Le salieron unas lágrimas de felicidad por el regalo que le había hecho. Con ella a cada uno del salón nos salió una o dos lagrimas aunque nunca nadie lo iba a decir, eso sí ocurrió y fue real.
Pasamos a los regalos de mi hermana, mi prima, mis primos, mis tíos y por último mis padres.
Los demás regalos fueron muy bonitos pero el de mis padres fue brutal. No tengo palabras para describirlo, me quedé boquiabierta y sin decir palabra.
Yo quería un regalo así todos mis cumpleaños de por vida era increíble, no puedo poner ninguna pega a eso.
No sabía como leerle la hermosa cara de Susi, no se lo esperaba nadie se lo esperaba solo mis papas.
El regalo de un saludo de su grupo favorito de todos los tiempos de Susi era genial y que encima iba a poder estar con ellos casi un día entero era aún mejor. Era un regalo de cumpleaños ideal y súper inolvidable.
Se volvieron a asomar unas cuantas lágrimas en los ojos color miel de Susi.
Terminamos con los regalos y poco movidos por todos los sentimientos que habían traído todos ellos.
Como yo volví a tener hambre fui a comer más trozos de tartas para ver si se me calmaba el hambre que me acechaba. Junto a mi estaba mi tio también comiendo más trozos de tarta como yo.
Me subí arriba a coger juguetes para llevar al salón y jugar con mis primos mientras los mayores escuchaban música o bailaban. Me bajé sin nada en la manos pero con un objetivo muy claro. Ese era el ordenador de el abuelo, me divertía mucho jugando con él.
Con unas cuantas jugadas ya me convertí en una autentica maestra de los videojuegos de las paginas que había visitado muchas más veces antes con el ordenador.
Iba a anochecer dentro de poco pero los mayores decidieron que saliéramos a la calle a disfrutar del aire que estaba corriendo en ese momento. Nos llevamos unas chaquetillas por si acaso teníamos frío por nuestro paseo.
Estuvimos sentados en la plaza viendo el anochecer hasta que a mamá le entró un poquito de frío y nos fuimos a tomarnos algo en el bar de al lado. Yo pedí un helado con una botella de agua por si me daba sed.
El helado estaba muy bueno, era de kitkat y si sabía a ello. Era la primera vez que probaba algún helado con sabor que no sea chocolate, vainilla o fresa.
La botella de agua me la llevé al parque a jugar con ella o por si tenía sed por allí.
Ana salió de su casa y se vino al parque a jugar conmigo y no paramos de correr y de saltar por todo el parque. Haciendo un montón de castillos o de túneles en la arena del parque.
Creo que en todos los concursos que hicimos sobre los castillos gane yo, creo que los míos eran mejores simplemente. Llegamos a la mesa donde estábamos y ya iban a pagar y a irnos a dormir.
El paseo fue muy bonito ya que se veía la luna llena y corría un airecito que nos veía mucho a estas horas en la ciudad.
Solo fue tumbarme en la cama y cerrar los ojos a el lado de mi bebe hermosa. Me dormí enseguida y dormí toda la noche entera.
Me desperté con mucho frío y con los pies helados. No tenía ninguna manta al lado o por ahí en la habitación. Me desperté y fui a buscar algo para echarme encima o en los pies para que se me calentarán algo. Aunque sea unos calcetines de esos de navidad calentitos por ahora.
Por curiosidad fui a ver si mi gatita tenía frío y si la tenía. Buscando el motivo también fui a ver si la ventana estaba abierta o solo era impresión mía. Resulta que había estado abierta toda la noche, con el airecito corriendo por todo el pueblo. Cogí una sudadera de mi hermana para Camila y le cogi unos calcetines a mi abuela que estaba tirado en el pasillo.
Supongo que si mi hermana no encuentra la sudadera y ve que Camila esta con ella no se enfadará ya que ella es muy mona y nadie se podía resistir ni enfadarse con ella aunque tuviera motivos para ello.
Cogí todo rápidamente y fui a ponerle la sudadera y a ponerme yo los calcetines.
Unos cinco o seis minutos después me levanté y fui al baño a lavarme un poco la cara para despejarme y levantarme definitivamente y mucho antes.
Bajé las escaleras y ya estaban preparando a Susi para llevarla de vuelta a la residencia con todos los regalos nuevos y alguno más que quedaba pendiente.
Ayer una amiga de ella le regaló una especie de sesión para que fueran a el spa del pueblo y se relajarán un poquito más de lo normal.
La piel de Susi era muy pero que muy fina y muy suave. Parecía una cara de bebe al tacto. Sus ojos tenían un color especial ya que era color miel y no utilizaba gafas como la mayoría de señoras de su edad. La vista la tenía impecable y podía ver mucho mejor que yo incluso.
Me fui a despedir muy rápido de Susi por que ya se iba y no nos daban mucho tiempo. Me daba mucha pena que no la iba a volver a ver en mucho tiempo, iban a pasar unos meses hasta que la vuelva a ver. Al igual que me iba a pasar con mis abuelos. El abuelo volvía a tener revisión hoy por la tarde y esperaba que le fuera muy bien en ella.
Nos despedimos y ella no se veía que tenía muy buena cara. Tenía cara de mucha tristeza según yo vi lo que tenía en la cara.
Eso me entristeció mucho más de lo que estaba y creo que se notó.
Solo quedaban unas dos horas para irnos y tenía que hacer la maleta en muy poco tiempo.
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Soy yo
Teen FictionHera lo tenia todo a su familia, sus amigos... La vida le trataba bien y se sentía cómoda en ella. Tenía amigas de verdad que la querían y familia que la adoraban, no necesitaba más. La perdida de sus familiares hacen que su ansiedad y sus problema...