Soy yo

La canción

Me puse el pijama y estuve viendo el videoclip hasta muy tarde. Me obsesioné con la canción y no paraba de escucharla.
La cena iba a hacérmela yo y iba a ser una cena muy sencilla, huevos revueltos y batido de chocolate.
Papa no me había dicho nada de hacerle la cena así que si me podía escabullir mejor para mí, aunque eso era no cumplir mi palabra pero como era una vez podía hacerlo. Algún día cuando quiera hacer la cena la haré para todos y se lo recordaré, para hacer cumplir mi palabra aunque no haga sido en ese día exactamente.
Había hecho una playlist en mi reloj/movil para que no se parara de escuchar la canción. Me la estaba aprendiendo en la décima algo vez que la escuchaba y creo que era normal ya sabérmela de memoria la mayoría de las estrofas de tantas veces que la había escuchado.
En la cocina se oían muchos estruendos que no me preocupaban hasta cierto punto ya que seguramente sería mamá haciendo la cena, pero hay veces que no me dejaba escuchar partes de la canción y eso si que no me gustaba.
Pasó un rato y yo creo que ya había oido la canción unas treinta veces y ya tenía mucha hambre. Abrí la puerta, salí al salón y olía muy bien. Era como una mezcla entre la pizza de queso y bacon que tanto me gustaba y los brownies de chocolate que me hacía la abuela cuando era pequeña. Olía tanto que llegaba hasta el baño, me dio que pensar ya que no era ninguna ocasión especial ni nada de eso. Ningún cumpleaños venía cerca ni se acercaba a menos de un mes. Sería que mamá estaba contenta y se puso a cocinar mis comidas favoritas pero era muy raro eso. Bajé las escaleras y olí de nuevo la comida pero con otra integrante nueva, la sopa de fideos también de la abuela. No sabía en ese momento como estaba diferenciando todos esos olores diferentes y porqué mamá había cocinado tanta comida para solo nosotros cuatro. A lo mejor iba a venir alguien a cenar, pero lo dudaba mucho ya que eran más de la diez y cuarto y nadie venía tan tarde a casa.
La mesa estaba muy arreglada y tenía mis colores favoritos en el mantel y en las nuevas fundas que había puesto en las sillas.
Fui pasando por el salón y vi a mamá con un vestido muy elegante como para un cumpleaños.
-¿Tenemos algo importante por hacer hoy? Le pregunté a mamá mientras ella lavaba unos platos.
-No es lo que piensas, ya lo verás cariño Me respondió muy cariñosa.
-¿Me estoy perdiendo algo interesante?
Respondió papá intentando entrometerse en la conversación que estábamos teniendo mamá y yo.
Papá estaba un poco más arreglado de lo normal, mejor que la ropa que se ponía para estar por casa o para bajar a por el pan, algo también muy raro ya que no íbamos a salir o nadie iba a entrar.
Nos pusimos a cenar y mi hermana cogió sus platos para intentar llevárselos a su habitación y comer en ella pero eso no fue posible. Antes de que pudiera poner una sola pierna en la hermosa escalera que teníamos, le dijo algo en el oido no sabía que le decía porque se tapó la boca con la mano. Lo único que oí fue mi nombre no sabía que o porqué pero se lo dijo y ya estaba.
Se volvió a sentar segundos después de que mamá la regañara un poco.
La verdad era la que había olido de primero sopa de fideos o de estrellitas, habían dos tipos de sopas pequeñas pero muy buenas las dos era casi un pequeño buffet libre de sopas y de todo lo que quería en ese momento.
De segundo pizza de jamón y queso o de nata y carne. Las dos estaban muy buenas y me tomé muchos trozos, me encantaba la comida pero todavía no sabía que estaba pasando porque hicieran todo esto mamá y papá, creo que se traían algo entre manos.
Llamaron un par de veces a papá durante la cena y sé tuvo que ir a hablar al salón más tranquilo porque nosotros estábamos viendo la televisión y el ruido estaba presente. Creó que eran llamadas de trabajo para volver de las vacaciones, volver a volar por el mundo. Me alegro mucho por el trabajo que tiene mi padre, aunque no pasa mucho tiempo con nosotras, seguro que se lo pasa muy bien volando y descubriendo gente nueva y nuevos sitios o paisajes distintos. Debe de ser genial viajar y que te paguen. Aunque debe de extrañar mucho a la familia.
Los brownies vinieron cuando terminamos la última pizza, eran trozos muy grandes pero habían muy pocos. Estaban increíbles todos los platos que habían cocinado pero tenía la intuición de que me esperaba algo más. Dejó los brownies en un lado de la mesa y después mamá volvió con una pequeña tarta de chocolate y nata con velas rojas que formaban el número doce. Esto era lo que estaban tramando mis padres.
Empezó a hablar mamá y todos como no, la empezamos a escucharla.
-Como sabéis el otro día en el cumpleaños de Hera nos equivocamos de número y bueno, aquí papá y yo hemos querido hacerte como una pequeña comida para celebrarte tus doce años como mereces.
-Muchísimas gracias a todos, os quiero Les intenté agradecer todo lo que habían hecho por mí, hasta los ojos se me habían puesto un poco llorosos pero intenté resistirme un poco. Como no mi hermana estaba ahí solo mirando y comiendo unos pocos trozos de brownies que quedaban en los platos.
-Hija, también tenemos un regalo para ti también me dijo antes de partir la tarta.
Me dieron una bolsa muy bonita con mariposas y estaba muy nerviosa por ver que había adentro.
La bolsa estaba muy bonita con asas blancas y pesaba un poco más de lo que yo pensaba al ver la bolsita.