Todavía no habían venido las camisetas y me estaba decepcionando cada día más por que ya casi me iba a ir y tendría que esperar hasta navidades para recogerlas y no iba a permitir que eso pasará.
Era muy muy tarde y ya nos fuimos todos a dormir, intenté dormir y no podía. Daba vueltas y vueltas en la cama y no me entraba el sueño. Me bajé de la litera fui a las escaleras, busqué entre la oscuridad la nevera y saqué leche. Había leído en los libros que beber leche cuando no podías dormir te ayudaba a conciliar el sueño. Nunca me había dado insomnio creo que fue por jugar mucho en el ordenador antes de dormir.
Estaba terminando el vaso de leche y oí unos ruidos de alguien bajando las escaleras.
Abrió la puerta de la cocina y supe que era el abuelo por la forma de andar.
-Anda que haces aquí dijo sorprendido
-No puedo dormir
-Ni yo me respondió
Me pregunto que estaba bebiendo y lo expliqué todo lo que había leído acerca de este tema.
Me volví a rellenar el vaso y le eche también al abuelo. Nos lo tomamos despacio pero muy bien y nos subimos a nuestras habitaciones. Prometimos no decir nada de esto para que solo sea un secreto entre nosotros.
Me fui a mi cama y me dormí muy rápido, más de lo que yo esperaba, yo creo que me dormí así por estar durmiendo con Camila.
Me desperté la última de la familia y me quede un poco leyendo el libro que hoy me iban a firmar, todo esto con los nervios estando en la cama sin hambre para bajar a desayunar.
Me faltaban unas cien páginas para terminar completamente el libro cuando me empezó a entrar mucha hambre y decidí bajar a la cocina para ver que me habían preparado o que me tenía que preparar yo en un momento.
Vi unos trocitos de bacon en un plato y supuse que eran para mí. No me alcanzaba para el desayuno así que me cogí un yogur de la nevera y me hice unas tostadas con tomate por encima con el bacon que estaba ahí encima.
Quedé impresionado con lo bien que lo hice y lo rápido de ello. Se los dije a los abuelos y se quedaron también asombrada, por que nunca me dejaban cocinar y además nunca me había puesto en ello.
Me lo comí enseguida, creo que tenía un don para cocinar que no había encontrado todavía.
Me fui a mi habitación con Camila a leer más para prepararme yo misma y todos los papeles que le tengo que dar.
-¡Me he terminado el libro! Grité sin importarme nada.
Camila se asustó mucho y casi se me cayó de la cama por el susto que la había pegado hace unos poco segundos.
La trama me ha encantado y como lo ha contado ha sido genial te podías meter en el personaje que quieras y cuando quieras, simplemente genial ese libro.
Era mi libro favorito hasta hora de todos los que había leído era el mejor.
No se por qué me gustaba contarle todo lo que se me pasaba por la cabeza a Camila, ella aunque era una gatita, era como mi mejor amiga y le contaba todo lo que me pasaba. Me había aficionado mucho a jugar a "roblox" así que le hablada de mis tácticas para ganar casi todas las partidas que jugaba.
Todavía no era la hora de comer y tenía hambre, así que baje por las escaleras hacia la cocina para ver que podía comer en ese momento.
Vi que la abuela estaba empezando a preparar la comida para hoy y le pregunte que me recomendaría para comer ahora y tener hambre mas tarde. Tras decirme las opciones que tenía me decanté por una manzana y me fui a mi habitación para ver que ropa me iba a poner para ver a la autora. Estaba muy indecisa sobre el estilo de la ropa pero ya que mama no me la preparaba me lo tenía que hacer yo y eso era algo que me gustaba, hacer cosas nuevas.
Me puse lo que creía que iba a ser lo mejor para la con la boca llena de manzana.
Me terminé la manzana y me metí a duchar inmediatamente sin esperar.
Tarde más de media hora en ducharme y vestirme.
Salí y vi a Camila jugando con una pluma que sobresalía de una almohada vieja que tenía en casa desde hace años. Me pareció muy tierno verla ahí intentando cogerla sin darse por vencida.
-¡Hera baja! Me gritó mi abuela desde el comedor de abajo.
-¡Ya bajo! Le respondí
Estaba nerviosa por saber que me iba a decir al abuela, por si me iba a regañar o simplemente me iba a necesitar para algo o me iba a decir algo importante. Yo creo que en momentos así a todos se nos vienen a la mente todas las cosas malas que hemos hecho pero a mi no me preocupaba bastante eso.
-¡Hera estas tardando mucho! Me dijo la abuela otra vez.
-¡Ya bajo! Le intenté responder a mi abuela.
Tenía mucho estrés encima y tenía que poner la ropa en su sitio.
Bajé las escaleras y me caí en el ultimo escalón. Creo que el sonido de mi caída sonó por toda la casa, ya que todos vinieron enseguida y me ayudaron a levantarme. Vi que tenia tobillo bastante hinchado y muy rojo.
Me dolía cuando intentaba caminar o moverlo. Me tumbaron en el sofá del salón y me pusieron hielo, eso fue algo que me relajó un poco el tobillo y hizo que se me bajara la hinchazón. No se cuanto tiempo me quedé ahí tumbada ni que me iba a decir la abuela pero tenía que recuperarme si quería ver a aquella autora antes de que no tuviera otra oportunidad para volverla a ver nunca más. Sin pensarlo me levanté para ver si podía caminar y me caía de nuevo...
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Soy yo
Teen FictionHera lo tenia todo a su familia, sus amigos... La vida le trataba bien y se sentía cómoda en ella. Tenía amigas de verdad que la querían y familia que la adoraban, no necesitaba más. La perdida de sus familiares hacen que su ansiedad y sus problema...