Frio

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Me gustó mucho todo lo que había hecho el abuelo, era algo que él me había dejado solo para mi y que solo sabíamos él y yo, nadie mas. En ese momento empecé a entender algo que no entendía hasta entonces.
Me tumbé con el ordenador en la cama y me puse a ver videos en youtube, hasta que me dormí.
Me desperté con lágrimas en la cara al principio estaba muy desorientada y no sabía que había pasado. En cuanto se me pasó un poco, recordé porque había estado llorando o eso creía yo. El único sueño que recuerdo, creo que fue con el que me levanté de la cama.
En él se veía a mi abuelo caminando por el jardín de casa de la abuela, oliendo las rosas que él mismo había plantado en una esquina.
Desde que estaba en casa de la abuela no había ido a verlas pero en mi sueño se veían marchitadas, pero en cuanto mi abuelo tocó una, ella volvió a estar como cuando estaba vivo, aquí conmigo. Yo entre en mi sueño al jardín y se giró de donde estaba para abrazarme. Vino hacia la puerta donde yo estaba y me abrazó. Sentí la sensación de seguridad que me hacía sentir estar con él. Nos separamos y me dijo:
-Hola pequeña, estas muy grande. He visto que has estado llorando mucho por mi pérdida. Solo quería decirte que no sigas mas triste por no volverme a ver mas porque yo siempre estare aqui a tu lado acompañándote a donde tu vallas. Me tengo que ir pero solo te queria decir cuides mucho de tu familia y que quieras mucho a tu abuela para que no se sienta sola. Dile cuánto la quieres y díselo también de mi parte.
Os quiero mucho, adiós.
Desapareció justamente después de decir estas palabras.
Caminó hasta una especie de luz blanca que había, hasta que un momento no lo volví a ver. En el sueño, me tumbé en el césped y empecé a ver las nubes tan bonitas que había. Cerré los ojos y ahí se terminó el sueño, ahí fue cuando me desperté.
Camila estaba en la parte de su habitación con su transportin rosita a juego con su nueva cama de color rosa oscuro. Me levanté de la cama y fui a jugar un poco con mi gatita.
Terminé de jugar con ella y me fui a ver qué mensajes me habían llegado al móvil. Tenía mensajes de mis amigos del pueblo y unos cuantos de mis amigas del instituto.
Estaba leyendo los mensajes y me llamaron de repente mis amigas. Estuvimos hablando una media hora más o menos y nos despedimos ya que era hora de comer y teníamos hambre todas. Salí de mi habitación y encontré a mi hermana subiendo por las escaleras por las que iba yo bajando para ir a la cocina. Ella estaba hablando por teléfono y me dijo que luego bajaba a comer. Bajé por las escaleras y me dirigí a la cocina. En la habitación estaba mi abuela terminando lo poco que le quedaba a la comida. Abrí la nevera y vi una manzana. La saque y la fui partiendo por pedazos para comerla mucho mejor.

Unos meses más tarde estoy aquí preparándome para un nuevo curso, un nuevo comienzo.
A partir de navidad mi vida ha sido una montaña rusa literalmente.
Desde que mi abuelo apareció en mis sueños decidí no volver a llorar tanto por él ni desear irme con él. Me ayudó mucho lo que me dijo de que siempre iba a estar a mi lado. El iba a estar en un sitio mejor y tarde o temprano lo iba a volver a abrazar. La navidad aparte de todo esto fue muy bonita ya que salí mucho con mis amigos, mi familia y me divertí mucho con todos ellos.
El verano fue increíble, mucho mejor que navidad. Fue el mejor verano que había vivido en toda mi vida entera. Espero que haya muchos más así o mejores.
Hace dos meses que no veo a Susi pero intento hacer videollamada con ella casi todas las semanas, cuando puedo. Como ya se va haciendo más mayor va oyendo menos y es más difícil comunicarme con ella pero la pasamos bien en las llamadas. MI abuelo ya casi no quiere salir de su casa ya que le encanta estar en ella, pero para salir a hacer la compra pequeña o para salir a jugar las cartas con sus amigas si sale y se divierte mucho. Hace tiempo que la abuela y Susi no se ven, algo que me da tristeza pero no me atrevo a preguntar el porqué.
Mis padres ahora pasan más tiempo con nosotras y eso me alegra mucho. Este verano fuimos de viaje unas dos semanas a la costa francesa y nos divertimos mucho allí. Hice una amiga llamada Mary, ella había vivido toda su vida allí y nunca había salido de su región. Yo le estuve explicando como era mi querida ciudad y contándole todas las cosas que me habían pasado en el poco tiempo de verano que llevábamos en ese momento. Me gustó mucho hacerme su amiga ya que conseguí que las clases de francés fueran efectivas y dieran sus frutos, dejándome hablar con una nativa en el idioma.
Mi madre me obligó a irme unos días a casa de Alba para estar con ella. Aunque me cueste admitirlo me había agradado ir a verla y ver que las dos habíamos cambiado para bien. Ella había crecido mucho y ha cambiado para mejor. Había tenido un hermano pequeño y era muy mono, la verdad.
Su nueva casa era como la mia pero un poco más pequeña y con otras vistas distintas a las que veo yo en mi casa, por la ventana.
Su nueva casa era como la mia pero un poco más pequeña y con otras vistas distintas a las que veo yo en mi casa, por la ventana. Algo que me resulto un incómodo momento en su casa fue cuando la madre de Alba la empezó a regañar a gritos al lado mio.

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