi abuelo estaba ingresado en el hospital desde la noche anterior, después de irse de mi comunión.
Después de soltar eso mi empezó a dolor mucho el pecho y me fui corriendo a la cama hacer si se me pasaba.
Pensaba que este verano iba a ser el mío lo iba a disfrutar al máximo y iba a hacer un montón de cosas.
Un rato más tarde, bajé a hacerme un batido de frutas del bosque con hielo y oí a alguien llorando en silencio, o eso intentaba. Abrí la puerta y vi a quien menos me esperaba, a mi padre , mi padre estaba ahí llorando en una esquina abrazando sus rodillas temblando sin poder hablar. Deje mi batido en el suelo y me dispuse a abrazarle y a acompañarle.
Nunca en lo que llevaba de años, me había imaginado ver a mi padre llorar.
Él era un padre bastante estricto con nosotras ya que quería lo mejor. Papa ganaba muy bien y eso yo creo que le compensaba todas las navidades, cumpleaños o bautizos a los que no había asistido por estar trabajando.
Mi hermana me contó que cuando ella era pequeña papa siempre estaba con ella y nunca se iba tanto tiempo.
Recuerdo un viaje que tuvo, se pasó medio año sin vernos y nosotras sin verle.
Mi madre trabaja en una oficina pero como papa casi siempre está afuera, ella trabaja por el ordenador por las noches o cuando estamos estudiando.
Mama siempre ha sido muy luchadora y papa igual, se merecen el cielo los dos.
Pasaron varios minutos y empezó una tormenta muy fuerte en el exterior.
Papa sorprendido se secó las lagrimas y se levantó a ver la terraza, se levanto y fue corriendo a por la ropa que se estaba secando afuera.
No sabia que hacer así que fui a ayudarle y me dijo que luego teníamos que hablar de lo que había pasado.
Recogida de una vez la ropa fui a la planta de arriba y oí otra vez llorar a alguien. Abrí de nuevo la puerta de mi hermana y allí la vi tumbada escuchando música y llorando, tanto que las sabanas de la cama estaban húmedas de tantas lágrimas. Ahora ya sabía que debía hacer. Debía ser el hombro donde mi hermana se podría apoyar ahora y siempre.
Entre y cerré la puerta, se sorprendió al verme ahí y intentó disimular que estaba llorando pero la conozco lo suficiente para saber que no se le da bien.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí? Dijo secándose las lágrimas.
Lo único que hice fue tumbarme a su lado y aguantar las lágrimas que me salían al ver que necesitaba ser el hombro donde mi familia tenía que apoyarse. Debía ser fuerte para que todos podamos superar este bache en el camino.
-Gracias
-Era lo que debía hacer
Esas fueron la pocas palabras que nos dijimos, cortas pero intensan y a mí me sirvió para ser reconfortante.
-Vamos a hablar ya
-Vale
Mientras bajaba esta muy tranquila y relajaba pero mi padre estaba triste.
-sabes que es el cancer?
Me quedé fría.
No sabia que responder. Mis pensamientos me llevaron a una palabra, que no quería, no, mi mente no podía imaginarlo,se lo tenía que preguntar si no, no podía seguir en esa sala.
-¿Se va a morir?
Su cara cambió aún más, vi como sus ojos llorosos no podían aguantar más y yo ya creía saber la respuesta.
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Soy yo
Ficção AdolescenteHera lo tenia todo a su familia, sus amigos... La vida le trataba bien y se sentía cómoda en ella. Tenía amigas de verdad que la querían y familia que la adoraban, no necesitaba más. La perdida de sus familiares hacen que su ansiedad y sus problema...