Soy yo

Agosto

Cuando me pele con Alba decidí tirar el cuaderno donde toda nuestra imaginación había ido surgiendo en papel para no hablar de ella nunca jamás hasta que mamá me obligara a ir a verla.
Estábamos a mitad de agosto y solo faltaban quince días para volver a casa, a la rutina, a volver a hacer nuevos amigos, a volver a estudiar, a volver a todo. Yo en mi interior deseaba quedarme en este verano eterno para siempre.
-Hera ven aquí un momento tenemos que hablar.
-Vale, enseguida voy.
Voy tan rápido que no se ni como lo hago.
-¿Ha ocurrido algo?  Pregunte sin saber la respuesta.
-No, no ha ocurrido nada lo que pasa es que quiero hacer unas reformas en la casa y quiero que me digas que te gustaría que cambiasen.
En ese instante se me vino la idea de un cuarto de baño mejor y creo que a mi abuela también. Me siguió preguntando de donde podía sacar ideas y saqué mi reloj/movil y le enseñe bastantes imágenes que había en google y le enseñe a como buscarlo en su movil. Mi abuelo vino caminando con ayuda de un bastón de madera y se preguntó que estábamos haciendo. Después de un buen rato intentado explicárselo, me dijo que se lo enseñara mas grande entonces cogí el ordenador y le enseñé a hacerlo en este también.
-Toma juega con el
Yo sorprendida cogí el ordenador que me estaba dando el abuelo y empece a buscar juegos online y sus reseñas. Habían muchos pero encontré una página donde había de descargarlo y crearte una cuenta pero había muchísimo juegos online y gratis. Empece a registrarme un solo puse un usuario con un nombre falso y una fecha falsa para que me dejara jugar ya que era para mayores de trece años. Terminé de hacer lo que había que hacer y entre por fin en Roblox, con solo entrar habían un montón y no podía dejar de jugar era como un vicio con todos los juegos que había.
-¡Hora de cenar, chicos!
-Ya vamos
La croquetas de mi abuela me volvían loca era comer una y no parar hasta terminarlas, eran súper crujientes y tenían trozos de jamón adentro. Papa y mama compraban unas pero no sabían ni un diez por ciento parecidas a las de la abuela. Mi abuela debería haber sido cocinera, cocina genial. Todos en la familia estaban de acuerdo conmigo por que era la mismísima verdad. Aunque ella nunca lo reconocía yo creo que en el fondo ella lo sabia muy bien y no lo iba a negar para ella misma pero los demás según ella no.
Terminé muy rápido de comer y le fuimos a por un helado al bar de al lado. Nos sentamos en el sofá de el salón y llamaron a la puerta.
-¡Ya voy! Gritó mi abuela y fue rápidamente a la entrada de la casa y detrás de ella había un hombre de unos cincuenta años con pelo gris y un poco alto con un mono de trabajo bastante manchado. Empezaron a hablar unos minutos y por fin entraron a la casa y se dirigieron directamente al baño de la primera planta, al de invitados.
-Abuelo,¿Ya van a empezar con la reforma?
-Si empiezan hoy pero solo una parte ve a preguntarle a tu abuela que más van a reformar.
-Vale abuelo, te quiero.
-Y yo.
Fui y ya estaban levantando los azulejos del suelo y de las paredes.
Estuve viendo un buen rato como el hombre levantaba los azulejos y la bañera para poner nuevos azulejos y una ducha moderna.
-Vamos a cambiar todos los suelos de la casa y a poner paredes lisas para colocar papel pintado en ellas y que queden mejor, va a quedar espectacular.
En casa de la abuela mi hermana y yo compartimos cuarto ya que hay 6 habitaciones las reparticiones son así:
La habitación de la primera planta ahora es de mis abuelos, arriba una habitación es la nuestra, después esta la de mis padres, la de mis tíos y la de mis primos.
Mis tíos tienen tres hijos y dos de ellos son de mi edad y es con los que más estoy. Mi prima es de la edad de mi hermana y se llevan muy bien.
Mis dos primos son los únicos que tengo y me encantan nos lo pasamos super bien.
-¡Chicos!¿Cual azulejo os gusta más?
Nos gritó la abuela desde la otra punta de la casa. Nada más ver las opciones todos nos pusimos de acuerdo y elegimos unos pequeños blancos muy simples pero bonitos para el baño.
Terminamos el helado y vimos a nuestros amigos en la calle y fuimos a jugar con ellos y había una chica nueva se llamaba Ana y tenia un año menos que nosotros pero se integró muy bien en nuestro nuevo grupo del pueblo. Hacía calor pero era soportable y podíamos tumbarnos en el césped bajo un árbol enorme. Estuvimos un buen rato sin hablar, solo escuchando a los pajaritos cantando llegando hasta un punto que era imposible no dormirse. Antes de dormirme decidí entrar en casa y coger la oca y el parchís para así entretenernos un poco. Una vez salí de la casa vi a Ana que era la única despierta y le hice señas para que jugáramos ella y yo a solas mientras ellos dormían hasta que se despertasen.
-¡Buenos días! Dijo uno de los que estaba dormido.
Él dijo eso y a los minutos ya se estaban levantando todos.
Ana y yo jugamos unas tres partidas y yo gané una partida,Ana ganó dos partidas y me ganó, era muy buena, era imposible ganarla ya que había estado jugando mucho este verano.
Me ha contado bastantes cosas de su vida como que es hija única y que su padre es de aquí pero se mudó a otro pueblo un poco mas grande y que su madre murió cuando ella era muy pequeña y que le cae muy mal su madrastra y no se aguantan.
Solo nos hemos conocido de un día y ya me caía muy bien.