Menos de tres

4 2 0
                                    

Parecía Navidad pero no lo era.
Antes de ir a visitar a Susi fui a coger todas los regalos que tenía para los abuelos. Subí a mi habitación y me puse como loca por encontrar papel de regalo lo antes posible. Encontré detrás de la cama, unos rollos de papel para regalos, lazos y cintas decorativas para envolver los regalos que tu quisieras por que había tanto. Muchos papeles de diferentes colores y formatos. Había uno que me gustaba mucho pero no lo íbamos a reconocer un regalo del otro y como era lógico ninguna de las tres camisetas eran iguales ni pretendía que lo fueran cada una era preciosa a su manera. Cogí tres diferentes papeles de regalo y fui a la oficina del abuelo para coger el celo. Una vez estaba con todas las cosas en la cama, me puse manos a la obra y lo terminé enseguida. Bajé rápido al salón y llame a todos a que vinieran. Estábamos todos sentados esperando a que lo abrieran hasta que sonó el timbre y no sabíamos que era pero yo tenía una idea de que podía ser.
Ya abro yo! Esperarme aquí, no os mováis. Les dije
Abrí la puesta y vi al repartidor con una caja no muy grande pero perfecta para mis camisetas. Yo con una sonrisa de oreja a oreja recogí el paquete y cerré la puerta. Fui a la cocina a por unas tijeras para abrir el paquete, las encontré y puse mucho empeño para abrirlo cuando me doy cuenta de que no era para mi si no para mi padre. Sentí mucha tristeza al haberme ilusionado tanto para que luego no fuera lo que yo esperaba.
-Papa toma es tuyo. Lo he abierto porque creía que era mío y no era así.
En ese momento estábamos muy incómodo así que decidí romper el hielo y hablar.
-Si queréis abrimos ya los regalos.
-Vale vamos a abrirlo. Me respondió la abuela.
Empezaron a abrirlo y vieron las camisetas. Solo con verlas se les iluminaba la cara.
En las camisetas decían soy el/la mejor abuela/abuelo del mundo entero y una foto de nosotros juntos, una con la abuela y otra con el abuelo.
La camiseta de Susi era un poco más diferente, el texto era diferente pero lo único que tenían en común era la camiseta y la foto, no eran tan diferentes pero no iguales.
-Hera en media hora nos vamos a ver a Susi prepárale el regalo con una carta, le hará mucha ilusión.
-Vale papa, voy arriba a prepárala para que esté lista.
Subí tan rápido las escaleras que creía que estaba volando o algo así corría mucho y no me lo creía ni yo. En ese momento me pregunté si en el instituto habría atletismo o algo parecido que tuviera que ver con correr rápido.
Cogí papel, un bolígrafo y me dispuse a escribir algo así para ella. Comencé a escribir y se me vino a la mente el libro y la autora. Quedaba un día y me quedaba medio libro por leer pero no me iba a dar por vencida tan rápido o como creía.
Me estaba gustando como planteaba los problemas que le pasaba al protagonista y como los resolvía.
Le intenté escribir todo la apreciación que tenía por ella y cuanto la quería. Pero creo que las palabras se quedaron cortas y el sentimiento era mucho más, no había palabras suficientes para expresarlo.
Terminé, doble el folio lo mejor qué pude y lo metí en la bolsa de regalo que tenía guardada para alguna ocasión especial y esta era una.
-Hera nos vamos ya.
-Ya bajo.
Metí todo a la vez esperando que estuviera más o menos colocado para que le gustara mucho.
Susi siempre llevaba vestidos largos o más largos de las rodillas. Nunca había visto a Susi llevando pantalones pero he visto fotos de cuando era más joven. Me encantaba la ropa que llevaba era mucho mejor que la ropa de ahora. Tardamos más tiempo del habitual por un accidente que había en la carretera pero llegamos bien, sanos y salvos.
-Habitación ciento doce?
-Si es esa de al fondo dije a mis padres.
Ya no nos acordábamos de que habitación estaba porque a veces cambiaban y nos despistábamos mucho por eso.
Subiendo por el ascensor me empecé a poner muy nerviosa y con ello me empezaron a sudar las manos. Sin saberlo llegamos a la habitación y se me abrió una sonrisa en la cara. Me sentía feliz, muy feliz una sensación que también tenia con los abuelos.
Yo creo que ella al ver el regalo en mis manos se puso muy nerviosa y feliz o eso creía yo.
-Mira Susi esto es para ti, es un regalo mío para ti ,te quiero mucho.
Los ojos se transformaron de ojos normales a ojos llorosos con ganas de derramarse. Viéndola con cada vez más ganas de llorar esa sensación vino hacía mi y una lagrima se me derramó y con ella más y más. Conmigo en ese estado, Susi se puso igual y le dije lo mucho que la quería y cuanto la había extrañado estos días. Ella también se sinceró y me contó que me quería muchísimo y que era como una nieta para ella.
Abrió la bolsa, que le había encantado. Se secó las lágrimas que le caían y se dispuso a leer la carta despacio hasta que se dio cuenta de que no podía leerla sin las cartas, claramente fui a por sus gafas y deje que la leyera a su ritmo. Ya más o menos por la mitad del folio se le escapó unas lágrimas pero rápidamente se las secó con el pañuelo que tenía de antes y siguió leyendo hasta terminarla. Abajo de el gran testo había un dibujo que le había hecho para ella de ella.
Tardamos un rato en abrir el regalo por que me dijo que la ayudara a abrirlo. Creo que no sabía que era pero finalmente lo descubrió.

Soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora